XII

3.1K 444 26
                                    

Los padres de Jay casi nunca estaban en casa y su hermanos menor tenía que ir a clases, así que él me llevó a su habitación, no hablamos mucho al respecto, solo discutimos quien tendría que comprar los jodidos condones, y tuve que hacerlo yo bajo un enorme abrigo ya que su imagen no podía salir dañada por algo como eso. ¿Qué tipo de daño? A casi cumplir veinte años no tendría que haber nada de malo en ello. Aún así no me queje más.

Estando sobre la cama de Jay me pregunté si él sentiría nervios como yo, si en alguna parte de él, aunque sea en una parte pequeñísima él se sentiría tan apenado. Miré mi muñeca y estaba temblando, después miré la suya y mis dudas estaban resueltas. Tomé la mano de Jay observando ese pequeño hilo entre nosotros.

"¿no te duele?" pregunté. Fui idiota.

"No. ¿a ti si?"

"¿al menos sabes de lo que hablo?"

"No, pero no importa, porque no me duele nada."

Entonces lo miré con el corazón latiendo con fuerza.

"Si pudieras elegir..." tartamudee un poco. "¿Sentirías?"

"No." Respondió sin siquiera dudarlo. "No sería un buen actor."

"Pero me harías feliz"

Yo estaba llorando, de nuevo. Jay me besó.

Mi cabeza no dejaba de pensar en cuántas veces él había actuado el mismo beso que a mí me daba, un buen actor era bueno para todo, pero yo era malo. No sabía besar, no sabía dónde poner mis manos p que hacer, no sabía hacer nada. Mientras yo iba descubriendo el mundo de Jay ya lo había hecho mil veces. Y me rompía. El hilo se enredaba en mí con tanta fuerza que el dolor era inevitable.

Sentí los besos de Jay sobre el hilo que aprisionaba mi cuello, estaba tan apretado que ya era parte de mí, algo de lo que nunca iba a poder escapar, tan unido. Jay jamás lo sentiría, él no sabría lo que yo pasaba. Me pregunté si había alguien en el mundo que lo supiera.

"JungWon..." Me llamó Jay. "eres tan real."

No sé porque, pero sonreía mientras no dejaba de llorar.

Cerré los ojos y me aferre a él.

No importaba que todo fuera mentira, al menos yo era real.

jay.Where stories live. Discover now