Dos.

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YoonGi estaba más que molesto.

No solo había tenido que soportar la horrible actitud de la secretaria, no, tuvo que esperar más de cuarenta minutos a que la incompetente mujer buscara su horario, y la había escuchado hablar sobre sus gafas, ¡Y eso era insólito! Sus gafas redondas, solo daban crédito a su excelente sentido de la moda y a sus cuidados oculares. Después de haber soportado a la vejuca traer su horario, y haber tenido que soportar sus huesudas manos acomodar su cabello -que ya estaba perfectamente peinado- Tuvo que prácticamente correr por los gigantescos pasillos vacíos en busca de su jodido salón, en el horario había visto que su clase había empezado hace unos minutos y YoonGi no era de llegar tarde y menos a su primera clase.

Pero nada lo preparo al entrar a ese salón –que eventualmente había encontrado en el segundo piso– Al ver quién parecía ser el profesor. YoonGi estaba cansado y por un momento creyó que un hombre tan atractivo había salido de su delirante imaginación, pero incluso después de haber recuperado el aliento, este supuesto dios seguía allí, mirándolo con su mirada profunda y pesada, con ese cabello perfectamente peinado y ese maldito traje que le quedaba tan bien que hasta era ridículo.

—Lo siento profesor, me perdí —se excusó nerviosamente, sintiendo sus mejillas arder, ¡Joder! Es que menuda mirada le tiraba, casi lo hacía titiritar.

—Su nombre — Oh santa maría de calcuta.

La gravedad de la voz del profesor lo había descolocado, jamás en su vida había escuchado una voz tan grave, profunda y a la vez aterciopelada, es decir, ¿Es siquiera posible? YoonGi temblaba bajo la constante mirada fija del profesor, y aunque también era consciente de las miradas fijas de sus compañeros estas no le importaban ni lo más mínimo.

—M-min señor, Min YoonGi —respondió tímido, jugueteando con sus dedos.

—Bien, señor Min, a mi clase no se llega tarde, retírese. —¿Qué?

YoonGi parpadeó incrédulo y se convenció de haber escuchado mal.

—¿Q-qué? ¿Habla en serio? E-es mi primer día, no podía hallar el...

—Repito señor Min, a mi clase no se entra tarde, retírese —YoonGi presionó sus manos en un puño al ver la sonrisa maquiavélica y serena en la cara del guapo profesor que parecía disfrutar de su sufrimiento—. Ah, y no olvide pasar por aquí para firmar su ausencia.

Observó como el profesor que había ganado su odio con sólo unas cuantas palabras, caminaba desinteresadamente tomando algunos papeles, YoonGi se sentía increíblemente avergonzado frente a miradas de pena de parte de quienes iban a ser sus compañeros, y no faltaba decir que estaba muy, pero muy molesto.

—Bien —masculló antes de irse dando un portazo.

Y sin más allí se encontraba, en la oficina de la directora sentado, tamborileando sus dedos con ansiedad en el escritorio añadido a esto, se mordía el labio con frustración, en espera de que la directora dejara de leer lo que sea que esté leyendo y busque una solución a su molesto inconveniente con el profesor ''me creo lo mejor solo porque soy jodidamente caliente''.

—¿Min? Oh, sí, no puedes llegar tarde a su clase —Informó la directora asintiendo, YoonGi tensó la mandíbula con más molestia y trato de tragarse su: oh, no me diga, ¿otra cosa que debería saber señora obviedad?

—Es mi primer día —explicó con una molestia atroz atorada en su garganta—. La secretaría tardó en darme mi horario y tuve que correr buscando el aula pues aparentemente también se le olvidó decirme dónde demonios debía ir.

Vale, tal vez estaba un poco irritado. Pero YoonGi no se había graduado con honores en la mejor secundaria de Seúl para ser becado en la supuesta mejor universidad de Seúl para ser tratado así, para haberse perdido injustamente su primera clase de la materia más importante para su carrera.

—Tranquilícese, señor Min —lo trató de calmar la directora — Usted es muy bueno en biología, no tendrá problema en alcanzar la clase, sin importar la reputación del profesor Jeon —dijo con una sonrisa, YoonGi bufó, aunque puede que tenga razón—. Tómelo como un reto, no le vendría mal a ese vanidoso joven que alguien lo bajara de esa nube en la que está.

YoonGi arqueó una ceja, sí que le gustaría romper ese supuesto estereotipo que tenían de Min, sonrió maliciosamente, sí, esa idea sonaba bastante bien.

{♡}

Después de haber dejado la oficina de la directora quien lo había sorprendido al darle aquella idea y hablar tan reacia había uno de sus supuestos mejores profesores, debía admitir aunque la directora Choi haya colmado su paciencia era una mujer sin duda muy hermosa.

Que lastima que él sea tan gay como se podría esperar. Tal vez Jeon ''nadie puede conmigo'', sea heterosexual.

Bien, ahora solo tenía que ir a firmar la dichosa incidencia, con el profesor que todo lo puede y nada lo vence, ja, pero sería la única incidencia que este firmaría en todo el año, YoonGi estaba ansioso por acabar con el reinado del mal del caliente profesor Jeon. Aish, olvídenlo, no es caliente, es solo un imbécil. Caminaba por los pasillos vacios apresurando su paso ya que en unos pocos minutos el timbre de acabada las primeras horas sonaría y los pasillos se inundarían de gente. Se recordó que Jimin iría a buscarlo después de eso.

Llegó a la puerta de madera del salón tres, en cuanto el timbre sonó estrepitosamente las puertas rechinaron y muchas voces comenzaron a llenar los pasillos juntos a un mar de gente, pero la puerta del salón tres aún seguía cerrada, YoonGi rodó los ojos, por supuesto que el profesor ''mírenme, soy caliente y un imbécil'', los dejaría más de la cuenta oyendo sus babosadas.

Finalmente después de soportar unos minutos más apoyado la puerta, escrutando su vista en busca de Jimin a quien no encontró, la puerta se abrió y los estudiantes en su interior corrieron fuera de esta, justo antes de entrar alguien lo tomo del brazo.

—Sálvate mientras puedas —un curioso chico con sonrisa cuadrada, YoonGi solo lo pudo observar un segundo antes de que este saliera corriendo.

Extraño.

—Señor Min, justo a tiempo —ja, sarcasmo, muy bien—. Pase adelante.

YoonGi lo observó sonreír con esa sonrisa maquiavélica que YoonGi odiaba desde ese instante pero la que igualmente le parecía irresistible, aish, era detestable. Llegó al escritorio y observó la hoja de incidencia, la prominente presencia de Jeon que se posicionó detrás de él lo ponía nervioso, joder, estaba segurísimo de que éste lo había hecho a propósito, aunque estuviera de espaldas podía sentirlo sonreír.

—Firma allí —indicó posando su mano en la hoja, maldita sea, su brazo rozando el suyo era mucho de lo que podía soportar, YoonGi se mordió el labio y asintió—. Este es el primer módulo.

Luego de firmar con las manos temblorosas, YoonGi miró los temas del primero módulo, sonrió, fáciles, no importaban ningún problema.

—¿Cree que es muy fácil? —preguntó la voz profunda de Jeon, YoonGi lo miró seguro de sí mismo aunque este le sacara dos cabezas más de altura.

—Tranquilo profesor Jeon, su reputación lo secunda —admitió sonriéndole, observó la ceja arqueada del profesor, tal vez sorprendido de su repentina seguridad.

-—Ya veo —observó el mayor, YoonGi lo miró por un largo momento, manteniendo sus miradas fijas, no quería tirar su orgullo, quería mantenerse firme ante ese imbécil.

Ese imbécil, caliente.

YoonGi odiaba la extraña sensación que los envolvía, ambos peleaban por quién era más fuerte ¿o sucumbían a la extraña sensación? Pero nunca pudieron saber ya que en menos de lo que esperaban la puerta fue abierta.

—¡YoonGi! — maldición, Jimin — Oh, lo siento, profesor Jeon.

Sin embargo el profesor ''me gusta que me miren'' no dejó de observarlo fijamente, mientras que YoonGi había roto el contacto de sus miradas.

—Puede retirarse, YoonGi — exclamó Jeon, sin dejar de mirarlo, YoonGi se sintió nervioso, asintió para huir despavoridamente de allí, claro con toda la seguridad que lo caracterizaba.









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Profesor ;국기 [KookGi] ᴀᴅᴀᴘᴛᴀᴄɪᴏ́ɴWhere stories live. Discover now