Capitulo 3 : festival

1.6K 219 64
                                    


- ¡Buaaaaaa! -

Un llanto despertó de forma abrupta a la chica azabache, quien rápidamente se levantó exaltada.

- Mi niño, ¿Estás bien? - Preguntó ella, al sentarse sobre el futón y ver a Inosuke en su Moisés al lado derecho de la cama.

Inosuke seguía llorando, lo cual Kotoha entendió como señal de que tenía hambre o tenía sucio el pañal así que se levantó y cargo al bebé en brazos para revisarlo.

- No tienes el pañalito de tela sucio, y tampoco quieres de comer... - Dijo algo confundida mientras acomodaba su bata y se cubría.

Kotoha asumió que el pequeño había tenido un mal sueño, por lo cual lo arrulló dulcemente en sus brazos mientras cantaba su canción de Cuna.

- 🎶 Promesa de meñique, promesa de meñique... Sí un día te falto, desde el cielo te estaré velando 🎶

El pequeño bebé volvió a dormir, Kotoha lo puso con sumo cuidado en su Moisés, para vestirse con su kimono verde y salir a hacer sus deberes.

Mientras tanto, Douma yacía en su trono de loto, escuchando la súplica de uno de sus seguidores.

- Douma Sama, se lo ruego, haga que mi esposa pueda tener un digno heredero sano y fuerte para poder dejarle mi Dojo - El hombre arrodillado enfrente del rubio suplicaba el milagro de la concepción

- Mañana en la noche, tráeme a tu esposa y podrás tener el varón que tanto deseas - respondió él con una voz amable y una sonrisa amplia, mientras veía divertido, la escena.

- ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Muchísimas gracias señor! - El fiel creyente se acercó a Douma y beso su mano con devoción, para luego, levantarse e irse corriendo de regreso a su casa.

- Que patéticos se ven haciendo estas cosas, al menos por la noche tendré una buena cena - Douma se limpio el beso de la mano en su túnica con desprecio, su expresión cambio bruscamente, metió sus manos entre su túnica, sentía a alguien aproximarse.

- ¡Douma San, buenos días! - exclamó feliz Kotoha, mientras alzaba su mano derecha y la sacudía con alegría.

- Buenos días, Kotoha chan -

La chica se acercó a él y poniéndose de rodillas al lado de su trono de loto, tomó un cepillo de hebras finas de madera tallada, y comenzó a cepillar el largo cabello del rubio.

- Kotoha... Te he dicho que no es necesario que hagas tantas cosas extrañas, yo puedo hacerlo solo -

- Pero... - Kotoha veía el cabello de douma con amor, mientras lo sostenía en su mano derecha y cepillaba con la mano izquierda.

- Me agrada poder cepillarlo, desprende un olor muy dulce cada mañana - Kotoha seguía arreglando aquel cabello rubio.

Douma, volteó hacía la chica, quedando a unos centímetros de la cara de la ojiverde lo cual hizo que ésta se sonrojara y tirara aquel peine.

- Muchas gracias Kotoha - Douma sonreía plácidamente mientras tomaba la mejilla sonrojada de Kotoha con su mano derecha, y la acariciaba con su pulgar.

- De... De nada... -  La azabache parecía que estaba a punto de colapsar.

- Douma Sama - Una mujer de largos cabellos rojizos y ojos azules entró por la puerta principal, haciendo que douma y Kotoha voltearan hacia ella.

Incorporándose ambos, douma prestó atención a lo que la chica tenía por decir.

- He hecho lo que me ordenó, los niños están a fuera, ¿Los hago pasar? -
La pelirroja veía con celos a Kotoha, quien no entendía qué sucedía en ese momento.

Los días que más améWhere stories live. Discover now