🌻Punto 9🌻

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Los dedos derechos de Seokjin no paraban de tamborilear sobre el brazo del sofá en un gesto de completo nerviosismo, mientras que con la mano izquierda, acunaba su teléfono móvil y observaba fijamente la oscura pantalla, esperando a que esta se il...

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Los dedos derechos de Seokjin no paraban de tamborilear sobre el brazo del sofá en un gesto de completo nerviosismo, mientras que con la mano izquierda, acunaba su teléfono móvil y observaba fijamente la oscura pantalla, esperando a que esta se iluminara por la entrada de una llamada, o, al menos, la notificación de un mensaje.

Llevaba en ese proceso probablemente más de una hora, y, por desgracia para él, no tenía idea de cuándo llegaría a su fin.

El bufete de abogados al que Namjoon pertenecía, solo atendía casos en Seúl la mayoría de las veces, básicamente por ubicación y comodidad; sin embargo, existían ocasiones especiales, eventos excepcionales donde por X o por Y, los profesionales terminaban involucrados en asuntos legales que les llevaban a prestar sus servicios en algún otro punto del país.

Y, como debéis suponer, actualmente esta era la situación del moreno.

Cho Jinho se había convertido en un buen amigo del castaño con el paso de los años. Este pequeño hombre, fue literalmente su primer cliente como abogado y, curiosamente, también su primer caso victorioso. Para Joon, el hecho de que accediera a trabajar con él, aún cuando era considerablemente inexperto en el amplio mundo de las leyes, tuvo un valor emocional enorme y desde entonces, entablaron una cordial relación.

Además de eso, se había convertido en el abogado al que este chico recurría cada vez que tenía algún problema legal que resolver en su corporativa, y esta ocasión no sería diferente.

No obstante, había una pequeña particularidad en dado acontecimiento, particularidad que había obligado a Namjoon a tomar un vuelo interprovincial para darle cumplimiento a su deber: Jinho se había mudado a Daegu.

Aparentemente no estaría viviendo allí por tiempo indefinido, solo poco más de un año para reparar algunos desbarajustes de una de las sucursales que tenía en dicha provincia, pero por estos mismos problemas, requería de los servicios de Nam con carácter inminente.

Así que, luego de varios meses trabajando en el caso desde la distancia, el moreno hizo un corto viaje para finalizar con el asunto.

Como bien mencioné, sería una travesía de poca duración, simplemente tres días: un primero para acomodarse, otro para retocar los últimos aspectos del juicio, y un tercero para ir a tribunales, regresando a la capital el cuarto por la mañana.

Pero a pesar de que la ausencia del castaño no se prolongara ni siquiera a una semana, a Jin no le hacía mucha gracia que digamos eso de estar lejos de él por "tanto tiempo".

Sabía que era por una cuestión de trabajo, algo importante que no podía posponerse, sin embargo, ese conocimiento no impedía que hiciera pucheros al solo imaginar una cama vacía, sin nadie que le abrazase durante tres noches seguidas.

No obstante, y poniendo en práctica aquel refrán popular de "No hay mal que por bien no venga", decidió ver el vaso medio lleno y buscarle el lado positivo a todo este asunto.

El novio perfecto no exis... /Namjin🌻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora