Cap 3

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POV Wanda

Ma-ta-do.

Yo había asesinado a un hombre.

El pánico se apoderó de mí. A mí alrededor todo lucía tan confuso.

Sólo pude reparar débilmente en los hombres que entraron corriendo, guiados por Clint, en el griterío que inundó el lugar, y en Natasha, que me tomaba en brazos, hablándome.

No podía oír lo que decía. Sólo veía sus labios moverse frente a mí, como en cámara lenta.

Las imágenes estaban distorsionadas, y comencé a hiperventilar.

Natasha seguía hablándome, con los ojos fuera de lugar.

Luego todo se volvió negro

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Alguien estaba acariciando mis cabellos acompasadamente.

Natasha, era Natasha. Me abrazaba por detrás, mientras me consolaba tiernamente.

Olía a casa.

Me giré entre sus brazos, y me encontré de lleno con sus preciosos ojos y su rostro pálido.

Natasha no dijo nada, y yo tampoco lo hice. Nos miramos durante minutos, en silencio, evaluando el estado de la otra sin decir palabra.

Sin previo aviso, el horror me golpeó con fuerza.

-Shh, tranquila.- Natasha me estrechó contra su pecho, mientras sollozos desgarradores escapaban de mi pecho sin control.

-Lena.- Logré susurrar entre lágrimas.

-Está con Pietro, dejé a cinco guardias protegiendo a tu hermano cuando nos fuimos. Los llamé, nada sucedió allí.

Me sentí más aliviada, pero el espanto seguía allí, muy presente.

-Mis manos.- Murmuré, contemplando las palmas de mis manos con los ojos muy abiertos.

-¿Qué sucede con ellas?

-Están manchadas de sangre.- Susurré, y Natasha las tomó entre las suyas, acercándolas a su boca para besarlas, primero una y luego la otra.

Las levantó, examinándolas cuidadosamente.

-Yo no veo ni una sola mancha en ellas.- Declaró cuando hubo terminado, y volvió a estrecharme entre sus brazos.

Rendida, me dejé rodear por aquella bruma de dolor, sollozos y palabras de consuelo susurradas.

-Esto tiene que parar.- Susurré finalmente, cuando mis ojos ya estaban irritados por tantas lágrimas derramadas.

-Ya hablamos sobre esto.- La sentí tensarse bajo mis manos, pero su voz no sonó brusca como pensé, simplemente decidida.

No lo haría.

No lo intentaría.

-Necesito darme un baño.- Masculle, y ella se relajó ante el cambio de tema.

Se incorporó conmigo en brazos, y me cargó hasta el cuarto de baño.

Con paciencia, me ayudó a despojarme de mi vestido, y luego me miró fijo.

-¿Quieres que me vaya?

-No.- Respondí al instante.- Quédate.

La necesitaba ahora.

Ahora más que nunca, luego de haber tomado mi decisión.

Me dejé hacer, mientras Natasha me enjabonaba como a una niña pequeña.

Mía; ScarletWidowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora