Llegada Del Apocalipsis

Capítulo 7

Han Xuan y Gan Xiaodan yacían en la cama elegantemente vestidos sobre Chu Qianxun.

Ayer estaban asustados por un día.

En medio de los gritos que sonaban de vez en cuando en el campus por la noche, estuve asustado durante la mayor parte de la noche, y finalmente me quedé dormido un poco antes del amanecer, solo para ser despertado por un ruido sordo desde afuera de la ventana.

Han Xuan se sentó en la cama, "Fa, ¿qué pasó?"

El Gan Xiaodan opuesto se miró con ella.

Estaba tan asustada como estaba y perdida.

Chu Qianxun durmió en la cama vestido sin quitarse los zapatos. Se levantó de la cama y se quedó junto a la ventana.

Abrió una esquina de la cortina, la miró un rato y dijo: "Han salido las tropas. Come algo, consigue una bolsa y seguiremos al ejército ".

Frente a la puerta del Coronel H, al otro lado de una carretera, hay una colina cuesta arriba. La entrada del **** tiene un letrero que dice "Tierra militar pesada, ningún holgazán puede entrar" durante muchos años.

En el interior está la estación de cierto ejército.

Después de que llegó el día del juicio final, el ejército fue el primero en reaccionar y pronto organizó la primera ola de contraataques humanos contra los demonios.

En la etapa inicial, los monstruos no solo tenían una forma horrible, sino que en realidad respondían lentamente, tenían poco poder de ataque y, una vez, fueron efectivamente reprimidos por armas térmicas humanas.

Sin embargo, con la rápida infección y la continua evolución de los demonios, el ejército humano rápidamente cayó al suelo frente a los demonios cada vez más fuertes.

En este momento, los tanques y vehículos blindados de cierta unidad de infantería de marina del ejército abrieron con estruendo su camino hacia adelante.

De vez en cuando, el sonido de los aviones de combate que pasaban se escuchaba en el cielo.

Una larga fila de vehículos de transporte lo seguía de cerca, con soldados fuertemente armados sentados ordenadamente en los vehículos.

Muchos vehículos estaban manchados de sangre, pero la expresión de los soldados seguía siendo seria y tranquila, sin estar demasiado nerviosos.

La ciudad a primera hora de la mañana pareció despertar con esta rueda retumbante.

Las personas que habían estado en pánico todo el día y la noche asomaban la cabeza fuera de sus escondites.

Una tras otra, muchas personas tomaron su equipaje, caminaron o condujeron, y siguieron al ejército que se movía lentamente.

Una larga fila se fue formando gradualmente.

"General de división, la gente está siguiendo".

El principal general de división recibió un contacto por radio de sus subordinados.

Déjalos seguir. Aunque no hemos recibido la orden de rescate ahora, no podemos dejar a la gente sola. Si podemos seguirles, dejémosles seguir. Especialmente a los estudiantes de la Universidad H, proteja tanto como sea posible ". El general de división, que era solo un hombre maduro, tomó una decisión. , "¡Pero! Una vez que encuentre signos de demonización, ¡no es necesario que lo informe y lo mate de inmediato! "

Chu Qianxun se lavó la cara con agua fría en el baño y levantó la cabeza, sosteniendo el espejo con la palma húmeda.

El rostro en el espejo era joven, tierno, hermoso e ignorante del mundo, no cómo se veía antes de renacer.