No vales nada (Terminada)

19. Solas

Narra Sara

Cuatro días con sus cuatro noches correspondientes han pasado. Desde que Kevin nos trajo aquí.

Cuatro días llenos de angustia, miedo y desesperación. No saber que ocurre fuera me está matando, pero tengo que ser paciente y recordar lo que Kevin me dijo:

Flashback

Viajamos en el coche, nos acompañan Nana y Anne. Kevin está muy nervioso conduce rápido y brusco.

Le regañó le digo que si no nos matan ellos lo va a hacer él, aparta un momento la mirada de la carretera y la fija en mi, me dedica una sonrisa mientras guiña un ojo.

-Sara quiero que me escuches atentamente no sé cuánto tiempo voy a estar fuera tienes que ser fuerte por Anne y por mí. No nos vamos a poder comunicar vais a estar aisladas, es la única manera de que estéis seguras tenéis provisiones para un mes. Un mes como máximo es lo que estaré fuera no podéis salir y si salís no podréis alejaros demasiado de la cabaña es mejor que no habléis con nadie si llegado el momento aparece alguien.

Yo asiento con la cabeza y comienzo a pensar en cada una de las palabras que ha dicho.

Fin del Flashback.

Estoy en el sofá leyendo es el último libro que me queda en la casa por leer, Nana está echando la siesta junto a Anne. Aunque leer me encanta siento que me empiezo a aburrir.

No hacer nada en todo el día, bueno hacer si hago recojo y limpio la casa junto a Nana. También me ocupo del bebé pero aveces siento que no valgo nada. Yo quiero hacer más!!

Acabo de oír un ruido cerca de la puerta, cojo la escopeta que Kevin me dio y me acerco muy despacio.
El pomo gira, la puerta comienza abrirse lentamente.

- No des un paso más o disparo.

Apunto al hombre que hay en la puerta parado, él me mira y cae redondo contra el suelo

- Nana, Nana ven ayudame.

Como podemos colocamos al hombre sobre el sofá, está herido pero no parece grave.

Limpiamos sus heridas y ponemos paños de agua fría sobre su frente para bajar la calentura.

Han pasado varias horas y él sigue dormido o inconsciente. Aunque lo hemos socorrido todavía no me fío de él.

Nose quien es, ni que intenciones trae. Así que tengo que estar preparada para cualquier cosa.

Un día más en esta cárcel, si la llamo así porque se está convirtiendo en eso para mí.

El extraño que llegó ayer en la tarde todavía no ha recuperado la consciencia, aunque creo que está mejor ya no tiene fiebre.

Con dificultad estoy consiguiendo que tome agua.

- Nana, necesito salir un poco a tomar el aire. Le digo mientras le entrego la escopeta.

Es media tarde se está tan bien en medio del bosque, la temperatura es agradable, el aire mece las copas de los árboles, los pájaros cantan...

Es un lugar maravilloso reconozco que sino fuera por las circunstancias en las que me encuentro seguro que este sería mi lugar favorito.

Estoy sentada bajo un árbol, cerca de la entrada. Escucho un estruendo parece un disparo.

Corro hacia casa como si no hubiera un mañana. Abro la puerta de golpe y no veo nada fuera de lo normal, el extraño sigue dormido y Nana me mira con cara de incredulidad.

- que pasa niña, porqué tan acelerada?

- nada, nada.. oí un disparo, pensé que ocurría algo malo. Digo con fatiga por la carrera.

Debe de haber sido un cazador, voy a volver a salir a ver si veo algo, tendre cuidado no quiero que me confundan con un ciervo.

Estoy escondida tras unos árboles, hay un campamento está a unos dos kilómetros de la casa, si lo se!! Al final me aleje un poco.

Los escucho hablar, están buscando a un traidor, mañana levantaran el campamento.

Están convencidos de que está muerto, y las alimañas han devorado sus restos.

Me alejo de allí con cuidado, ojalá no me descubran. Mientras camino hacia la casa muchas preguntas llenan mi mente, será al que buscan? Será malvado? Y si es un asesino?

Ha pasado una semana, al fin a despertado pero está muy débil para poder moverse aún.

- Quién eres? Y qué haces aquí? Pregunto alzando la voz, no creo que lo intimide pero no sé que otra cosa puedo hacer.

- Taylor, mi nombre es Taylor. Consigue decir con dificultad.

Nana le acerca un vaso de agua, el se lo toma de un trago, también le da un sándwich y una pieza de fruta que devora en un pis, pas.

Cuando termina de comer, veo como intenta sentarse pero le cuesta demasiado la herida de su abdomen todavía no ha sanado.

Entre Nana y yo conseguimos enderezarlo. Nana se marcha a la cocina y le trae un analgésico.

- nos vas a decir quién eres y qué haces aquí de una vez!!

- Bueno ya os he dicho que mi nombre es Taylor estoy aquí porque, porque...

- no inventes nada, dinos la verdad. Digo enfadada.

- está bien, me junte con quién no debía. Pagaban bien y era un trabajo fácil, solo tenía que llevar paquetes a las direcciones que me indicaban.
Pero hace unos días algo sucedió, algo sobre un incendio, una plantación, me asusté, aunque suponía que hacía algo ilegal, en ese momento lo estaba corroborando. Vendrán a por mí y me mataran. Termina diciendo mientras pone las manos sobre su cara.

- No te preocupes por eso, ellos hace días que se marcharon, creyeron que estabas muerto y que los animales te habrían devorado.

Su cara cambia, parece estar aliviado.

- Necesitas descansar todavía no estás recuperado. Digo para después colocar una almohada bajo su cabeza.

- gracias, por haberme salvado. Dice mientras sujeta mi mano.

- no tienes por qué darlas ahora descansa, una cosa más sabes el nombre de tu jefe.

Tengo una corazonada, igual me equivoco pero algo dentro de mi sabe de quién se trata.

- No lo se, pero una vez escuche a unos de los muchachos decir que Walter se creía el jefe y les gustaría ver la cara del señor Márquez al escucharlo decir lo mismo.

Le dejo una sonrisa  y salgo al porche de la casa.  No puede ser casualidad que esos no sean mi tío y mi suegro.

En cuantas cosas más estarán metidos, solo espero que Kevin este bien. Creo que por defenderme se está metiendo en un mundo oscuro y peligroso.