The Legend Of Yiling Laozu

Round 1 parte II

-Pfff.... ¡Jajajajajajajajajaja!
-....
-A-a-a-a-Tong, ¿Qué... que haces?
-El jefe me dijo que le mostrara...
-¡Idiota, nuestro proceso, enséñale nuestro proceso!
-¿Nuestro proceso? Ahhhh....
Después de subirse el boxer y los pantalones el tonto A-Tong se acercó y empezó a buscar en los bolsillos del ojigris, quien levantó las manos con diversión. En uno de los bolsillos encontró solo pelusas y en el otro...

Sintió como algo se hundía en su estómago, como un puñetazo invisible. A-Tong, con el cutter en mano, parecía temblar. Subió la cuchilla, como si necesitase estar seguro de que era el arma que creían que era.
-E-e-esto es...
La cara del Patriarca pareció alarmarse, sin dudarlo le quitó el arma, lo que su amigo aprovechó para alejarse. Los tres se juntaron codo con codo,  no sabían si para protegerse,  no es lograrán algo al hacerlo, probablemente se volverían en otras víctimas más del malvado Yiling Laozu.
-Espera, esto es un error...
-Me sorprendiste, ¡Querías agarrarme con la guardia baja!
-Claro que no, es una coincidencia, lo encontré tirado, lo pensaba entregar a...
-Era una trampa, actuar como el tonto y atacar, digno del temible gangster de Yiling.
-De hecho no lo soy, mira este cut...
-¡Se lo que es! ¿Crees que no lo reconozco? Chenqing, la temible arma del patriarca, un cutter negro y rojo.
-.... ¿De dónde sacaron ese nombre?
-Que importa, lo más importante es que si eres el temible gangster que llegó a la cima en Yiling, si quieres llegar a ser el líder de esta escuela tendrás que vencerme.
-Siii, no lo creo, yo solo venía a relajarme y a comer, aunque admito que esto fue divertido, en especial lo de los ositos.
A su lado A-Tong tuvo la decencia de sonrojarse y verse avergonzado.
-¡Nos vemos!

Fueron segundos, pero para Mo Ziyuan pareció ir en cámara lenta. ¿Cómo se atrevía aquel sujeto a rechazar una pelea con él? Lo estaba subestimando. Corrió hacia su objetivo para tirarlo al suelo, pero no contaba con que su oponente lo esquivara, así que pasó de largo y cayó al suelo, a su lado cayó el pan a medio comer del llamado Wei Ying. Sus amigos corrieron a levantarlo (a él milagrosamente, no al pan), pero A-Ding retrocedió alarmada.
-¿Qué pasa?
-¡Ssssssss-s-angre!
Se miró el antebrazo. No era mucho, solo un rasguño, pero ese rasguño fue hecho sin que él se diese cuenta. Al mirar hacia arriba lo pudo ver: lo miraba con un aire de grandeza y suficiencia, sus ojos parecían brillar del mismo color rojo que manchaba la hoja de su cutter y sus labios se curvaban hacia arriba, en una mueca de burla.
-Atacar por la espalda está mal, es peligroso, podrías lastimarme. Si te molesta que venga aquí ya no volveré, lo prometo.
-... ¡Estás muerto!

Yiling Laozu, Wei Ying, el hombre más feroz de la escuela, dio media vuelta y salió (¿o entró?)  corriendo, ondeando la mano mientras desaparecía por la puerta. No razonó, no reflexionó que su enemigo era más fuerte, la rabia lo había dominado. Se levantó y salió tras el infame gangster, sin importarle haber golpeado a A-Ding en el hombro. Sus sollozos lo siguieron en las escaleras. No era muy bueno en deportes, pero corrió hasta sentirse sudoroso, entonces vio la cabellera distintiva de su enemigo entrar a un salón.

Se detuvo a trompicones, intentando regular su respiración. El salón de química olía a sustancias de todo tipo, en la mesa cercana había uno de esos envases para los experimentos con agua o lo que sea, en otras mesas también habían instrumentos de química, pero ningún ojigris a la vista. Fue coincidencia, o fue predispuesto por el destino, porque al agacharse se encontró de frente con su presa, que parecía sorprendido y divertido en partes iguales.
-¡Atrapado!
-Sal... Sal de ahí y... y peleemos...
Al parecer se había rendido a su destino, porque salió de la mesa y se paró frente a él...
-¿Pelear? Que aburrido, prefiero ir a dormir al salón.
... O talvez no.
-¡¿Crees que es una broma?!
Tomó lo primero que encontró en la mesa (el envase que más tarde sabría se llama matraz) y lo lanzó al suelo, rompiéndose cerca de sus pies y salpicándolos de un líquido algo viscoso.
-... Yo no pagaré eso.
Respiró hondo
-Salgamos de aquí y peleemos.
-... Sigues creyendo que soy Yiling Laozu
-¿Quién más serías? Chenqing te delató. Salgamos y decidamos quien será el líder del lugar.
-... Bien, bien, pero antes tienes que relajarte, no puedes salir a pelear en ese estado.
-¿Relajarme?
-!Siiiii! Un cigarrillo, ¿que te parece si salimos a pelear después de un cigarrillo?
-¿Un cigarrillo?
-¡Si, uno solamente!
-De acuerdo, uno, estarás muerto después de esto.

El ojigris parecía entusiasmado, así que empezó a buscar en sus bolsillos, después lo miró y sonrió.
-¿Tendrás cigarrillos?
-.... ¡¿Me invitas a fumar pero no tienes cigarros?!
-Jeje, si, olvidé que no fumo.
-Eres un imbécil, tienes suerte de que yo si tenga cigarros. Espero tengas encendedor.
-¡Por supuesto!

Fue su peor error, debía haber sabido que había caído en una trampa, pero su enojo no lo dejó ver más allá. En el momento en que el tipo activó el encendedor las llamas fueron demasiado altas que lo impresionaron, haciéndolo soltar su cigarro, que cayó justo donde se había derramado el líquido, incendiándose el suelo... Y su pantalón. Ambos se miraron a los ojos por 3 segundos, y entonces empezó a sentir el calor en el pie. Comenzó a gritar con pánico y el corazón latiendo a mil por hora.

El pirómano frente a él corrió hacia la esquina donde había una cubeta y un trapeador, y por un momento se sintió salvado, hasta que lo vio sostener el trapeador.
-¡Yo te ayudo!
Fue lo que dijo, para después golpearlo en el hombro (si hubiera observado mejor, se hubiera dado cuenta que Wei Ying resbaló con su zapato antes de "atacarlo"). No le importaba lo que opinaran los demás más tarde, solo se le ocurrió correr hacia el pasillo para alejarse de aquel monstruo, que parecía incluso dispuesto a asesinarlo.
-¡Eres un loco!
Fue lo único que salió de su boca antes de correr por ayuda. Pero no contaba con que Wei Ying lo siguiera.
-¡Espera! Déjame ayudarte, debemos apagarlo.
-¡Aléjate de mi!

Corrió, corrió y corrió, pero al ver hacia atrás ese monstruo aún lo seguía, y al parecer solo él podía ver la realidad, porque nadie acudía a ayudarlo, o talvez es porque ellos también sentían el terror de Mo Ziyuan. Incluso aquel tipo pasó a golpear a un estudiante con varios libros y no se dignó en ayudarlo a levantarse, más preocupado en destruirlo. Sus ojos se llenaron de lágrimas y siguió corriendo hacia donde fuera, lejos de su enemigo, lejos del sanguinario Patriarca.

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¡Lo prometido es deuda!
Aquí con otro capítulo más de esta historia. Había olvidado porque quería tanto hacer este fic, con lo divertida que es la peli, aunque repito que algunas cosas las acoplé de acuerdo a la personalidad de los personajes, excepto talvez Mo Ziyuan, que como que siento lo hice un poco OOC, igual espero haberlo escrito entendible para que rían conmigo. Y ahora, ustedes que creen, ¿Que Wei Ying lo tenía todo planeado para hacer pasar un mal rato a Mo Ziyuan o todo fue coincidencia?
Espero les haya gustado hasta el momento, ya me estoy acercando a otras dos de mis escenas favoritas.
Estaré actualizando muy pronto, excelente noche...
¡¡¡Byeeeeeeeeee!!!