Capítulo 3: El solitario príncipe.

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Ébano falso: Abandonado.

...

Min Yoongi se encontraba recorriendo los fríos pasillos de su futuro palacio. Él estaba acostumbrado a estar solo, aún así afuera estuviera haciendo un día soleado y fresco. Él seguía estando solo.

Aprendió ese frío y horrible sentimiento a la temprana edad de 5 años. Cuando el rey Min lo dejó botado como si de un objeto se tratase. Él tuvo que aprender por su cuenta y no fue para nada fácil. Yoongi era muy inteligente, simplemente viendo a los demás ya sabía lo que él debía hacer. Así aprendió a hablar y a escribir. Realmente nunca tuvo a nadie que lo apoyará en ese proceso.

Al estar tanto tiempo solo, se disponía a leer libros o algunas veces tocar instrumentos, quizás para llenar el vacío de no tener a sus padres. El príncipe quería ser al menos un poco más feliz. Todo lo que veía a su alrededor era gris, ¿era mucho pedir ser salvado? Al parecer, para Yoongi, si lo era. Cuando pasaba por los pasillos la gente lo ignoraba e incluso algunas veces se les olvidaba que Yoongi existía. Se sentía tan vacío. La soledad dolía mucho.

Sus padres solo lo utilizaban para arreglar asuntos del reino y todo lo relacionado con este. Cuando estaba enfermó, cuando lloraba, cuando se quería morir... A nadie le importaba, con tal de que cumpliera sus deberes, todo estaba bien para esos malditos egoístas. Cuando cumplió 15 años, conoció al duque Kim Taehyung, un niño de 17 años que a primera vista, daba la impresión de ser muy serio. Nada parecido a la realidad. Cuando los dejaron solos, Taehyung se lanzó hacia Yoongi y lo abrazo mientras que el príncipe simplemente aún seguía procesando lo que estaba pasando. En ese momento se dio cuenta de que Tae era un niño atrapado en el cuerpo de un adulto, en realidad era muy tierno, juguetón y muy -pero muy- energético. Yoongi siempre se preguntaba "¿Donde esta el botón para apagar esta mierda?". Después de varios meses, se hicieron muy amigos. El príncipe no lo demostró, pero en realidad se sentía muy feliz de tener una persona a su lado.

Normalmente el florista del palacio llamado Jung Hoseok lo comparaba con la flor: Ébano falso. Aunque nunca supo porque lo comparaba con eso. Yoongi realmente nunca le intereso conocer a ese florista, creía que era un idiota.

Mientras caminaba por los pasillos veía algunas ventanas que llenaban de luz ese palacio, observando el gran paisaje que rodeaba al castillo. Aunque algunas veces Yoongi consideraba que ese castillo era como una prisión.

Cuando por fin llegó a la habitación donde se encontraba el rey, el príncipe hizo una leve reverencia y lo miro, esperando que este hablará.

-Vamos a realizar una fiesta para que puedas conocer a tu prometida.

"Prometida" esa palabra le desagradaba tanto, no quería estar con alguien por obligación. De echo, no quería estar con ninguna persona. Yoongi tenía una perspectiva mala sobre el amor, desde que lo abandonaron de niño, pensó que todas las personas serían iguales. El que se enamora pierde el juego. Así de simple.

-La fiesta se llevará acabo en el palacio de los Park dentro de tres días. Quiero que ese día estés listo, no quiero ni un solo error.

Yoongi asintió en silencio. Él no hablaba si no era realmente necesario y en esta ocasión, no era para nada necesario. Le parecía estúpido gastar saliva.

-Por petición de Park Roseanne, sera una fiesta de antifaces al cual deberán llevar su atuendo más elegante y durante el baile, nadie se puede quitar la máscara.

¿Acaso esa mocosa también quiere que le bajen la luna y la cuelguen en el centro del salón para esa tonta fiesta? Que molesta.

-Eso es todo, puedes retirarte.

Si pudieras cambiar algo de este mundo... ¿Qué sería?  |  YoonminWhere stories live. Discover now