Epílogo

171 18 11
                                    

No te has ido y ya te extraño de más.

Yo no te olvidaré jamás.

Tú júrame que volverás...

Y aunque ya sé que todas las historias tienen su final.

Ya no me pidas que de ti me olvide, que no soy capaz.

+ . Aitana, Cali y El Dandee.

Cinco días después...

08 de marzo, 2020

MASON

—Amigo, ya levántate. Tenemos trabajo que hacer —Connor tira de la manta que me cubre, pero me niego a levantarme de la cama.

—Se ha ido, Connor. Se fue por mi culpa —digo girándome para verlo.

—Mira, todos estamos tristes ¿Sí? Y no somos tus mayores fanáticos en este momento, sobre todo Noah, pero hay que seguir adelante, hermano.

—En serio la herí —digo en voz baja y siento mis ojos picar—. Tenías que haberla visto, ella... Ella lucía tan rota.

—Igual de roto como luces tú ahora —Connor se sienta en la orilla de la cama y saca su gorra de su cabeza—. No solo tú la heriste. Ese día, Azul hizo preguntas y yo le mentí, no le tomó mucho tiempo descubrirlo, se enojó muchísimo conmigo.

— ¿Sabes dónde está? —Pregunto sentándome en mi cama.

—No —niega pensativo—, Noah no quiere hablarme, Azul no le dijo a Candice hacia donde iría porque supuso que haríamos preguntas y Reece habló con ella hace un par de días, pero ella no dijo dónde está— Connor suspira pesadamente y noto los rastros de cansancio en él—. Hermano, ella no quiere ser encontrada.

—Esta vez sí que la jodí en grande... —Tiro de mi cabello en frustración y salgo de mi cama, para caminar hacia el baño.

El reflejo en el espejo no me sorprende, luzco como me siento. Mis ojos están rojizos, las ojeras se notan de sobremanera y mi barba luce descuidada, mi cabello se dispersa en distintas direcciones por la cantidad de veces que he tirado de él. Luzco demacrado, estoy agotado y no tengo ánimos para hacer algo. Solo quiero arreglar esto, solo quiero a Azul de vuelta, conmigo.

—Jacob llamó —dice Connor asomando la mitad de su cuerpo en el baño—, ya vienen en camino. Toma una ducha y yo iré a prepararte algo decente de comer.

—No tengo hambre —digo sacándome la camisa.

—No me importa si tienes hambre o no. Comerás de todas formas, lo último que necesitamos es un miembro de la banda enfermo.

Connor me mira en forma de advertencia y se gira dejándome solo en el baño. Me adentro en la ducha y dejo que las gotas de agua fría me cubran por completo, dejo que mi mente divague, tal vez así deje de estar entumecido. Desde el momento que vi a Azul marcharse todo cambió, es como si la tierra se hubiese abierto bajo mis pies para tenerme cayendo en un pozo sin fondo.

Evito pensar, evito llorar y evito la necesidad que surge junto a esa voz que me dice que debo llamarla, escribirle... Encontrarla.

Luego de quince minutos dejo la ducha, busco algo de ropa deportiva y suspirando pesadamente, dejo mi habitación.

Connor sostiene una hoja doblada en sus manos y al verme me la tiende.

—No la leí, estaba en la sala de música y es para ti —frunzo el ceño y tomo la hoja, no he entrado a la sala de música en seis días. No había salido de mi habitación, siendo sincero.

Paso mis ojos de él al papel frente a mis manos y mi corazón se acelera al ver mi nombre escrito en una delicada letra cursiva, una letra que conozco a la perfección.

Es una carta de Azul. 

Nos vemos en los agradecimientos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Nos vemos en los agradecimientos.

>>>>>>>

>>>>>>>

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
AZUL: Entre Letras Y Canciones #1 "Un Relato Musical" - COMPLETAWhere stories live. Discover now