MIMTHERIA | HARRY J. POTTER

12| 𝖙𝖍𝖗𝖊𝖆𝖙𝖘

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⠀⠀⠀⠀LA CLASE DE POCIONES ERA UN VERDADERO MARTIRIO, desde que Snape le había prohibido sentarse junto a Dominic no hacía más que fallar una y otra vez en la preparación de sus pociones, lo que hacía lo hacía todavía peor era que Snape no desaprovechaba aquellas oportunidades para humillarla frente a todos sus alumnos.

—¿Puedo sentarme aquí? —Lyanna levantó la vista y se encontró con Harry, sintió como en su estómago se retorcía algo dentro, de seguro sus nervios, no había hablado mucho con Harry después de que el chico soltara sus sospechas sobre ella con sus amigos, sin embargo, asintió.

—No sé si esto sea una buena idea —le murmuró Lyanna a Harry, él al miró con confusión, pensando que Lyanna rechazaría sentarse con él—; dos de las personas que más odia Snape, juntas, muy mala idea, siéntate bajo tu propio riesgo.

Harry sonrió y suspiró, aliviado, se sentó a su lado y comenzó a sacar sus cosas de la mochila, Lyanna le dedicó una sonrisa amable y también sacó sus cosas y juntos esperaron a que comenzara la clase.

En cuanto hubo entrado el último alumno al aula, Snape fijó la vista en Lyanna y Harry pero no dijo nada, permitiéndole a la chica respirar por un minuto. El profesor comenzó a hablar y Lyanna se perdió entre las palabras de Snape, llevándola a cualquier lugar menos a la clase que estaba presenciando.

Snape comenzó a escribir las instrucciones de la poción de aquel día, y Lyanna veía a duras penas, por lo que supo desde ese momento que su poción sería un desastre.

—¿Cómo logras ver desde aquí? —le preguntó Harry, tratando de ver lo que había en la pizarra.

—No lo hago, solo me dedico a tratar de adivinar las palabras —contestó la castaña —. ¿Cómo vas con la prueba, Harry? Ya solo quedan dos días, espero estés cerca.

—He resuelto el enigma —murmuró el chico con una mueca, aquel tema lo ponía nervioso —. Pero todavía no encuentro algo que me ayude a respirar bajo el agua por una hora.

—De seguro hay algo por ahí —le sonrió Lyanna, pero en ese momento su poción comenzaba a chillar y soltar una especia de humo café, así que dirigió su total atención a la poción.

—Maldición —murmuró la chica, el chillido comenzaba a escucharse por toda el aula, Lyanna trataba con todo su ser pasar desapercibida ante el profesor, pero siempre le era imposible lograrlo, así que ahí estaba de nuevo viendo como el profesor se acercaba de nuevo a su mesa con una mirada que le decía que se preparara para una humillación, una gran humillación.

Cuando el profesor se posicionó a su lado miró dentro del caldero de Lyanna e hizo una mueca como cuando uno mira a la persona que más odia en el mundo ganar un millón de dólares, exacto, con mucho asco. Hizo un movimiento tan sutil con la varita, que Lyanna creyó tontamente por un segundo que el profesor le ayudaría con su poción, pero no fue así, el profesor la había desaparecido y con ello su calificación.

—¡Podía arreglarlo! —reclamó Lyanna con furia —¡Todavía no terminaba! —gritó, se levantó de su lugar bruscamente con el caldero en la mano —, ¡No tiene derecho a hacer eso!, ¡Ni siquiera la ha calificado!

—¡Baja eso, Fawley! —le advirtió Snape con calma, cosa que le hacía falta a Lyanna, hizo caso omiso a lo que dijo su profesor—. Además, no necesito calificarla para saber que la única calificación que mereces es T de Troll —los de Slytherin soltaron fuertes carcajadas, logrando enfurecer a la chica —. ¿No puedes diferenciar entre unos simples ingredientes?, ¿Le toma tanto a tu diminuto cerebro saber la diferencia entre dos plantas?