Capítulo 11 - El Esclavo

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Todos los presentes se encontraban desconsertados, una misteriosa mujer había aparecido sin previo aviso, y había revelado sus intensiones de llevarse a su preciado esclavo con ella

Anfitrión - *cof* *cof* disculpe señorita, pero este chico no está a la venta, si le interesa puede pagar un extra para obtener un asiento de primera fila en la siguiente fun-

PAM

El hombre que se encargaba de dirigir todo el conglomerado, trató de rechazar amablemente la oferta de aquella mujer, sin embargo no pudo evitar callar al ver una bolsa con monedas de oro caer al suelo, arrojada por la propia mujer

Guardias - ...

Anfitrión - ... Como dije, el muchacho no está a la venta

PAM PAM

Otras dos bolsas llenas de monedas de oro cayeron sin previo aviso, la mujer con una expresión seria las había dejado caer directamente desde su bolso

Mujer del vestido rojo - 300 monedas de oro

Comentó de una forma serena mientras esperaba la respuesta del anfitrión del evento

Anfitrión - esto es alguna clase de estafa, ¿Verdad?, Esperas que crea que pagarías esa cantidad por este sujeto

Mujer del vestido negro - lo necesito

Anfitrión - ya, y yo necesito que me dejes de joder, no mucha gente tiene acceso a esa cantidad de dinero para gastarla tan fácilmente. No tengo tiempo para estafas

Guardaespaldas - le sugiero ser respetuoso cuando se dirija a esta mujer

Comentó el guardaespaldas de la mujer misteriosa, mientras sujetaba parte del mango de su espada como una forma de aviso. Ante lo cual, los dos guardias que acompañaban al hombre hicieron lo mismo

Mujer del vestido rojo - no es necesario Héctor

Sin embargo, la mujer del vestido rojo rápidamente hizo una seña con su mano para que su escolta guardase silencio y no interviniera

Guardaespaldas - ...

Finalmente este dejó de sujetar el mango de su espada, mientras la misteriosa mujer observaba detenidamente al muchacho

Mujer del vestido rojo - su comentario de hace un rato verdaderamente me ha ofendido, aún cuando intento ser un poco amable y no llevarme al chico por la fuerza. Tu tienes la osadía de repudiar mi oro

Anfitrión - ¿Osadía? Pero quién te crees que-

Mujer del vestido rojo - a callar, no permitiré que sigas dirigiendote a mí con tanta libertad

La mujer rápidamente sacó otro objeto desde su bolso, una pequeña placa de metal decorada con piedras preciosas, que en el centro mantenía la imagen de un águila de oro incrustada en el metal

Los tres hombres fueron capaces de reconocer aquel símbolo rápidamente, y su nerviosismo comenzó a aflorar de manera notoria. Todo antes la mirada confundida de Herlion quien seguía en el suelo sin poder hablar debido a la mordaza en su boca

Anfitrión - ... *Traga saliva* Saymour

El hombre de negocios rápidamente comprendió lo complicada de su situación, pues ante él se encontraba una señorita con una de las placas que las familias aristocráticas suelen emplear para demostrar su procedencia fuera de los territorios de la mansión

"No es raro que algunos nobles vengan a presenciar los espectáculos... Pero esto es..."

Mujer del vestido rojo - ¿No dirás nada?

La Dama Sin Nombre - Olvido del Despertar Место, где живут истории. Откройте их для себя