Teles.

•3•

Creo que yo se puede catalogar como el día más estresante de mi vida debido a que mis padres no han parado de recibir pedidos sobre vestidos para unas señoritas de alta sociedad que irán de paseo al reino Teles.

Me interesa el tema.

Entonces desde que he abierto los ojos esta mañana no he parado de ayudarlos para avanzar además que papá ha tenido que salir por búsqueda de más telas que han escaseado en el lugar. Chillo al sentir como la aguja hiere la yema de mis dedos, al estar tan apurada he recibido más de 10 pinchazos en toda la mañana.

A este paso me quedo sin sangre y sin dedo.

Mamá dispone a coser las telas ajuntándolas mientras yo sólo uno las piezas con alfileres, mi hermana está recortando los modelos. Un gran trabajo en equipo debo agregar lamentablemente a mi hermano no le llama la atención la industria por lo que sirve servicios al ejercito de Leucosia.

Las señoritas que habían llegado esta mañana solicitando los pedidos estaba eufóricas exaltando que irían al reino del descontrol. Todas parecían chillonas mimadas de sus padres, solo haciendo que mi mañana tuviera un gran dolor de cabeza.

Muerdo mis labios al ver que he finalizado unos de los diseños por lo que, se lo dejo a mamá encima de su mesa. Tiro la cabeza hacia atrás en la silla donde me encuentro mirando como el techó blanco necesita un poco de limpieza. Todos los hilachos de la ropa se encuentran en mi vestido sencillo, lloriqueo, estoy tan cansada y con hambre.

-¿Madre, puedo marchar a comer algo?.- Cuestiono caminando a su lado.

-Ve mi niña, si quieres dile a Mila que te acompañe.- Musita concentrada.

-Mila ¿Vamos a comer?.- Inquiero cariñosa.

-Dame un segundo.- Espeta cortando un pedazo de tela.

Espero unos minutos hasta que Mila me anuncia su finalización por lo que nos tomamos de la mano saliendo a la calles de Leucosia. Siempre estoy maravillada por los increíbles pastos del lugar que bordean las calles de concreto aireando su toque natural, igualmente los comercios tan cuidados que podrías admirar de cerca los limpios de estos.

Entramos a casa quitándonos los zapatos al entrar para marchar directo a la cocina, sonrío, llego la hora de mi absoluta felicidad.

-¡De mi no te salvas Alina!.- Vocifera mi hermana.

¿A esta que le pico?

-¿De que hablas Mila?.- Cuestionó extrañada.

-De tu tiempo con el príncipe anoche.- Sonríe malvada.

Ruedo los ojos, esto no puede ser real.

-A ver, ¿que quieres que te cuente?.- Me cruzo de brazos.

-¿De que conversaron?.- Insiste.

-Nada, solo me ofreció cenar con él esta noche, mamá anoche grito de júbilo al ver que su pequeña hija tendría una cita con el " príncipe ".- Admito riendo.

-En qué momento que nunca me entere Alina.- Agrega.

-Estabas en tu habitación hermana, pero no es algo del otro mundo.- Le quito peso buscando en la alacena.

-¿¡QUE NO ES NADA DEL OTRO MUNDO!? ¿¡ESTAMOS HABLANDO DEL PRÍNCIPE DUEÑO DE MIS SUSPIROS!? Acaso te volviste loca Alina.- Brama chillona.

-De mi parte es para ti solita, pero es una buena causa Mila.- Finalizó.

Me siento en la mesa comiendo de los tacos hechos por mamá hace unos días, Mila solo me fulmina con la mirada provocando que me ría como foca. Tengo claro su serio enamoramiento ficticio por el príncipe, siempre suspirando por su belleza y según ella su " sedoso canelo rubio ". No negaré que es guapo, pero mis encuentros con él serán por beneficio a dudas. Agregando que aquella conversación de aquel día no sale de mi cabeza, incrementando mis dudas hacia las acciones del reino o mejor dicho el " príncipe ".

~Flasback~

Me acerco recogiendo las hojas del jardín de casa viendo como los guardias a unos metros miran su alrededor atentos. La luz de la luna ilumina la oscura noche donde solo animales hacen ruidos.

-¿Crees que alguien sospechara algo?.- Cuestiona uno de los guardias a otro.

Me escondo detrás de unas largas flores.

-El príncipe quiere toda la discreción respecto al tema, sabes que si los ciudadanos se enteran estaremos perdidos.- Comenta el otro guardia.

-El rey de Teles hace un poco le hizo una advertencia al príncipe Betmall de sus peligrosas acciones pero no toma cabeza. Además de que esta consiente de sus acciones, puedes ser peligrosa quien descubra aquello.- Se miran preocupados.

-El rey Betmall sabe que tendrá que hacer algo rápido o parar su plan por el hecho de que luego será muy obvio.- Finalizan.

Ambos miran a su alrededor asegurándose que no "haya" nadie. Sin embargo no se percatan que escuche toda la conversación por lo que me lleva a incrementar la duda.

¿Que es aquello peligroso y arriesgado que hace el príncipe Betmall  no quiere que los habitantes se enteren?

¿No que es un joven que se rige por la justicia?

Vuelvo viendo como Mila ya no me acompaña, aquel día luego de eso hace unos meses he estado dudosa de el príncipe. Si comentaron aquella conversación es por que existe algo detrás, haciéndome pensar que aprovecharé la oportunidad sacando algo de información.

Subo a mi habitación acostándome en mi cama rosa, miro la ventana frente a mi cama dejándome llevar de esa minuciosa curiosidad que me ataca. Por más poco
Informático o poco importante, es inevitable no sentir esa sensación cuando las cosas no cuadran. Me he sentido tonta pensando que tal vez sea una de mis paranoias, pero en el fondo siento que algo muy oscuro se trae el príncipe.

Aunque no haya pruebas más que esa conversación.

No importa, mi objetivo es claro sobre acercarme a él. Tengo más de dos meses planeando aquello, saliendo mi primer paso a la perfección como la escena del baño. Sonrió, es increíble como el se dejo llevar de mi supuesta " distracción " teniendo muy en claro que sabía sus movimientos.