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ㅤ‹ Esto es un libro de ONE-SHOTS,
o escenarios como gusten llamarlo.
ҩ. Lectura con una _____ llena de características de una OC.
ҩ. Los lemons, tendrán un "🍋" al lado del título, por favor leer bajo su responsabilidad. Y si no...
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Un joven de aspecto intimidante pero burlón, se te acercó. Posando su pie izquierda en la superficie de cemento de aquella fuente de agua en donde tu estabas sentada.
Te miro. Lo miraste.
Y de un momento a otro, te quitó el móvil, antes de que pudieras rechistar, te lo devolvió. Dedicandote una sonrisa de lado, para pasar a retirarse.
Con una pequeña mirada de confusión, observaste tu móvil, y ahí estaba, un número nuevo, con un apodo bastante patético; El amor de tú vida.
No era la primera vez que alguien hacía algo así como para ingresar su número en tu lista de contactos, pero querías algo nuevo. Sabías que eras popular entre los chicos por tu aire de misterio, pero odiabas a horrores que se hicieran este tipo de cosas. ¿Qué ya las personas no invitan un café?.
Suspiraste con irritación, para luego sentir como alguien nuevamente se acercaba. Sin embargo, esta vez, antes de que pudieras levantar la mirada, aquel sujeto que segundos antes estaba delante, se resbaló, provocando que cayera encima y empujandote con él a la fuente. Empapandote completamente las ropas junto con el desconocido.
— ¿¡Pero que mierd- —No pudiste continuar porque sentiste el agua adentrarse en tu boca, cosa que te desagrado, provocando que empujaras al sujeto al costado y tú pudieras reincorporarte, poniendote de pie en un salto.— ¿¡Qué carajos te sucede, eh!?. —Te dirigiste al joven que al igual que tú, ya se había reincorporado. Claramente estabas molesta.
— ¿A mi?. ¡Es tú culpa por sentarte en esa maldita fuente!. —Lo miraste desconcertada, aunque él evadió tu mirada. Tú podías sentarte en donde quisieras.
— A ver, cariño.. No se si te das cuenta, pero yo puedo hacer lo que quiera.. ¡Y si yo quiero sentarme en el puto borde de la puta fuente, me siento en el puto borde de la puta fuente, joder!. —No te gustaban las miradas, y suponías que en ese momento, había tremenda bola de chismosas en el lugar, pero ahora, no te importaba.
— Maldita, por tú culpa me empape, tremenda mierda. —Expresó con cólera, mientras pasaba a sacudirse y exprimír su chaqueta de color negro.
— ¿Mi culpa?. Él que trató de imitar al idiota que se posó delante mío minutos antes, fuiste tú. —Esta vez, aquel chico que aparentemente era de tú edad, levanto su mirada.— No soy estúpida, rubia oxigenada.
Caminaste nuevamente hacia la fuente para sujetar tu celular, el cual, estaba sumergido dentro de aquel objeto decorativo. Agradecias internamente que era resistente al agua, si no fuera así, ya estarías ahorcando al joven de cabellera rubia ceniza.
Aquel chico aún no salía de su pequeño trance, fue cauteloso en sus movimientos. ¿Cómo lo supo?, pensó.
— No se de que me hablas. —Trató de excusarse, mientras miraba ahora, a su teléfono móvil. Para su mala suerte, no era resistente al agua, y si no lo ponía en arroz, dará por muerto todos los años que estuvo trabajando para comprarse aquella chatarra por su propio mérito. Y todo por tratar de coquetear con aquella chica que desde hace un buen tiempo lo traía babeando como idiota.. Justo hoy, el día en donde tuvo las pelotas para acercarsele, paso lo peor.. O lo mejor de su vida.
