Revelaciones

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Cuando llegaron al pequeño estacionamiento de una tienda de fideos Lan Zhan sintió sus piernas entumecidas. Bajó con cuidado como se le indicó y esperó a Wei Ying que entró al negocio para hablar con el dueño, un conocido suyo, para dejar su amada motocicleta a su cuidado. Aprovechó para estirar discretamente las piernas y regular su respiración. Aquel viaje lo había dejado desestabilizado, y no fue únicamente por la adrenalina del viaje. Su corazón traicionero había saltado tanto como un conejo feliz en su caja torácica por la cercanía del chico de ojos mercurio. Y aunque la manera de viajar le había parecido riesgosa al principio su mente se enfocó gustosamente en la cintura que había rodeado con ambos brazos.

Cuando Wei Ying regresó lo encontró observando sus manos. Se sobresaltó cuando el chico le habló con una voz muy animada.
-Entonces, ¿Que te ha parecido el viaje?
Al alzar la mirada se encontró con los mercuriales que brillaban intensamente. Pensó un poco en su respuesta antes de darla.
-...Rápido.
Una bella carcajada salió de su acompañante.
-Como siempre, conciso, pero me gustaría saber si er ge se divirtió.

Su sonrisa siempre calentaba parte de su corazón, pero que le dijera gege le generaba tantas sensaciones que no quería analizar. Podía sentir sus oídos calentarse, esperaba que Wei Ying no lo nonotara. Nuevamente analizó como se había sentido, y aunque el 'si' que pronunció fue apenas un murmullo, el pequeño salto y el puño en alto que el otro dio le hizo saber que había sido escuchado. Y como si aquello no hiciera que todas las sensaciones aumentaran, Wei Ying, inconsciente de todo lo que le hacía sentir, tomó su mano y lo llevó hacia un callejón lleno de mercados.

Si bien no era tímido, estar entre tanta gente lo incomodaba. Siempre había sido de esa manera desde que tenía memoria. No es que lo deteste, pero estar en un lugar concurrido drenaba su energía. Sin embargo, si tenía que soportar aquello para estar con Wei Ying le parecía un precio justo. Además, Wei Ying se veía tan feliz a su lado. Saltando como un pequeño conejo hiperactivo lo llevó por los diferentes puestos disponibles, mostrándole los artículos de cada tienda como si se tratara de sus propios negocios y estuviera ansioso de vender cada producto del lugar. Desde adornos para el cabello, artesanías del lugar y la comida, todo lo mostró con mucho entusiasmo. Lan Zhan escuchó todo, tan fascinado por la persona frente a él, siguiendo cada uno de sus movimientos como el girasol sigue al sol, bebiendo cada uno de sus rayos, alimentándose de su luz. El de ojos mercurio, sin saber los pensamientos del otro, siguió arrastrando al segundo jade entre la multitud reunida, y comprando algunos accesorios para su jie jie, su hermano, sus amigos. Icluso compró tanghulu, unas frituras y un paquete de seis bebidas envueltas en bolsa de plástico. Con sus compras en mano avanzaron hasta llegar a la orilla del callejón, que daba a un lago pequeño.

Sintió como el otro chico soltaba su mano para avanzar y sentarse en el muelle, dónde habían atados algunos botes. El segundo jade lo siguió y tomó asiento a su lado. Wei Ying sacó entonces uno de los tanghulu y se lo pasó. Asi, con un tanghulu en la mano, observaron como el atardecer iluminaba el lago.

-No había venido hace años. Todos nos hemos ocupado con los estudios, pero tía Yu y tío Jiang solían traernos cuando éramos pequeños, cuando no estaban ocupados. El tío Jiang nos compraba tanghulu y algunas frituras a escondidas, muchas veces fue descubierto por la tía, y le confiscaba nuestros dulces, pero los regresaba después de comer. Jiang Cheng guardaba dulces para comer en las tardes en su habitación, pero era un desordenado, la tía no necesitaba buscar para encontrar, Jiang Cheng se delataba solo cuando aparecía con la cara manchada de caramelo.
-¿Que hay de Wei Ying? ¿Fue descubierto?
-No había nada que se pudiera ocultar a tía Yu, o al tío Jiang. Cualquier alijo de dulces ilegales era encontrado, no importaba que tan bien los ocultara.
-Wei Ying fue un niño feliz.
-... Si, lo fui. Estoy muy agradecido con los Jiang. Puede que haya perdido a mi primera familia, pero gané otra, con hermanos incluidos.

A eso siguió un silencio sereno. Cuando Wei Ying terminó su tanghulu sacó de la bolsa las bebidas que había comprado en uno de los puestos. Cuando vio que le costaba abrir la bolsa con la que venían sujetas pensaba ofrecerse a abrirlo pero sus palabras murieron en su garganta cuando vio lo que el otro sacó de su bolsillo. Era un cutter, color negro con algunas franjas rojas, como la sangre. Parecía un poco viejo, como si se le hubiera dado uso por años. El otro adolescente pareció notar su mirada, dejando de sacar la cuchilla del cutter.
-Eso...
-Oh, es un cacharro que traigo siempre conmigo. Debería tirarlo, pero ha estado tanto tiempo a mi lado.
-¿Es especial para Wei Ying?
-No, es un simple cutter... pero supongo que has escuchado los rumores.
-Mn. No te preocupes, no preguntaré.

Wei Ying le lanzó una mirada triste, para después mirar hacia el atardecer sin verla, sino a algo más allá, un recuerdo talvez. Empezó a juguetear con el cutter, girándolo entre sus dedos como a veces giraba sus bolígrafos. Se preguntó si la costumbre venía de usar aquel objeto. Cuando pensó que estarían la tarde en aquel lugar sin conversar el joven a su lado comenzó a hablar en un tono de voz que no le había escuchado nunca, una voz que podría sonar hueca, pero tenía una pizca de burla y molestia.

-Lo obtuve de uno de los sujetos que golpee a muerte en Yiling.
El silencio se instaló entre ambos, uno sofocante. A pesar de preferir no escuchar los chismes de la escuela había oído aquella conversación en la que decian que Wei Ying había vencido a 30 chicos en una pelea, una batalla sangrienta con un vencedor, una persona viciosa con ansias de sangre, pero en los meses que había convivido con aquel hermoso ser humano no llegó a detectar ninguna malicia en el chico. La única vez en que vio a Wei Ying transformarse en otra persona fue cuando salvó a Mo Xuanyu de los chicos que lo estaban lastimando, mas lo vio como el sentido de justicia que el ojigris poseía. Saber que había lastimado a alguien más hasta casi matarlo fue un shock para él.
-Si Wei Ying no desea contarlo...
-No, quiero hacerlo. Confío en Lan Zhan, y creo que como mi mejor amigo mereces escuchar esto de mi, no de algún rumor exagerado.

Algo cálido se esparció por su pecho, y aunque la palabra 'mejor amigo' le dejó un sabor agrio en la boca, pensar que Wei Ying confiaba en él para contarle sobre su pasado lo borró por completo. Un largo suspiro salió de los labios del chico, antes de abrir una de las bebidas y darle dos sorbos. Entonces empezó su relato.
-Esa tarde estaba lloviendo a cántaros, se supo en todo Yiling...

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Buenas noches.
Vuelvo a disculparme con las personas que siguen está historia 🙇🏻‍♂️🙇🏻‍♂️🙇🏻‍♂️.
¡No lo he abandonado, sigo aquí!
En el siguiente capítulo se explicará por fin el misterio de Yiling Laozu, no prometo traerlo tan pronto... ¡Pero me esforzaré!
Byeeeeeeeee!

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⏰ Última actualización: Jun 21, 2023 ⏰

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The Legend Of Yiling LaozuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora