El show debe continuar

Capitulo 7: Como pasó

Alguna vez les había contado como fue que se enamoraron? Que acontecimientos llevaron al par de casi desconocidos jóvenes a terminar tan perdidamente encantado del otro? Y lo más impresionante e importante de todo… cómo fue posible en tan poco tiempo?

Fue más allá de simples coincidencias en gustos, similar manera de pensar y perspectiva. Lo suyo iba más allá que la relación promedio, era algo que a pesar de no haber sido predicho por el destino en sus historias… la fuerza de atracción que cada uno tenía rompió con toda creencia existente y por existir.

Después de todo, negativo con negativo da positivo.

Capitulo siete: Como paso.

Es que acaso era su apariencia? Quizá lo poco que sonreía?

Dicen que los chicos aman verlas sonreír…

Analizando a fondo ese mito, Momo no podía evitar seguir teniendo sus dudas ante si lo que decían era cierto. En el caso de Ashido, su carismática y energética amiga pelirosa, bastaba con que curve solo una pisca sus labios para que todo aquel que estuviera cerca voltee a contemplarle.

Todos con buenas vibras y con muchas ganas de conocerla, sin miedo o desconfianza alguna.

Otro buen ejemplo para fortalecer la afirmación era su castaña compañera, esa dulce pero luchadora fémina que parecía dejar por detrás suya un rastro de flores y miel. Si Uraraka sonría… todos sonreían.

-"Tal vez… Kyouka…?"-dijo en voz alta, levantando su índice con un semblante determinado.

Mas su gesto fuerte se desvaneció al recordar que incluso las chicas de apariencias más duras, como lo era su mejor amiga, ya habían logrado tener comiendo de la palma de su mano a una pareja.

-"Quizá Hagakure…?"-menciono a su invisible compañera, engañándose a propósito.

Nuevamente su pensamiento fue profundamente tachada, incluso su peculiar compañera brillaba cuando sonreía contenta… y simplemente no quería nombrar a Tsuyu, lo adorable que era la pequeña ranita ya era mucho con lo que maquillarla.

Suspirando rendida, la vicepresidente se quedó estática mirando el techo de su colosal cama, pensativa y algo desanimada… será que este destinada a terminar sola en esta vida? Estará dramatizando todo esto demasiado? No lo sabía, pero de algo si estaba consciente y eso era su estado amoroso y de lo empolvado que estaba dentro de sí.

Tal vez solo debería dejar de pensar tan racionalmente y dejarse llevar, escuchara su corazón al momento de confesársele a Todoroki, ver como saldrían las cosas al más estilo romántico. Sin embargo, ella sabía que el muchacho bicolor terminaría dándole un fuerte y claro no de respuesta.

Ella ahorcándose aquí por encontrar una forma de expresarse correctamente y parecer atractiva e interesante para alguien más que no sea Mineta, mientras que el hijo del héroe numero uno probablemente y ni se moleste por romper su inconmovible rostro.

Otro suspiro se escuchó en la habitación, Momo comenzó a reconsiderar su idea de realizar citas a ciegas… más su miedo de encontrarse con alguien parecido a Mineta, o el peor de los casos… el propio Mineta. Le mantenía negativa respecto a todo lo que tenga que ver con el amor y sus sinónimos.

Quizá algunos… no nacieron para estas cosas.

Concluyo la pelinegra, resignándose a continuar leyendo novelas clásicas del romanticismo antiguo, medio y contemporáneo con la idea de que nunca podrá ser la protagonista de una novela propia. Su última esperanza se la dio al futuro, desinteresada si es que este le presentaba una oportunidad de amar o ser amada.