Capítulo 35.

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B A S H.

Mi cabeza no dejaba de punzar y aunque sabía que hoy el departamento de la empresa al que yo pertenecía no trabajaría, lamentaba infinitamente haber bebido tanto ayer, no comprendía porqué me había excedido así, no quería repetirlo. Suspiré pasando las manos por mi rostro, al menos estaba consciente y orgulloso de lo que le dije a Hope estando ebrio, aunque hubiera sido mejor si hubiera estado sobrio y por ello sabía que me haría alguna pregunta para saber si lo recordaba o no.

Al ver la cama vacía a mi lado me levanté y realicé lo básico para estar presentable, me cambié y una vez decente me dirigí a la sala, ya eran las 1:23pm, joder había dormido demasiado. Me extrañó no encontrar a las chicas en el salón, lo entendí cuando sentí risitas en el baño, al entrar Kaunis tenía espuma en su cabello hecho pinchos mientras jugaba con el agua que la rodeaba en la bañera y Hope a su lado agachada reía sin parar por los ruiditos que la pequeña hacía, tenía un vestido azul cielo, liso, corto con finos tirantes y su cabello rosa pastel estaba hecho un moño que seguramente debía su desorden al pequeño tiburón en la tina repleta de espuma.

¡Rawwr!, ¡Soy tibulón! ―dijo mostrando sus dientecitos, alzó la vista hacia mí sonriendo ―¡Papi, mila, mila, soy tibulón! ―mordió mi mano cuando me acerqué

―Vaya, que dientes tan afilados ―Hope me miró y sonrió, le devolví el gesto en seguida

―Vamos a enjuagar a este tiburoncito, antes de que quede como una pasa ―dijo mi huracán destapando la tina

―¡Nooo!, ¡Agua leglesaaa!, ¡Leglesa! ―dijo la pequeña castaña reteniendo la espuma con sus manos, hizo un puchero cuando esta se disolvió y miró a su madre con ojos empañados, mientras ella con una sonrisa enjuagaba su cabello con cuidado

―El agua se ha ido.

―Dile que leglese ―exigió indignada

―Mañana regresará ―dijo ella terminando de enjuagarla con el agua tibia, tomé asiento en el inodoro mientras las veía interactuar, esas dos catástrofes habían revuelto mi vida a su antojo y yo no iba a poner queja por ello, envolvió a Kaunis en la toalla y la dejó sobre la alfombra, volteó un segundo para mirarme cuando:

―¡Aaahhh! ―mi hija había salido corriendo desnuda por nuestra casa

―Mierda ―maldije yo

―¡Bash! ―me reprendió ella antes de reír y salir corriendo tras nuestra hija

No dimos vueltas porque ya sabíamos dónde estaba, en silencio cada uno se puso a un lado de la cama y al agacharnos la encontramos acurrucada conteniendo pequeñas risitas, tomándola por sorpresa agarré su cuerpecito desnudo en mis manos y de un tirón la saqué de ahí desencadenando pataletas y carcajadas.

―Pequeña traviesa ―llené su rostro de besos mientras reía a carcajadas, Hope se aclaró la garganta mientras nos miraba con ojos entrecerrados ―Estás en problemas, pequeño torbellino ―le susurré a mi hija y como si me comprendiera a la perfección dejó de reír

―A vestirse, jovencita ―señaló la puerta y salió sabiendo que la pequeña la seguiría

El tiempo transcurrió con normalidad y no fue hasta que Aarón -el pequeño vecino- vino a jugar un rato a pedido de Hope, que sentí mi espacio alterarse, ese niño era un invasor en mi entorno. Kaunis reía a carcajadas mientras jugaban frente a la televisión y el pequeño pelinegro hacía muecas.

―Deja de mirarlos así, Bash ―dijo Hope besándome y sonriendo contra mi boca, centré mi vista en ella ―Ayer hablamos de...-

―Lo sé ―asentí agarrando sus caderas y sentándola en la isla, soltó un chillido sorprendida antes de reír un poco

Mi única razón para vivir {R. #1}✔Where stories live. Discover now