Capítulo 33: El anhelo de Lan Zhan (primera parte)

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El del pronóstico había dicho que ese día llovería. Las nubes grises en el cielo le confirmaban que sería así.

Con un suspiro se arregló la camisa. Ese día tenía una cita con Wei Ying, no la iban a cancelar por una simple lluvia, aunque posiblemente tendría que suspender su visita al parque de diversiones. Faltaba poco tiempo para el cumpleaños de Wei Ying, aún no había decidido cuál sería su regalo, nada podía superar los conejos que él había recibido en el suyo.

Había investigado últimamente sobre programas de arte en Londres. Una vez le prometió que irían juntos, desde ese día investigó todas las opciones que tenía Wei Ying para seguir sus estudios allá. Wei Ying era muy bueno en todas las áreas, pero había notado que no le dedicaba a nada tanto esmero como lo hacía con sus dibujos y la música. Las únicas dos cosas donde nadie esperaba nada de él. Tal vez por eso eran las que más lo apasionaban, porque no tenía que esperar a que le dijeran que lo hiciera perfecto, pero no era algo que le gustaba compartir, los pocos dibujos que hacía los guardaba o los hacía en lugares donde nadie se detuviera a preguntar quién lo hizo y el piano lo tocaba en clases o para él en la tranquilidad del castigo que no parecía tal.

En ese tiempo que duró su castigo fue testigo de cómo le preocupaba el futuro y lo único que quería era irse con él. Le angustiaba ver como alguien tan joven pensara que la única solución sea irse. Lo consolaba y abrazaba en cada ocasión que podía, tratando de transmitirle la paz que sentía cuando estaba con él.

Los recuerdos de la época del castigo, así como su última cita con Wei Ying serían los más preciados para él los siguientes años.

Había sido el mejor día de su vida. Verlo soplar burbujas, había sido adorable, la próxima vez él también las soplaría, la próxima vez él también se animaría a muchas más cosas. Jamás había ido a un karaoke, pero por él fue y cantó. Hasta ese momento se dio cuenta de que no había hecho muchas cosas antes de conocer a Wei Ying, ansiaba saber que sería lo nuevo que harían.

Sin embargo, el mejor día terminó siendo también el más trágico.

-LAN ZHAN-Lo escuchó tan alarmado y al girar en su dirección supo por qué. Habían sido embestidos.

Fueron los momentos más angustiantes e impotentes, escucharlo gritar y no saber cómo llegar a él. El auto solo giraba y cuando al fin pudo sostener su mano no lo escuchó gritar más. Una vez que el auto se estabilizó sintió como la sangre brotaba de él, pero no sabía de qué parte.

-Wei Ying-Dijo en cuanto pudo recuperar algo de noción y saber exactamente en qué situación se encontraban. Le dolía el cuerpo entero, pero podía sentir todo su cuerpo. Su mano aun agarraba a la de Wei Ying con fuerza, pero no era un agarre mutuo. Con dificultad giró su cabeza hacia el asiento del copiloto encontrando la imagen más desastrosa y traumática que lo perseguiría por años-Wei Ying...WEI YING ¡WEI YING! NO, NO, NO-

"No otra vez. No como ellos"

No quería soltar la mano de Wei Ying, pero si quería ayudarlo tenía que hacerlo. Con mucho dolor lo soltó y se sacó el cinturón de seguridad. Con un gemido muy fuerte, causado por alguna herida no visible, se dobló en dirección a Wei Ying sacándole el cinturón de seguridad. Abrió con manos temblorosas su lado del auto, tendría que sacar a Wei Ying por ese mismo lado, su parte de la puerta se encontraba completamente estropeada, fue el lugar del impacto, el que más daños sufrió.

-Todo va a estar bien-No sabía si se lo decía a él mismo o a Wei Ying. La punzada que sentía en su cabeza era horrible, pero tenía cosas mucho más importantes de las que preocuparse.

Con delicadeza puso su mano en la nuca de Wei Ying para no lastimarlo y comenzó a arrastrarlo hasta su asiento. Podía escucharlo gemir y solo podía llorar por no haberlo protegido.

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