Fourth

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-No estoy aquí porque quiera

-Ajá- el rubio le daba poca importancia a las excusas del empapado camarógrafo del cuál su orgullo le ganaba

-Solo porque está lloviendo

-¿Me puedes devolver la chaqueta?

-Dijiste que estabas bien así

-Voy a dejarla secando, en mi departamento tenemos calefacción, te calentaras rápido

-¿Tenemos?

-No vivo solo; verás... En una ciudad tan grande y solitaria, necesitaba una compañera, déjame presentarte a alguien.

-Pensé que querías una cita, los dos solos, claro cómo amigos, no sabía que tenías novia.

-No exactamente- enseguida Ben trajo cargando a una cachorra de apenas cinco meses que dormía.

-Es linda ¿Cómo se llama?

-Frankie, si te puedes quedar más tiempo sería perfecto, la podrías conocer cuando se despierte.

-Si la lluvia no para, puede que me quede, o llame un taxi.

-O te quedas a comer pasta, no es un restaurante pero la marca del empaque es buena, ¿Qué dices?

Lo miró pensativo, en ese momento y una llamada, en cinco minutos hubiera estado en su casa llevándose una sorpresa por la llegada de Moira que seguía esperando ansiosa sentada en su sofá, a punto de acudir a la policía, preocupada porque su pareja no le respondía al teléfono. Pero optó por ayudar a preparar la salsa para el spaghetti que preparó con Ben.

-Me prometí llevarte a comer a un lugar más apropiado, luego quizás a bailar, ¿Te hubiera gustado?

-Siempre que no te sobrepases sí- mientras le devolvía una sonrisa cómplice, algunas manchas rojas se colaban en las comisuras de sus labios.

-No lo volveré a hacer

-Si no te molesta, iré a lavar los platos- se levantó del asiento tomando los platos en sus brazos

-No, tú eres mi invitado, yo los lavare

-¿Estás seguro? No pareces alguien de labores de casa, digo estos platos son nuevos y no sabías cómo prender la estufa

-No suelo usar mucho mi departamento, es como un refugio y la mayor parte de mi tiempo lo paso en mi trabajo o en bares.

-Eso veo- los platos le comenzaron a pesar así que los acomodó denuevo en la mesa, después se dió cuenta que al rincón yacía un lavavajillas-. Tienes un lavavajillas

-No, no tengo un maldito lavavajillas

-Entonces, ¿De quién es ese?

-Mmmmhh- volteó a confirmarlo-. En los ocho meses que vivo aquí no lo había notado.

Rió ante su respuesta- Debes ponerle más atención a lo que tienes en frente Ben

-Tienes razón- en todos esos meses no se sentía tan cálido, con una compañía realmente agradable-. Iré al otro lado.

-Pondré los platos a lavar y te alcanzo en la sala.

«★»

Sus ojos no se podían mantener abiertos más tiempo, la comida se enfriará y a Joe no le gustaba el recalentado, su estómago gruñía y ansiaba probar lo que compró pero después de lo que hizo solo le quedó esperar al fotógrafo.
Se comenzaba a molestar porque era extraño que él saliera los fines de semana y más de noche, que no volviera era inmensamente tedioso.

Remember me [Hardzello]Where stories live. Discover now