Capítulo 15

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Pvo Valentina

Durante tres días viví una vida de mentiras en plenitud, y es un trabalenguas decirlo así. Pero llegar al departamento y encontrarme con el almuerzo en algunas ocasiones o la cena recién hecha por las manos de cierta señorita, es inimaginable para mí. Totalmente un nuevo mundo frente a mis ojos. Toda mi vida fue de una ridícula abundancia de apariencias, pero llegar al departamento y encontrarme a Juliana con el pijama o su vestimenta casual... Es el condimento que justamente  le falta a mi vida. Hoy mi jornada termino antes de lo previsto, por supuesto que no pierdo ni un solo segundo. Rechacé la invitación de un after office y la cena con el grupo que trabajamos juntos. Todavía tenemos unos cuantos días aquí en Washington, pero ¡¡Juls no!!. No es una opción desperdiciar de este valioso tiempo juntas...

Abro la puerta del departamento y un aroma a café recién preparado me invade, dejo mi portafolios sobre una mesa junto a la puerta principal, y camino hacia la cocina. Me apoyo en el marco y observo a una muy entretenida Juliana, sirviendo su tasa de café. La mesada es un lio de papeles y carpetas por doquier. Ella realmente se trajo trabajo para realizar estos días, sin moverme de donde estoy, aclaro mi garganta y Juls voltea de inmediato a mi dirección y me muestra una sonrisa tan amplia y radiante. De de esas que encienden luces en tus ojos y transmiten felicidad... Eso, en este preciso momento soy muy feliz.

- Llegaste antes, pensé que demoraría unas horas más...- me dice y se dirige a la mesada para intentar ordenar su material de trabajo.

- Hey no te preocupes, bebe tu café que se enfría. De hecho voy a servir uno para mí...- dicho esto camino en dirección a Juliana y la abrazó por su cintura. Su blusa de tela tan delgada me permite sentirla aún más. Ella envuelve sus brazos en mi cuello y mi rostro descansa en el espacio de su cuello. Su perfume suavemente cítrico invade mi sentidos y todo en ella es una invitación a permanecer abrazadas unos segundos más.

Cuando terminamos de cenar la carne con vegetales al horno que Juliana hizo, nos dirigimos al sillón de la sala. Ambas nos sentamos acodándonos en el respaldo del sillón, yo juego con su mano libre...

- Juls, mañana ¿A que hora es tu vuelo?...- le pregunto, todos estos días se sienten como un paréntesis en nuestras vidas. De repente veo como la expresión facial de Juliana se endurece y ella se acomoda en el sillón, en una posición un tanto más derecha. Su mirada recae al agarre de mi mano en la suya, la escucho inhalar de manera sonora y sus ojos conectan a  los míos.
- Val en algún punto tenemos qué hablar...- me dice Juliana y la necesidad de respuesta nuevamente la veo en sus ojos. Tal como lo hice en nuestra despedida en Nueva York, pero por supuesto ahora todo es diferente. Y tal vez debo animarme, ella merece algo de mi sinceridad...

- Lo sé... Créeme que lo sé Juliana, honestamente no tengo nada para decirte. Y comprendo que mi respuesta no es lo que quieres escuchar, pero es mi triste realidad...- obviamente, ella me interrumpe

-¿Cómo que no tienes nada para decir? Por favor, se honesta conmigo; esto no empezó hace dos meses. Cómo es posible que después de tanto tiempo, tú sigues buscando estar conmigo y no puedes negar está verdad...- El argumento de Juliana es totalmente válido. Para mi sorpresa, ella se acomoda nuevamente en el sillón acercándose un poquito más; extiende sus brazos y sus manos sujetan las mía con tanta gentileza y amor. Acto seguido comienza a decir:
- Voy a exponer mi defensa y dudo mucho que puedas apelar, para salirte librada. Primero...- No puedo creer sus ocurrencias, es la perfecta combinación entre dulzura y espontaneidad. La miro y espero a que exprese sus alegatos.

- no hay un solo indicio en ti, que me demuestre qué no quieres exactamente lo mismo que yo. Señorita Carvajal, es innegable el hecho de que en todos estos meses no pudiste dejar atrás, ni uno sólo de nuestros instantes juntas. Comprendo a la perfección, qué estás en una vida que no te satisface y la presión sobre tus hombros no es menor...- Juls suelta mi mano y su palma se posa sobre mi mejilla derecha. Ella continúa con su sentida argumentación

Un amor atemporal ( Elegida Wattys 2022 ) Where stories live. Discover now