Capítulo Cinco

12K 1.6K 100
                                    

Yoongi bebía de su cerveza incómodo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Yoongi bebía de su cerveza incómodo. Johnny había ido al baño hace unos minutos, no sabía qué hacer.

— ¿Desea el servicio especial? —el chico con orejas de conejo se acercó a él con una sonrisa. Yoongi enseguida sintió ese aroma, también era un híbrido.

—No... Esto... —mira el gafete —. Kookie.

—Si desea otro servicio, podría consultarlo con uno de los meseros, si cambia de opinión sólo llámame —le guiña un ojo para irse de ahí.

Olía increíblemente delicioso, tal vez el chico estaba en sus últimos días de celo. Lo que le recordaba que el de él estaba muy cerca también.

—Disculpe —Hoseok se acercó a él con una sonrisa —. ¿Desea algo más?

Yoongi se le quedó mirando por unos segundos. No se sentía capaz de articular una palabra, se sentía bastante mareado por los olores en el sitio.

—Estoy bien así... Oye, ¿por qué trabajas en un lugar como éste? —el chico estaba sorprendido, su rostro se tornó un poco triste pero recuperó la compostura rápidamente.

—Bueno... La paga es buena y para un chico que siempre fue malo en la escuela, bueno... —se encoge de hombros —. Si desea algo más-.

—Hoseok. Ya no trabajes aquí —suplicó triste, el chico estaba confundido.

—Este... —Yoongi le toma de la mano para acercarlo a él, sus ojos conectaron por unos segundos —. Es extraño la sensación —susurra Hoseok, claro que recordaba a ese chico hace unos días fuera de su departamento, pero, que hable con tanta familiaridad —. ¿Nos conocemos?

— ¡Seok! —Jimin le hablaba desde el otro lado, venía corriendo apresurado —. Un cliente, quiere verte —el chico asiente, a punto de irse, Yoongi aprieta su agarre —. Disculpe, tengo que irme, mi compañero le atenderá.

—No, Hoseok, vámonos —Yoongi se levanta para irse de ese lugar con él.

Antes de poder seguir avanzando unos sujetos se pusieron delante de él, empujandolo para que soltara a Hoseok.

El ruido había llamado la atención de las personas, todos estaban expectantes a lo que sucediera. Varios se reían y otros tenían expresión de sorpresa. Normalmente no había peleas en ese lugar.

— ¡Eh! ¡Eh! ¡Tranquilos todos! —un sujeto se acercó al escándalo para mirar a Yoongi en el suelo —. ¿Qué sucede aquí?

—Planeaba llevarse a uno de nuestros chicos —habló uno de los guardias molesto mientras lo miraba —. Jefe, deje que nos encarguemos de él.

—No será necesario, déjenme hablar con él chico —el sujeto le mira nuevamente —. Acompáñame —Yoongi se iba a negar pero uno de los guardias le tomó del brazo y lo obligó a seguirlo.

Él camino dirigía a una habitación de color negro, muy apartado de los demás. Finalmente ingresaron, era alguna clase de oficina muy cómoda y elegante.

—Bien, chico —el sujeto se sienta mientras prende un cigarro —. Llevarse a un chico de esa forma, en su contra, es ilegal, ¿lo sabías? Te podemos llevar con la policía por acoso o secuestro, cualquiera de las dos, vas a terminar mal. Así que, dime, híbrido —Yoongi se pone nervioso al escucharlo —. ¿Qué propones hacer?

Hubo un silencio extenso.

—No quiero que Hoseok siga trabajando aquí —responde con voz firme.

El sujeto alza una ceja.

— ¿Hoseok está de acuerdo? Él sigue viniendo por una razón: una deuda. Si ya no quieres que trabaje aquí, paga su deuda —extiende su mano —. Anda, pon aquí los dólares, Hoseok se irá después de eso —Yoongi aprieta sus puños.

— ¡Usted solo se beneficia de sus necesidades!

—Bueno, algunos deben pensarlo mejor antes de meterse en algo así, ¿no crees? Hoseok terminará de pagar esa deuda en unos cinco años más —exhala el humo —. No aumentes más su deuda chico, es una advertencia.

—Le pagaré.

—Hmmm... ¿Qué harás? Ya tengo muchos híbridos en mi negocio, a menos que quieras trabajar en otras de mis sucursales  —apaga el cigarro —. En trabajos normales no aceptan a híbridos. Son un verdadero problema.

—Encontraré una manera, y no necesito trabajar con usted —exclama molesto —. Ya verá.

—Hm... Bueno, si estas tan seguro, te daré mi cuenta de banco, una vez que tengas dinero ve a depositarlo ahí, la deuda de Hoseok irá bajando de esa forma. Tendrás que pagar una vez por semana al menos o te cobraré intereses —Yoongi estaba a punto de replicar —. Buena suerte, aquí está cuánto es lo que me debe —le había escrito en un papel —. Puedes irte, ah... Por cierto, tienes prohibido a regresar a éste lugar, si te vuelvo a ver aquí, haré que mis híbridos te coman.

Con esa última advertencia dejó que el chico se fuera.

Una vez afuera, Yoongi vio la hoja. Su mano temblaba.

—Hoseok... ¿Con quién rayos te metiste? —solo podía observar los infinitos ceros en aquella hoja —. Agh, no hay de otra.

Yoongi sabía que podía irse y no involucrarse en ese problema, pero... Hoseok había sido tan bueno y gentil con él, no lo dejaría solo.

No ahora que quería tener preciosos gatitos con él.

¡Ayuda, mi gato quiere tener gatitos! //Yoonseok// Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora