Capítulo 20

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Cinco días después ellos regresaron a Corea con un cachorro en brazos y sí, todos estaban allí para recibirlos y Jimin observo a Yoongi rápidamente antes de esconder el cachorro atrás de su cuerpo, pues le emocionaba la sorpresa porque no se lo había comentado a estos.

— ¡Familia!—. Dijo con emoción en la voz. — Trajimos un bebé—. Por supuesto que Jimin pudo ver a su padre perdiendo los colores en su rostro, pero cuando vio el cachorrito en sus brazos sonrió aliviado.

— ¿Qué le paso en la pierna?—.

— No sabemos estaba solito en Italia, es italiano—. Dijo con orgullo a Tae quien había lanzado la pregunta y luego solo fue a saludar a sus padres como debía.

Todos regresaron en autos, Hoseok había traído el de Yoongi por lo que Jimin y este fueron al vehículo y la madre del omega les siguió ya que esta quería saber sobre todo y por supuesto ella se llevó consigo a Krystal, quien solo acariciaba con suavidad la cabeza de la mascota de su hermano mayor.

Bien, Jimin y Yoongi habían llegado a un trato mientras estaban en Venecia, vivir en un apartamento mientras encontraba una casa que les hiciera feliz ambos y como no tenían un hijo aun la decisión les parecía adecuado.

Ambos sabían que estaban lanzándose a una vida mucho más adulta de lleno, pero no les asustaban, pues estaba dispuesto a hacerlo funcionar porque era lo que ambos querían.

No hubo una mudanza tortuosa pues los padres de estos organizaron todo para que cuando llegasen el apartamento estuviese listo para ser habitado, incluso la ropa de ambos ya estaba en los armarios y para celebrar la familia compro comida y almorzarían en ese lugar esa tarde.

Jimin por supuesto que se impresiono un poco de ver el sitio, era espacioso, tenía dos habitaciones y una bonita sala con un sofá oscuro que realmente parecía cómodo, le gustaba y estaba seguro que las decoraciones eran una mezcla entre Tae y las madres de ellos y era así y era completamente correcto.

La vista de la ciudad era sensacional, Jimin podía sentirse cómodo con tan solo tener poco tiempo en ese lugar, así que se sintió feliz por ello.

Fue un buen día, estaban regresando un domingo, así que tristemente a la mañana siguiente debían continuar con su vida, porque bueno, las clases empezarían de nuevo.

Jimin despertó después, pues Yoongi decidió hacerlo primero y conseguir un café negro para él y con leche para Jimin, además de unos emparedados, pues no habían ido a conseguir comida y si debía aceptarlo no sabía cocinar mucho.

Tomaron el desayuno en silencio y Jimin tuvo que colocar el uniforme de aquella escuela con rapidez y ser llevado por el mismo Yoongi. El lugar que habían escogido para vivir estaba cerca de ambas familias y no tan lejos de la universidad a la que iría Yoongi, pero un poco de la escuela de Jimin si, aunque a este no le importaba, pues iba a graduarse en un año y también deseaba entrar en la universidad donde iba su ahora esposo, así que era preferible así.

Mientras iban en camino con un silencio agradable interrumpido con la música de la estero Jimin llevo sus ojos a una de sus manos, ahora no solo estaba aquel anillo que lucía barato, pero que tenía gran peso sentimental, sino también otro con una piedra hermosa y costosa que Yoongi le había dado al tercer día de estar en Venecia.

— ¿Sera mejor si no lo uso en la escuela?—. Yoongi quien se detuvo en el semáforo en rojo observo a Jimin.

— ¿Qué? ¿El anillo?—. Y es que bueno ahí tenía su atención Jimin. —¿Por qué?—.

— No sé, quizás será mejor no usarlo para evitar comentarios—.

— No debería de importante los comentarios, me gustaría que lo usaras, pero si te sientes incómodo está bien lo entiendo—. Jimin sabía que Yoongi era así, no le iba a decir no, úsalo, le apoyaría, tampoco le mostraría que le causaba algún tipo de dolor y menos le diría algo sobre eso, por lo que Jimin apretó los labios auto reprochándose por decirle eso.

Segunda vida (MR ARROGANTE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora