Hear Me Call Your Name ✔️

TWO GUNS

It's okey [I promise.]
Mis padres han estado actuando de manera extraña últimamente.
Él es un esqueleto de nuevo.

Lo que deberían morir no son las personas, sino lo que alberga cada una.

Maldita, maldita rutina.
Aún recuerdo cuando con tan solo ver a mi hermano todo el mundo sonreía, ahora nos hemos acostumbrado.
Desesperados buscamos en nuestros pasados, pero nada puede quedar igual para siempre, porque somos humanos. Sería perfecto que aquella época de la llegada de Edwin siguiera intacta por toda la eternidad.

Los buenos momentos sólo existen en un pequeño pedazo de nuestra memoria.
Mamá simplemente no es ella.
Papá se ha sumergido excesivamente en su trabajo.
Aún teníamos fuerzas, pero parece que nuestras propias sombras se encargaron de debilitarnos lentamente.
Excepto a Edwin. Él está a salvo de cualquier oscuridad.

.:.

Regreso del colegio de la mano de mi tía. Normalmente mi madre es quien va por mí, pero hoy no y la razón me aterra a pesar de que su hermana se ve bien.
Todo está bien.
Llegamos a la casa, oscura, tan sólo iluminada por la presencia de mi hermano.
Mi padre está en casa.
¿Por qué mi padre está en casa?
Podría preguntarle, pero justo ahora está en una reunión con Morfeo.
Comemos, el único sonido del lugar son los ronquidos de mi padre. En el comedor ni si quiera cruzamos miradas.
Supongo que nos dirán lo que ocurre cuando sea necesario. Mientras tanto, todo estará bien.
Al terminar, subo hasta mi habitación para hacer los deberes.
Me encuentro recostado sobre mi cama cuando escucho gritos que provienen del otro lado del pasillo; capaces de traspasar murallas.
Me levanto de inmediato.
Mamá le llama a papá. Papá sube las escaleras corriendo. Mi tía refugia a Edwin en su habitación. Yo me quedo congelado tras mi puerta con la mano sobre la perilla. Quiero saber qué ocurre, pero al saberlo me desmoronaré.
No tengo idea de lo que pasa, así que todo va bien.
Escucho el ruido del motor del auto alejarse debido a que mi ventana está abierta.

Respiro profundo una vez, dos veces... El silencio aplasta mis pulmones.
Pero todo está bien.