Si la Amas dejala ser feliz

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Holis, holis ya volvi y lo prometido eso deuda Aquí les dejo los capítulos finales, espero que comenten y me regalen sus votos, besitos y gracias por su paciencia.

*Narra Evan:

Despues de la platica que tuve con Adriana, ella se volvio experta en evadirme, recordaba la promesa a Brandon y cuando faltaba una semana para su inminente boda yo estaba destrozado.

Mi familia ya habia conocido a Derek, ella estuvo pero en ningun momento se separo de su padre, asi que no pude hablar con ella, mis padre quedaron encantados con Derek, los papeles en los que lo reconocia como mi hijo estarian listos pronto, pero yo no podia sacar de mi cabeza la idea de convencer a Adriana de que no se casara, sabia que gracias a Ben los tenia aun aquí, pero no era justo que ella por agradecimiento dejara de lado lo que sentiamos, por que yo estaba seguro que Adriana me amaba al igual que yo a ella, pero como hacerselo ver si se negaba hablar conmigo, me estaba destrozando la vida, mas cuando descubri que el se estaba quedando con ella en su casa, mi sangre hervia solo de pensar que el la tocaba, que el le hacia el amor me destroze los nudillos de tanto estrellarlos en la pared.

Estaba en mi habitacion del hotel descansando, despues de una vez mas haber intentado hablar con Adriana, pero ella no me respondia el telefono ni los mensajes, suspire frustrado ella no podia hacernos esto, en mi mente pasaban las ideas mas locas, desde secuestrarla hasta presentarme el dia de la boda y gritar en medio de la iglesia que no se casara, incarme rogarle cualquier cosa con tal de que ella no se casara, pero la sola idea de saber que en menos de 6 dias ella seria de alguien mas ante los ojos de dios y de todos me hacia un nudo en el estomago, unos golpes en la puerta me sacaron de mis ideas, cuando abri la puerta no podia creer quien estaba frente a mi.

Los dos nos miramos como midiendonos, me movi de la puerta haciendole un gesto para que pasara.

-¿Que haces aqui?-le pregunte, era la ultima persona que pense encontrarme en la puerta.

-Quiero hablar contigo, de hombre a hombre-me dijo y yo inmediatamente me cuadre ante el, si el estaba aqui era por que tal vez supo lo que paso entre Amanda y yo, y si el tan solo le hizo algo me encargaria de que se arrepintiera el resto de su vida.

-Tu diras-le dije secamente, apretando los puños.

-Crees que me puedas invitar una copa-me dijo, le servi una a el y otra para mi, la necesitaba nos sentamos y nos vimos fijamente, el le dio un trago a su bebida y suspiro-no me voy andar con rodeos Smith, se que entre Adriana y tu hubo algo que los unio en un tiempo, y es por eso que ahora existe Derek, pero tambien se que tu no estuviste presente todo este tiempo, por que no lo se, pero tampoco me interesa saber.

-Entonces, ¿por que estas aqui?-le pregunte.

-Por que, desde que tu apareciste Adriana cambio conmigo, se que ella esta confundida, pero tambien se que ella me quiere.

-Tu lo has dicho, te quiere pero a mi me ama-le dije y vi com el apreto los puños.

-Y si te ama, ¿por que no esta contigo?-me pregunte apretando los dientes, sabia que el sabia el porque pero se estaba negando a ver su realidad.

-Sabras que Adriana es una persona que siempre cumple lo que promete, y ella te prometio que se casaria contigo aunque no te ame-le dije y senti un puñetazo en mi cara, el cual le devolvi nos enfrascamos en una pelea rodamos por el piso de la habitacion, nos golpeamos en diferentes parte hasta que los dos estabamos sudorosos y cansados, con las camisas rasgadas sangre saliendo de nuestra boca, pero aun asi ninguno de los dos se echaba para atras, pero tampoco ninguno de los dos dabamos el golpe, por fin nos dejamos caer de culo viendonos a lo lejos.

-Ella, esta bien conmigo-dijo el viendome.

-Lo se, pero tambien estaria bien conmigo-le dije.

-¿Por que tenia que aparecer?-me dijo el, vi el dolor en su mirada era el mismo que yo tenia por que aunque me doliera sabia que estaba perdiendo a Adriana, pero a diferencia de mi el tenia la certeza de que pasara lo que pasara el se casaria con ella, ella jamas lo dejaria plantado.

-Sabes que no tienes de que preocuparte, ella estara ahi el dia de su boda-le dije y fueron como dagas en mi pecho, por que aunque me doliera tenia esa certeza, ella se casaria con el al menos que el la liberara del compromiso.

-Lo se-me dijo y nos quedamos en silencio, solo viendo al frente tal vez los dos recordando nuestros momentos felices, envidiando los dos los recuerdos de cada uno, yo habria dado mi vida sin pensar solo para estar en la vida de Adriana con el embarazo de nuestro hijo, o en su nacimiento y eso era algo que el tuvo el si comparti esa etapa de su vida, pero el no tuvo lo que yo de Adriana, su frescura, su risa, su forma de mirarme, por que de eso estaba seguro Adriana no lo miraba de la misma manera que a mi, y aunque me doliera el reconocer que tambien sentia algo mas que agradecimiento por el, no lo amaba.

El se levanto tambaleandose y yo hice lo mismo, nos miramos y el se dio la vuelta dispuesto a irse, y antes de que saliera por la puerta lo detuve.

-Si la amas, dejala ser feliz-le dije, el se giro y me miro.

-Lo mismo te digo-diciendo eso salio y me deje caer al suelo, me hundi en mi miseria doliendome el alma, como podia pedirle algo que yo no podia hacer, si la amaba y mas que a mi propia vida, pero realmente seria capaz de dejarla ahora que sabia toda la verdad.

Me levante y tome mi telefono, tenia que hablar con alguien o si no explotaría, llame a la unica persona en la que confiaba lo suficiente para contarle todo, en cuanto me contesto le pedi que fuera hasta alli, necesitaba hablar en cuanto colgue me meti a la ducha y despues me puse el pijama, me sente en la cama una vez que mi mente estuviera mas despejada sabria lo que tendria que hacer, suspire y mire su reloj y las fotografias de ella y de mi hijo, la tome el dia de la comida con mi familia, el sueño me vencio al fin.

Cuando por fin el ruido en mi puerta me desperto, ahi estaba mi hermana me abrazo y yo hice lo mismo, le conte todo y ella escucho pacientemente, y cuando termine ella solo me hizo una pregunta.

-¿Cuanto la amas?.

-Mas que a mi vida-le conteste.

-Entonces tienes que dejerla ser feliz, y tomar sus propias decisiones, y si ella decide casarse tu tienes que aceptarlo, por que cuando uno ama quiere que la persona sea feliz, y si ya lo hiciste una vez con una persona que tu sabias que no era lo mejor, por que te opones ahora que es alguien que por lo que me cuentas realmente la ama-sus palabras fueron como un balde de agua fria, tenia razon yo la deje una vez, pero lo soportaria una vez mas, mi corazon se estrujo en mi pecho, pero ella tenia razon Ben la amaba, solo un ultimo intento haria y si no funcionaba aceptaria su decision.

Heridas de AmorWhere stories live. Discover now