Capítulo 1

168 20 6
                                    

Sonó el timbre. Chuuya abrió los ojos rápidamente. Se levantó lo mas deprisa que pudo y abrió la puerta.

-¡Dazai! – dijo con una gran sonrisa en la boca.

- ¡Chuuya! – dijo Dazai con otra sonrisa en sus labios. Llevaba puesto su típico traje negro con camisa y corbata y vendas en el ojos, cuello y brazos, como siempre. Pero algo en su expresión no era lo de siempre. Estaba feliz. Estaba más feliz que nunca, y lo mejor, era una felicidad verdadera.

- Pasa, pasa, aún no me he vestido – Chuuya debería de haber puesto el despertador más temprano, al menos para que le diera tiempo a vestirse antes de que el moreno llegara a su casa; sin embargo, haciendo preparativos olvidó por completo poner el despertador, ya que era demasiado tarde cuando llegó a su casa y además, Kouyou le estaba regañando por las altas horas en las que llegaba. – Espérame en la cocina.

Chuuya subió a su habitación. No se lo pensó mucho y se puso su camiseta blanca, chaleco largo granate y sudadera negra. Bajó corriendo con sus zapatillas en una mano, y con la otra, abrió la puerta de la cocina. Le tomó la mano a Dazai, para luego dirigirse corriendo hacia su moto.

-Ya veo- dijo de repente el moreno- Has optado por lo típico- añadió, refiriéndose a su ropa. Lo dijo con un tono molesto, el típico que siempre ponía cuando quería molestar a Chuuya y sabía que funcionaría.

- Mira quien lo dice, idiota- soltó Chuuya con un tono molesto mientras se ponía los zapatos. Realmente no quería discutir ese día, así que decidió pasar ese comentario por alto.

Se subieron ambos a la moto, Chuuya conducía, como siempre, y Dazai iba en el asiento de atrás. Agarraba a Chuuya con sus brazos en su cintura con fuerza, ya que nunca le gustó ese trasto. Además de hacer ruido, si te caes, te hace mucho daño- pensaba siempre Dazai – Y a mi no me gusta el dolor

Llegaron al destino. Chuuya había decidido llevar a Dazai al bar dónde quedaba de noche con sus amigos, ya que pensó que era una gran idea por los grandes desayunos que allí hacían, además de que era bastante lujoso, y eso al pelirrojo le encantaba.

Se sentaron en la mesa reservada y pidieron respectivamente su comida. Mientras esperaban, hablaron animadamente sobre asuntos no demasiado importantes, no sin alguna burla de Dazai y un grito de queja de Chuuya acompañado de algún puñetazo y siempre después, se oía la risa del moreno.

Chuuya y Dazai llevaban un año saliendo. Era sorprendente que hubieran llegado tan lejos, ya que el año pasado Chuuya no lo podía ni ver, ni a él, ni a nadie de la Port Mafia, ya que él sentía que no pertenecía allí. Poco a poco se fue acostumbrando y abriéndose hasta que ahora los considera su familia. Pero la situación no fue tan fácil con Dazai. Ellos dos se odiaban, era odio mutuo. Cuanto más tiempo pasaban juntos, más se detestaban. Pero al parecer, eso hizo también que se conocieran el uno al otro y poco a poco Dazai empezó a desarrollar esa clase de sentimientos hacia Chuuya. Para él el pelirrojo era la persona con más sentimientos de el mundo, y lo mejor, es que no podía ocultarlos. Por ejemplo, cuando se enfadaban, Chuuya se molestaba y lanzaba algún que otro puñetazo o patada; cuando le sonreía, éste se sonrojaba y cuando le contaba uno de sus muchos chistes sin ninguna gracia aparente, el pelirrojo hacía como si no hiciera gracia pero momentos después se empezaba a reír incontroladamente. Eso hizo que Dazai conociera mucho más al pelirrojo, porque aunque el pelirrojo quisiera, él era horrible escondiendo cosas. Una cosa llevó a la otra y Dazai terminó enamorándose de Chuuya.

La situación de Chuuya fue distinta. No sabía cuándo ni por qué pero le encantaba el moreno. Desde que lo conoció sintió una sensación agradable, nunca antes lo había sentido, por eso decidía pasar todo el tiempo que podía con el moreno, se sentía seguro y tranquilo. Igual que con Dazai, una cosa llevó a la otra, y ahora estaban sentados en un bar compartiendo el desayuno en su primer aniversario de noviazgo.

ghost of you - soukokuOù les histoires vivent. Découvrez maintenant