CAPÍTULO 5 "Verdadera identidad"

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CAPÍTULO 5
"Verdadera identidad"

ADVERTENCIAADVERTENCIA: Contenido sensible sobre acoso sexual, agresión física y emocional. Léanlo bajo su responsabilidad.



No debí provocarlo.

No debí haberlo hecho pasar.

¿Pero cómo podría haber sabido que esto pasaría?

Exacto.

No podría haberlo sabido aunque quisiera.

Pero no puedo evitar arrepentirme de no haberme dado cuenta antes de que esto pasara.

Me aprieta del cuello dejándome casi sin oxígeno mientras reparte besos por mi cuello. Para este punto mis lágrimas nublan mi visión, pero soy consciente de sus miradas crueles.

-Elián...solo..s-olo déjame ir, Por favor....!Haré como que esto nunca paso y podremos seguir siendo amigos!.- exclamo entre la desesperación para que me suelte mientras trato de liberarme de su agarre.

-¡¿Y quién dijo que yo quiero ser tu puto amigo?!.- me grita en la cara.

Sollozos sin control salen de mi boca y cierro los ojos con fuerza.

No estoy aquí, no estoy aquí.

-Sabes que desde que te conocí te he deseado y he esperado demasiado, ¡Estoy harto de esperar! ¿Entiendes eso?

Sus palabras provocan un escalofrío por toda mi columna vertebral pero me niego abrir los ojos.

Se da cuenta de la fuerza de su agarre y lo afloja pero me no me suelta, toso desesperadamente en busca de oxígeno.

-Ohh, Lo siento ¿Te asuste? No era mi intención, nena.- Utiliza un asqueroso tono meloso.

Me alejo los más que puedo de él, aunque es difícil teniendo en cuenta que me hago ovillo en el colchón y él tiene las manos entre los reposa brazos del sillón, acorralándome.

-Abre tus ojos, preciosa.- murmura impaciente.

No lo hago y de nuevo pierde el control.

-¡ABRE TUS OJOS!

Brinco y conforme los abro lentamente veo como se forma una sonrisa diabólica en su rostro.

-Eso es linda.- se acerca a mí y me quita un mechón de cabello pegado a mi cara por las lágrimas que cubren mi rostro.

¡No me llames así!

-Acércate más...estas muy lejos.- pongo resistencia a moverme de mi lugar y él lo nota así que toma mi cabello en un puño y me lo jala. Grito de dolor pero eso no basta.

Me suelta y se levanta del sillón, gruñe en frustración y camina de un lado a otro.

-¿Ves lo que me haces hacer? ¡No quería lastimarte!

Pero ya lo hiciste...

Podría huir ahora...

Él está distraído, podría correr...

Demasiado tarde.

Se vuelve a sentar frente a mí y con fuerza desmedida me toma de la nuca y me estampa contra su boca.

Mueve sus labios sobre los míos y una mezcla entre gemido y gruñido se oye de su parte.

Jala mi cabello nuevamente y provoca que abra la boca por el dolor, puedo sentir su sonrisa victoriosa y aprovecha para meter su lengua dentro de mi boca.

El código de las vergüenzasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora