S I E T E

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tw// sangre, cortes.

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Sentía como su cabeza martilleaba con demasiada fuerza, sus extremidades no se movían como quería y sus ojos permanecían cerrados sintiendo como eran demasiado pesados para querer despertar. No sabía que había pasado, cuánto había pasado ni donde estaba, pero de alguna forma se sentía más tranquilo, aunque su corazón se apretujaba cuando llegaba a su mente su situación actual.

Yeon Jun finalmente abrió los ojos entrecerrándolos brevemente por los rayos de sol que colaban por la ventana, se encontró con un techo de madera que tenía algunos agujeros, eran pequeños, pero estaba seguro que cuando llovía eran muy molestos, podía ver algunos insectos pasando por ellos. Luego recordó que se había desmayado en medio del bosque y la fina calma que había sentido se convirtió en una vorágine de incertidumbre e intranquilidad.

Frunció el ceño siendo una de las pocas acciones que podía lograr sin que la cabeza le estallara por completo, se encontraba deshidratado y hambriento, por supuesto que lo sabía, el día anterior habían robado pan y vegetales de una cabaña en medio del bosque, pero en medio de un encuentro con otro dragón en el bosque dejaron caer las provisiones sin querer y ya no tenían nada.

Tanteó a los lados encontrando una pequeña mano algo fría a su lado, giró su cabeza con cuidado sintiendo las punzadas en todo su cuerpo, pero logró resistir. Encontró a su hermano menor boca arriba durmiendo plácidamente. Quiso llorar un poco de felicidad al saber que se encontraba a salvo, pero a la vez se preguntaba cómo había llegado allí, como él también se encontraba allí y como es que parecía como si todo fue un sueño.

Un sueño.

Ojalá todo fuese un sueño. Quizás Yeon Jun y Beom Gyu se encontraban jugando por el castillo, tropezaron y se golpearon con fuerza en la cabeza, es por eso que ambos estaban acostados descansando, es por eso que su hermano menor estaba durmiendo plácidamente, es por eso que...

—Despertaste—habló una voz desconocida a su lado.

Se giró algo alarmado, su cabeza parecía querer estallar cada vez con más fuerza. A su lado había un rostro preocupado observando sus movimientos, su rostro tenía facciones finas, su cabello era blanco y sus ojos pequeños tenían el color del cielo. No era una de sus nodrizas.

Decepción.

Se sintió como si algo se hubiera quebrado, una fantasía tan frágil se rompió en solo segundos y solo quería llorar.

—¿quién...? —se detuvo, su voz era tan ronca que no podía reconocerla.

—No es necesario que hables—le sonrió dándole confianza. Lo olfateó levemente, no era algo que haya conocido antes, pero era un omega, definitivamente era un omega.

Yeon Jun inspeccionó la habitación con la mirada, no había mucho, era solo una pequeña cabaña posiblemente en medio del bosque. Encontró otra cama detrás del conejo, había alguien ahí, pero no lograba verle el cuerpo completo, tan solo una cabellera azabache.

—beom... —giró su cabeza hacia el lado de su hermano ya ni siquiera preocupándose por el dolor insoportable que tenía en la sien.

—Tu hermano está bien, le dimos algo de agua hace poco—respondió adivinando lo que quería preguntar. —Tu hermanita también se encuentra bien, le dimos una pequeña porción de comida hace poco.

Yeon Jun no se movió, miraba como la respiración de su hermano era tranquila y amena. Yuna también se encontraba allí, de seguro debe estar corriendo de aquí para allá o quizás intentando volar como intentó hacerlo desde que bajaron. Así que, ¿se encontraban bien? ¿estaban seguros? No debería bajar la guardia, pero se sentía tan seguro, tan cálido. Quería cerrar los ojos y seguir durmiendo.

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⏰ Letzte Aktualisierung: Jun 29, 2021 ⏰

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Between the sky and the earth // ATEEZWo Geschichten leben. Entdecke jetzt