Capítulo Seis

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Mi cabeza latía con fuerza cuando me desperté a la mañana siguiente. Probablemente porque después de la fiesta, soñé toda la noche. Algunos de los sueños eran pesadillas, pero algunos de ellos... bueno... digamos que me acordé de cómo los labios de Hyejoo se sentían en mi cuello y cómo sus dedos podrían elevar la piel de gallina en mi piel un poco demasiado bien.

Las pesadillas eran reconfortantes porque eran muy sencillas, pero los buenos sueños me confunden. No sabía qué pensar de Hyejoo, pero una cosa era cierta: no había manera en el infierno en la que fuera a pasar el día a solas con ella. Mi coche tendría que esperar.

Bajé las escaleras para tratar de explicar la mala noticia a mi madre, pero me detuve en el pasillo cuando la oí a ella y a Jinsol hablando de mí. —No lo entiendo —dijo Jinsol.

—Estaban hablando y Hyejoo era tan dulce. Entonces Chae enloqueció y nos hizo salir. No dijo ni una sola palabra de camino a casa.

—Bueno Sol, cariño —pude escuchar la simpatía en la voz de mamá, así como asombro—, probablemente se asustó.

¡Gracias! Me alivio tanto que alguien entendiera cómo de espeluznante era Hyejoo. Pero entonces mamá dijo—: Chae no está acostumbrada a salir con gente como tú.

—¡Lo único que hace es salir con chicos!

—Pero ninguno de ellos le ha prestado esa clase de atención antes. Los J, son buenos chicos, pero tratan a Chae como a uno de ellos. ¿Puedes ver a alguno de ellos pidiéndole una cita, o tratando de darle un beso?

Jinsol resopló. —Ew.

No podía creer que mamá y mi hermana estuviesen teniendo esta conversación acerca de mí, pero al menos Jinsol y yo nos hallamos en la misma página con ese pensamiento. ¿Salir con los J? Ew, ew y ¡ew!

Mamá continuó—: Así que si a Chae le gusta Hyejoo, ¿no puedes entender lo confundida que puede estar en este momento? La pubertad es una cosa muy difícil. No todo el mundo se adapta a él tan naturalmente como tú lo hiciste.

—Asco, mamá, no puedo creer que hayas dicho la palabra pubertad.

—Bueno, ¿De qué otra forma se supone que la llame?

—Um, nada. Esta conversación está tan terminada. ¿Y sabes qué? Tal vez no deberías decirle nada a Chae. Voy a ayudarla con Hyejoo.

Al oír una silla deslizarse de la mesa, empecé a arrastrarme escaleras arriba, pero todavía oí la respuesta estoica de mi madre. —¿Jinsol?

—¿Qué?

—Deja a tu hermana en paz.

—Pero mamá, no la viste. Necesita ayuda.

—¡Aléjate de ella! —dijo mamá de nuevo—. Estoy segura de que pedirá tu ayuda cuando esté preparada para ello.

¡Ha! Y los monos podrían volar fuera de mi culo, también.

Esperé en mi cuarto hasta que oí a Jinsol encender la ducha en el baño y luego bajé a enfrentar a mamá. Afortunadamente, no dijo nada cuando entré en la cocina. Tomó un sorbo de café mientras que cogí un plato de Cocoa Puffs. Cuando por fin habló, no dijo ni una palabra acerca de la fiesta.

—Así que, ¿tienes alguna idea del tipo de coche que quieres?

—Dudo que tenga muchas opciones con sólo cuatro mil dólares para trabajar —le dije, encontrando la transición perfecta para cancelar mis planes del día sin tener que recurrir a Hyejoo—. Tal vez debería esperar hasta el final del verano, cuando ahorre un poco más.

Sweet Psycho || HyewonWhere stories live. Discover now