ZombieLand

32. Promesas

Especial HALLOWEEN 2/4

Sky

-Están dentro!

-Sacad a los omegas de aquí! -grita Ace. -Vamos!

Cogemos nuestras armas y comenzamos a disparar a los zombies que han caído dentro del campamento. 

-Son demasiados! -veo como los zombies comienzan a saltar sobre algunos soldados para morder los.

Enseguida comienza a haber más zombies que personas. Mi arma se queda sin balas, solo tengo las pistolas, los cuchillos y el bate.

-Tenemos que irnos! Venga! -Klaus me agarra con fuerza de la muñeca para sacarme de allí. Somos los últimos que quedan en el campamento.

Sobre nosotros pasa un último caza que dispara a los aviones y a los quads haciendo explotar algunos.

Nos cubrimos la cabeza para que no nos vean.

Nos escondemos tras unas cajas para protegernos de los disparos.

-Cuidado! -Klaus le pega un puñetazo en la cara a un zombie que venía a por mí. -Vamos!

Está comenzando a salir el sol.

-Corred! -hay gente esperándonos en la entrada de las verjas que rodean el campamentos. -Vamos!

Conseguimos cruzar la puerta y ellos cierra verja con candado. -No aguantará mucho, tenemos que irnos ya. -enseguida los zombies comienzan a amontonarse en la verja para intentar salir y el candado está cediendo.

-Vamos! -alcanzamos a la gente que está corriendo por la calle principal para huir a cualquier lado y poder salvarse. Estoy agarrando la mano de Klaus para no perderle, él va detrás de mí.

En un momento dado dejo de sentirle.

Me caigo al tropezar con un trozo de acera que está levantado.

Klaus está tirado en el suelo. Me arrastro hacia él y le obligo a mirarme.

Mis ojos pican y siento un escozor en mi garganta. -Klaus, Klaus... Mírame. -pido. Pongo mis manos en sus mejillas, está sudando en frío.

El sol de la mañana se cuela entre los edificios hasta reflejarse en sus ojos. -Vete, por favor...

-Qué está pasando? -él mira su brazo con dolor. Está sangrando. -No... Dime que no es cierto, por favor... -mis lágrimas humedecen mis mejillas hasta hacerme difícil ver.

-Sky, por favor... -su cuerpo palidece poco a poco, sus venas llevan dentro un líquido negro que resalta con su piel.

En cuanto eso llegue al cerebro se acabó. -Tiene que haber alguna forma de pararlo... Yo...

-Sky, escúchame...

-Lo siento... -junto nuestras frentes y cierro los ojos con fuerza, mis lágrimas caen en sus mejillas. -No me dejes, por favor...

Se lleva la mano al cuello y arranca el collar que tenía puesto. -Te lo iba a dar cuando volviéramos... Pero hay un pequeño cambio de planes. -sonríe débilmente.