11. No es tan molesta

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Pasaron unos días desde que volvimos de la misión, aún no nos han encargado nada, cosa por la que estoy agradecida. 

Lucyll, Eden y yo seguimos entrenando desde entonces, mi rodilla ya está curada al igual que la mayoría de cortes. Tan solo me quedan algunos arañazos, pero no es nada por lo que alarmarse. 

Ahora me encuentro en la azotea entrenando con un saco de boxeo. Estoy descalza sobre una colchoneta suave de color morado con el saco delante de mí. Acabo de envolver mis puños en cintas blancas para evitar lesiones y me preparo para golpear. 

Siento la tela fría del saco contra el empeine de mi pie. Aún teniendo el pelo recogido, algunos mechones se pegan a mi cara por el sudor que me provoca el ejercicio y el sol. 

Tan solo se me escucha a mí controlar mi respiración y golpear el saco. 

-Novata! -y mi soledad es interrumpida por Ace. 

-Necesitas algo? -pregunto sin mirarle para seguir golpeando el saco. 

-Primero que nada, cuando yo te hablo me miras a los ojos. -le ignoro por completo y sigo con mi labor. Siento su mano en mi hombro, me giro bufando, antes de que pueda hacer nada ya estoy boca abajo en la colchoneta con su rodilla en mi espalda y su agarre fuerte en mis brazos evitando que me vaya a cualquier lado. Con su mano libre gira mi cabeza obligándome a verle de reojo, me encuentro con el color azul grisáceo de sus iris. -Ahora me vas a escuchar? 

-Acaso tengo otra opción? -pregunto como puedo, una mitad de mi cara está pegada a la colchoneta. 

-Ya te lo adelanto yo, no la tienes. -sus aires de superioridad me matan. -En menos de dos horas te quiero lista, llevaremos unas cosas a la zona de omegas. 

-Y para eso me necesitas? -grave error por mi parte preguntar eso, su agarre aumenta de fuerza al igual que la presión de su rodilla contra mi espalda. -Vale vale... Joder... -murmuro por lo bajo. -Iré, pero suéltame por favor. 

Se quita de encima y vuelvo a respirar con normalidad. 

-Tienes media hora. 

-No eran dos horas? -su mirada seca me cae como un cubo de agua fría. -Entendido, media hora. 

Bajamos al salón en el ascensor en completo silencio, corro a mi habitación y me ducho en menos de quince minutos, me visto con unos vaqueros rotos, unas botas y una chaqueta de cuero todo negro a excepción de la camiseta que es blanca. Me hago una coleta y salgo al salón. Allí está Ace esperando al lado del ascensor.

...

Llegamos al puerto, está igual que la última vez, lleno de esos trenes que van sobre el agua. -No te quedes atrás. -demanda siguiendo su camino hasta uno de los trenes, hay bastante gente cargando cajas y bolsas entre otras cosas. -Está todo listo? -pregunta a uno de los chicos que hay allí. 

-Sí señor, nos preparamos para la salida? 

-Sí, cinco minutos, el que no esté en el tren se queda aquí. 

-Entendido. -Ace se me queda mirando callado, sin hacer nada, lo cual me pone nerviosa en cierto modo. 

-Qué? -aparto mi mirada de su cara. 

-Tienes cara de zombie, a qué hora te dormiste ayer? -me río ante su comentario. 

-A caso eso es relevante? 

-Sí para mí, estoy a cargo de ti y del resto, es mi deber asegurarme que os acostéis a vuestras horas y durmáis las horas de sueño que debéis. -habló el experto en salud. -Subamos al tren. 

Entramos al vagón que hay detrás de la locomotora. Hay un sofá y una mesa, al fondo una estantería de cristal con muchas botellas de alcohol. -Bienvenida al vagón de los alfas, haz lo que quieras pero sin hacer ruido. -Ace se dirige a los estantes de botellas y saca la de whisky. Echa ese líquido anaranjado en un vaso con hielo y comienza a beber. 

Yo me limito a sentarme en el sofá viendo por la ventana lateral. Ya hemos salido del puerto. 

-El viaje será largo, te recomiendo encontrar algo con lo que entretenerte. Toma. -me da un libro que había por ahí tirado. -Te gustará, o no sabes leer? 

-Claro que sé. -pero este qué se cree? Por lo menos ha pensado en mí, algo es algo. 

Ace 

Mientras leo los informes que mandó Odd el otro día miro de reojo a Sky, se está quedando dormida con el libro en las manos. Debería despertarla? O la dejo dormir? Mejor la dejo, así no molestará. 

Tras cinco minutos más siento un peso en mi hombro, no me jodas que se ha quedado dormida en mi hombro... -La madre que me parió... -y ahora qué mierdas se supone que tenga que hacer? Apartarla? 

Pero está muy tranquila, la dejaré dormir. Al menos no ronca. Después de todo la novata no es tan molesta como el resto. 

En cierto modo me cae bien, y pelea mejor que muchas personas con un rango mayor. Pero el otro día en la misión se comportaba como una alfa. Serán suposiciones mía, la selección nunca falla, y con ella no será menos. 

Me acomodo en el sitio y sigo leyendo los informes mientras bebo whisky hasta que el sueño también me comienza a hacer efecto. Sincronizo mi respiración con la suya, paso mi brazo sobre sus hombros y junto nuestras cabezas. Quiero pensar que lo que estoy haciendo ahora es efecto del alcohol, pero a quién quiero engañar? De sobra sé que me estoy pegando a ella por que me gusta. 

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