Third

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Deseó que lo enviaría al buzón de voz, hubiera sido mejor, Moira tenía cinco días para volver. ¿Sí le hablaría sobre Ben? No, para nada, bueno solo ella lo conocía perfectamente y lo probaría si lograba descubrir que lo afligía con oír su voz, si no, le daría una oportunidad al rubio.

~Hola amor

~¡Bebé! Pensé que no me llamarías, llevo esperando tu llamada desde hace dos semanas ¿Cómo van las cosas por allí?. Aquí todo bien, la novela fue un éxito, firmaré en una editorial bastante reconocida y mientras más pronto, estaré en casa en un santiamén.

~Que alegría Moira de hecho necesito decirt~

~Disculpa por interrumpir pero te quería pedir algo, sé que es precipitado y lo medité, si no lo hago ahora no me decidiré nunca...

~¿Y bien?

~Joey quiero que te cases conmigo

~Ah...~ la respiración se le escapó de los pulmones pero no le quería romper el corazón

~¿Bebito? ¿Sigues en la línea?

~Quisiera que lo discutamos cuando llegues, por teléfono es inapropiado hermosa, no digo que no. Tengo trabajo, es todo, adiós.

~¡Espera!~ él hizo caso apretando sus ojos~ ¿Conociste a alguien más?

~No Moira, pero tenemos que hablar, no es malo, llamaré luego, adiós~ esta vez sí colgó ya que iba a ver a ese alguien más.

Trató de cambiarse casual para que su encuentro no pareciera algo significativo, nada emocional, sólo porque estaba siendo chantajeado, no admitirá nunca que hablar con Ben era cautivador.
Irían a conversar a un parque cerca al centro, resultaba cerca para ambos y si la conversación era fluida quizás podrían ser hasta amigos.

-¿Es para mí?- dijo sonriendo y tocandose el pecho

-¿Qué cosa?- vió a los costados, sólo traía su cámara

-Ese paquetote- el rubio volvío a mirarlo, inclinó la cabeza y recorrió su dedo pulgar por su labio inferior.

-Si sigues fastidiandome no respondo- casi nunca en su vida recibió un piropo, se le enternecio el corazón y el rubor en sus mejillas lo demostró

-Bien que te gustó- susurró y le dió una suave nalgada.

-¡Deja de tocarme!- gritó sin darse cuenta y algunos transeúntes voltearon a verlos-. Vamos a sentarnos- lo tomó de la mano tapándose con la otra y fueron a buscar un asiento.

-¿Y de que quieres hablar? ¿De ti? ¿De mí? ¿De nosotros?

-No hay un nosotros ni lo habrá, ¿Qué opinas de mi trabajo como fotógrafo?

-Pues no sé que decirte

-¿Por qué?

-No he visto ninguna foto tuya hasta ahora, yo solo posó y siempre salgo bien, nunca me había preocupado ver los resultados antes-

-Solo déjame- sacó su cámara y trató de enfocarlo bien sin que se de cuenta sin usar el flash, las luces de la ciudad bastaban. Sacudió la fotografía dos veces y se la mostró

-¡Lo haces increíble!- revisó el detalle de la cámara impregnada en la imagen y se maravilló.

-¿Disculpa?

-Está vez tú lo malpensaste

-Ah la foto sí, mis padres me dijeron que era un don, lo dudé mucho tiempo porque cualquiera con dos dedos de frente y con buena preparación podría hacer lo mismo.

Remember me [Hardzello]Where stories live. Discover now