Mapaches || Little Nightmares AU (Spanish-version)

Capítulo 11: Dulces

William untó la mermelada en el pan con mantequilla, sintiéndose aturdido.

Los huevos chisporrotearon en el sartén a su lado, casi terminados.

La salida de compras del día anterior había sido un éxito, en su opinión, aparte de la pequeña situación de Six. No había podido ver correctamente lo que estaba mirando, pero parecía que estaba a punto de vomitar. Afortunadamente, se calmó y dijo que la cosa "no era peligrosa" antes de reanudar su caminata. Había estado preocupado, por supuesto, pero ahora finalmente le habían dado una pista adecuada.

Las Fauces.

Dejada sola, sonaba como una palabra corriente, pero la forma en que la dijo, con reverencia, dando forma a la palabra con un propósito, lo llevó a creer que era otra cosa. Más importante.

¿Quizás una ubicación de algún tipo?

Sin embargo, todavía no había podido hacer coincidir el nombre con nada. Pero seguiría buscando. "Las fauces" no sonaba realmente como un lugar acogedor después de todo, y tal vez si lo encontraba, el pasado de los niños sería más fácil de descifrar. Incluso podría ser resuelto por completo, si tenía suerte.

La abolladura en su billetera también había valido la pena, cuando vio a Six mirando y tocando la ropa que había recogido una y otra vez esa noche. Mono había sido considerablemente más indiferente, pero también miró su parte como si no pudiera creer que fueran reales. Le dolía el pecho, pero al menos había podido hacer una cosa útil por ellos.

Su alma también había dejado un poco su cuerpo ante la inocente pregunta de Mono, ¿De dónde vienen los bebés? Pero agradeció literalmente a todo en la Tierra por haber podido esquivar las consultas sin demasiados problemas.

Su propia madre lo había sentado a los siete años y le había explicado con  gran detalle cómo sucedía todo. No había pájaros ni abejas. Por supuesto, él les dijo lo que es común por no querer que se les ocurrieran ideas tontas. Ya tenían cicatrices de por vida para variar.

De todos modos, en realidad fue un alivio verlos preguntar cosas normales que cualquier niño se preguntaría, incluso si eso se convertía en una conversación difícil.

Los niños se habían ido a dormir temprano la noche anterior, con los ojos ​​y los pies cansados. Supuso que no estaban acostumbrados a salir así en absoluto, e interactuar con la gente también tendía a agotarte mucho. Aunque era necesario.

No podía esperar a ver cómo tener un guardarropa normal los haría brillar más. Había visto a muchos niños en situaciones desafortunadas iluminarse como un árbol de Navidad cuando les compraban una manta adecuada para el frío... Tal vez también funcionaría para ellos, incluso si Six hubiese arrojado sus zapatos a la pared en el segundo en el que llegaron y el propio Mono de alguna manera no hubiera estado usando calcetines.

Eso era otra cosa.

La rutina nocturna que habían establecido no estaba completa en lo más mínimo, sin cepillarse los dientes ni peinarse, solo ponerse las camisas de William —sus pijamas temporales hasta que pudiera comprarles las de verdad—, e irse a dormir.

Mas o menos.

No estaba seguro de que dormir debajo de la cama fuera cómodo en absoluto, pero habían sido inflexibles al respecto y Six se había molestado cuando William quiso oponerse. Oh bien. Al menos no estaban completamente incómodos ahí abajo, ya que habían hecho una especie de nido.

William agregó en privado una nota de ''No hay camas'' a su creciente pila mental de pistas sobre su pasado.

Se preguntó si debería comprar una de esas carpas para niños que vio en un anuncio una vez, mientras navegaba por la web. Se veían lo suficientemente divertidas, e Internet ciertamente tenía algunos cientos de modelos para mostrarle, en su cambiante historial de búsqueda y recomendaciones en los últimos tiempos. Todavía tenía algunas cosas de su trabajo, pero en conjunto había pasado de asesinatos que nunca se han resuelto —sí, era un policía que miraba esos programas, le gustaba— a ¿Cómo agradar a los niños?.