Un amor atemporal ( Elegida Wattys 2022 )

Capítulo 13

Pvo Valentina

Cuando diciembre finalmente llegó, deje de vivir en automático y me percate del hecho, de que los últimos seis meses se tornaron extremadamente difíciles de sobrellevar. Nada de lo que tengo a mi alrededor logró ser lo suficiente para que deje de extrañarla. En todo este tiempo, no pasó ni una sola de las veinticuatro horas entre que sale el sol y la luz se oculta, que no haya pensado en cuan diferente hubiese sido terminar o tal vez empezar mi día; si estuviera al lado de Juliana. Conservo todas y cada una de las de las fotos y los pequeños vídeos que nos tomamos en mi estadías en Nueva York. Por ser hija de un diplomático, nuestras redes sociales están totalmente controladas. Sinceramente bajo esa condición, ni siquiera quise crearme ningún perfil. Aunque, confieso en que de cierta manera, fue la excusa perfecta para no estar al pendiente de cada movimiento que Juliana pudiera hacer. Es un hecho qué mi relación con Arthur no me llena, ya dejó de ser ese complemento que alguna vez lo fue. Por mucho tiempo tuvimos y disfrutamos de una estabilidad y armonía hermosa, éramos una pareja... Ok, en realidad, fuimos una pareja, pero quizás nunca me detuve a pensar con la claridad que aún cuento. Nunca me lo permite, porque de haberlo hecho, me hubiese resultado tan evidente las ausencias qué mi vida siempre tuvo. Creo que recién ahora comprendo cuánto le aportó Juliana a mi vida en tan poco tiempo. Esos minutos antes de verla por última vez, ella me preguntó si nos volveríamos a ver. La primera vez que formulo esa misma pregunta, lo hizo  estando en México. Para ser completamente sincera, esa noche no la respondí porque no sabía qué decirle; pero en Nueva York todo fue diferente. tuve la intención de no hacerlo, porque no me animé a asumir, que en realidad no me quería ir de su lado. De ser mi elección, permanecería aún en Nueva York. Sí lo sé, soy una mujer adulta  que  perfecto puedo decidir por mi misma. Pero estoy inmersa en un círculo, en el que cada acción tiene consecuencias a escalas que ni siquiera puedo imaginar. Aunque lo que sí quiero y puedo imaginar es  , volver a pasar unos días en compañía de cierta mujer que desde que la vi iluminada por la luna en la playa; se adueñó de mí.  Hoy comprendo que es la más pura verdad con la qué cuento y tristemente trato de conformarme.

Mi especialización llegó a su fin y es ahora cuando puedo comenzar a crear el futuro que quiero para mí. Existe una posibilidad laboral en una de las oficinas donde trabaja mi padre, de hecho esta semana voy a presentarme a concursar, para uno de los puestos vacantes. De conseguirlo, como parte del entrenamiento y preparación para desempeñarme como especialista en  relaciones internacionales. Este cargo  me llevaría un mes a Washington y luego serán algunos destinos alrededor del mundo, en verdad sería mi trabajo soñado. Papá comenzó  su carrera de esa manera y después se estableció en la oficina como embajador de México.

Una semana después

-Entonces solo será un mes y luego regresas...- comienza diciendo Arthur y debo intervenir porque creo adivinar su posible planteo.

- Arthur, este es solo el inicio de mi carrera. Tú bien sabes que no se termina dentro de treinta días. Apenas estoy dando el primero de los muchos pasos, para forjar mi carrera internacional. 

- Sí, por supuesto que eso lo sé, solo quiero asegurarme que este viaje dura ese tiempo. También debo organizar mi agenda para poder visitarte...- comenta de inmediato en un tono neutral

- ok, pero no puedes ir sin previo aviso. Desconozco como será mi actividad allí o tal vez , la demanda. No puedes simplemente aparecer así sin más...-  Espero que comprenda mi voluntad

- Ok amor, será a tu manera. Seguramente organizó el viaje para mediado de mes. De esa manera tú te instalas sin problema alguno ¿Te parece correcto?- Frente a su consideración no podía negarme.

- suena perfecto...- respondo y lo abrazo. Sé que no estoy siendo justa con él, y realmente me consume el hecho de ser absolutamente consciente de mi falta de fidelidad. Porque más allá de que él pueda o no serlo, yo soy quién debe responder por sus acción, en realidad con las consecuencias de las mismas.