28. ¿Una dura prueba?

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Si hay algún error me lo harían saber, gracias 🌷

ACONSEJÓ TENER UNA ALMOHADA O PAÑUELO POR SI LLEGAS A GRITAR O LLORAR :)

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La angustia se apoderó de Minho. ¡Se estaban enrollando! No, no sería capaz de llegar tan lejos. Era demasiado mezquino incluso para Jisung, se dijo en un intento desesperado por calmarse. Entonces escuchó algo más que unos besos, escuchó también el chasquido de una tela al desgarrarse, y de repente una presión espantosa aplastó sus costillas. Se quedó totalmente congelado. No solo se estaba tirando a ese desvergonzado, sino que lo estaba haciendo encima de él como si fuera realmente una mesa. Las lágrimas cayeron por sus mejillas a medida que notaba el vaivén de las embestidas y los jadeos del chico. Se mantuvo rígido, tenía la sensación de que en cualquier pestañeo se rompería en mil pedazos como una frágil copa de cristal. De vez en cuando sentía también la fricción de sus genitales a través de la fina sábana y tuvo que cerrar la boca para contener las náuseas.

                     

Jisung siguió penetrando a Jeongin con rapidez y sin ninguna emoción. Quería demostrarle a Minho y a sí mismo que era un hombre libre. Que ya no ejercía ningún influjo sobre él y que si quería follarse a otra persona podía hacerlo sin sentirse culpable. Pero la opresión que atenazaba su corazón no hacía más que contradecirlo. Furioso, cogió al rubio por las caderas y lo bombeó más rápido para terminar cuanto antes con aquella situación. Jeongin fue subiendo el volumen de sus gemidos a la vez que Jisung incrementaba el ritmo de sus sacudidas, hasta que le sobrevino el éxtasis y gritó todo lo que pudo para fastidiar a Minho. Llevaba tanto tiempo siendo el segundo plato que el placer de la venganza fue superior al del orgasmo.

                     

Cuando acabaron el pelinegro se volvió a colocar la bata y le entregó su ropa, deseando despacharlo de una vez.

                     

—Tu camisa está algo rota pero creo que te la puedes poner sin problemas.

                     

Jeongin se vistió en silencio. Ya estaba acostumbrado a su trato frío y cortante.

                     

—Bebé, sigues siendo un magnifico follador. Si quieres repetir algún día, ya sabes —le dejó caer.

                     

El mayor se mantuvo serio y distante. Nunca en su vida se había sentido tan asqueado.

                     

—No creo que eso vuelva a suceder —objetó con franqueza.

                     

Jeongin contempló su expresión oscura y comprendió que hablaba en serio.

                     

—Muy bien, pues en ese caso espero que seáis felices y comáis perdices —replicó enfadado antes de alejarse hacia la puerta.

                     

En cuanto se marchó, Jisung se acercó a la mesa, retiró la sábana de Minho y le quitó la mordaza.

                     

Love Debit : HanknowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora