Un nuevo diciembre llegó y todo lentamente comienza a normalizarse en mi vida. Que puedo decir, fueron los ocho meses más difíciles de mi vida. Todo se derrumbó, tal cual, lo supuse.
El primer golpe, no fue la separación con Arthur, que inicié, cuando entré por la puerta del departamento que compartíamos en Londres. El drama mayor, lo tuve en casa de mis padres. Cuando llegue con mis maletas, y una mejilla enrojecida. Pero no por llorar, el enrojecimiento, que después se convirtió en hematoma, fue producido por Arthur y su descarga de furia. Su golpe me depósito con brusquedad en el piso acolchonado por alfombras. Afortunadamente todo se detuvo allí, porque me levanté enardecida, y lo enfrenté; como jamás lo hice antes. Pese a ese dolor físico que en mi interior comenzaba a crecer, supe sin titubear, que al final, solo podría significar alivio.
La indiferencia de mamá, fue devastadora, hoy, todavía lo sigue siendo. Ella sintió morir, cuando Leonard, el custodio de la casa, me ayudó con mi equipaje. Mi madre estaba reunida con un grupo de amigas y yo aparecí sin avisarle.
Su preocupación en primer lugar, no recayó en mi incipiente morado en la mejilla. Mamá no supo como disimular la vergüenza, que sintió frente a sus amigas. Sus apariencias indudablemente fueron más importantes, que el hecho, de que mi vida se desmoronó en pedazos.
Estoy sentada en un café y observo la interacción que tienen madre e hija frente a mi. Involuntariamente vuelvo a lo sucedido con mi madre. Tal vez su falta de empatía y comprensión me hicieron volar lejos de ese lugar especial, que es nuestro hogar familiar, y que supone proveernos de la más inigualable protección.A penas sus amigas abandonaron la casa, mama subió de inmediato a mi habitación. Todavía hoy puedo recordar su doloroso reclamo, y planteo absurdo.
- Valentina, ¿me puedes decir que significa esto? ¿Cómo se te ocurre aparecer, en esas condiciones frente a todas ellas?...- de todo lo que podía esperar de su parte, esto es de otro nivel.
-Madre no se te ocurre preguntarme el motivo de mi presencia aquí...- le digo, y Quito una lágrima que disimuladamente comienza a caer.
- Dime que sucedió- me dice, al recomponer su desencajada postura.
- Mi matrimonio se acabó...- directamente le digo.
-Pero ¿qué tontería dices?... Valentina, frente a la primera dificultad, no puedes renunciar, y perderlo todo. ¡¡Por favor, regresa a tu hogar, con tu esposo!!- no puedo creer lo que estoy escuchando.
- Mamá, acoso no lo ves, fui golpeada...- le digo con la voz quebrada.
- Arthur no es una persona violenta, conocemos a su familia...- ok, hasta aquí puedo tolerar.
-lo último que necesito de tí, son tus reproches,tus planteos absurdos ,y tus reclamos... Yo era miserable, en la vida que tenía junto a Arthur -
- Hija, ¿Cómo puedes decir algo así? Arthur es un buen hombre, lo que acaba de suceder es un exabrupto, seguramente un hecho aislado; que no se repetirá-
- madre, yo no voy a justificar la violencia de Arthur, sinceramente es lamentable lo que soporté y fui sometida hacer, en los últimos meses. Mi matrimonio con Arthur, nunca debió ser, hoy comprendo que no estaba enamorada de él...-
- Valentina por favor, no me vengas a hablar de falta de amor...- mi madre me interrumpe.
- Hija, ustedes se conocen desde que son niños, nuestra familia son amigas desde hace años...- En ese preciso momento dijo las palabras incorrectas
- ¿Cómo crees, que esto repercuta en nuestras relaciones?...- su falta de comprensión no la tolero más.
-Madre ¿realmente esa es tu pregunta frente ala situación? Tú crees que en este instante, tras recibir golpes y abusos físicos de parte de mi adorado esposo, es importante esa cuestión social...- el enojo que siento en mi interior es inmenso, pero trato con todas mis fuerzas de no explotar con ella. Pero obviamente no puedo retener las palabras que se pronuncian, frente a tal injusticia de parte de mi progenitora.
-realmente crees, que es relevante en mi vida, la conveniencia de esa amistad... Porque te conozco madre, y sé, que no eres sincera. Ni siquiera con esa supuesta amistad de años, que tanto quieres cuidar, por sobre la integridad física de tu única hija...- inevitablemente mi enojo se exteriorizó con furia.
- Valentina, no sabes lo que dices, eres mi hija, pero déjame aclararte, que ni siquiera tú no me conoces en absoluto...- soy yo, quien interrumpe su defensa
- o si lo hago, créeme que lo hago, y sé que elegiste crear un mundo de mentiras... ¡¡una vida ficticia!! ¿Con qué propósito?- termino por preguntar con ironía.
-No sabes de lo que hablas...- mamá alega.
- Entonces se honesta conmigo por una vez, dime ¿por qué? Ni siquiera quieres mostrar el legado más hermoso que compartes con tu madre, y tu abuela...- mi madre me mira con incertidumbre.
- Como es posible que además de pretender olvidarte de tus raíces, tú decidiste cubrir con tinturas, el pelirrojo de tus cabellos. Todavía recuerdo, cómo mi abuela se lo peinaba con tanta devoción... ¡¡Mamá ella atesoraba su cabello pelirrojo!!, y tú cegada por la ilusión y fantasía de ese color dorado, sencillamente, te olvidaste quién eres...-
- Deja de decir absurdos- replica mi madre en un tono elevado
- El único absurdo que conozco es, la vida de aristócratas ingleses, que te inventaste, y nos forzaste a vivir... Una vida, en donde mis raíces mexicanas nunca tuvieron lugar... Pero permíteme decirte algo...- hago una pausa, mamá me mira expectante.
- Mi vida de mentiras se terminó, desde hoy comienzo a vivir, y a ser, quién realmente soy...-
- ¿Y quién eres?...- pregunta mamá con su voz llena de sarcasmo.
- Una mujer que renunció a la única oportunidad de ser amada en realidad, y no me refiero al mediocre y violento de Arthur...- frente a silencio de mi madre, inhalo profundamente y disparo sin piedad.
- Valentina, pero ¿de quién hablas?...- ella pregunta sorprendida por mi revelación.
- Estoy enamorada de una mujer, y voy a pelear por su amor, como debí hacerlo hace tres años atrás; cuando cobardemente la deje ir...- La siguiente reacción de mi madre jamás creí posible que sucediera.
- No pienso permitir que arruines tu vida, por una estupidez... ¡¡Tú no eres lesbiana!!...- Y sobre el leve morado que comienza a mostrar mi pálida mejilla, mamá pronuncia mi pesar, con una sonora y desmedida cachetada. Una punzada de dolor me atraviesa, y hace que lleve ambas manos a mi sensible mejilla. Las lágrimas rápidamente se agolpan, y comienzan a caer de manera incontenible, bañando mis manos apoyadas en mi rostro. Se forma un silencio tenebroso en mi habitación, nuestras miradas se fijan en la otra, y nuestros pechos se elevaban de manera notoria, por la adrenalina de la confrontación.
- Hija, yo...- mamá se detiene, no sabe que decir.
- Estoy enamora de Juliana, y nada, ni nadie... Ni mucho menos tú, podrá contra eso...- Le digo en un tono que jamás utilice con ella. Quito mis manos de la mejilla, rectifico mi espalda, al llevar los hombros hacia atrás, y decido ir a fondo.
- Puedes apoyarme en esto, pero si no lo haces, solo da un paso al costado y no interfieras...- Nuestras miradas siguen fundidas...
- Lo siento, pero no puedo hacer esto. Si eliges seguir adelante con está locuras, estas sola. Valentina si eliges esa vida, yo no...- se detiene y baja la cabeza...
- Yo no quiero tener una hija así, no puedo pasar por esta vergüenza ...- sentencia en un tono más suave, y totalmente carente de afecto. Ella acaba de tomar una decisión, pues, y también.
- perfecto madre, ahora mismo te evito que sigas sintiendo, la incomodidad de ver a tu hija lesbiana...- Sin decir una palabra más, o esperar a que ella diga algo. Tomo mi enorme maleta, junto a la cama, y camino hacia la puerta.
- Adiós madre...- sin más abro la puerta de la habitación, y con mucho esfuerzo emprendo mi caminata, para bajar las escaleras.Desde ese día no volví a hablar con ella, por supuesto, que sí lo hago con mi padre. Con él hablamos de manera diaria, de hecho, él fue clave, para lograr mi divorcio en modo express, y sin el calvario que Arthur tenía hacerme atravesar.
La imagen que tengo de esta madre y su hija, dista por completo. De la Soledad, que la mía me hizo sentir, en todos estos meses de su ausencia intencionada.
Propuse un traslado de Londres a New York, para cualquier puesto que estuviera disponible, dentro de mis tareas en el consulado. Y después de algunos meses de espera, conseguí mi nueva locación. Claramente también intervino mi padre, y sus influencias. Aunque para ser sincera, de no conseguirlo, ya era una decisión tomada. Yo soy abogada, y perfectamente puedo ejercer como tal.
Desde hace dos meses estoy instalada aquí, y todavía, no sé nada de Juliana. La verdad, me aterra pensar en qué su relación creció, es decir jamás podría pedir lo contrario a su felicidad. Pero yo quiero ser esa persona que la genere en ella.
Tal vez, solo me tome estos meses, para acomodarme, y pensar que hacer. Porque desde el momento en el que me pare frente a ella, ya no hay marcha atrás. Solo existe una única dirección, y es, hacia adelante, y de su mano.En otro lado de la ciudad
- Entonces, ¿simplemente terminaste con ella?- pregunta Rosana, al ingresar al estudio de casa, donde estoy terminando de leer una documentación de una familia de inmigrantes de Venezuela.
-Hola amiga, buenas tardes para ti también- le digo y quita mis gafas.
- Loisa me envió un audio, la noté muy desorientada, por tu determinacion.- mi amiga me cuestiona, mientras se ubica en un extremo del cuarto. Apoya su hombro en la biblioteca y me mira.
- Todo es más complejo ahora, integrar la comisión requiere de toda mi atención, como también Loisa... Amiga ya no puedo prometer, lo que no puedo cumplir...- le digo
- No puedes o no quieres...- refuta mi incondicional analista.
- Ro, ya déjalo... No puedo hacerlo, hoy no puedo seguir con ella. Y preferí ser sincera...- comento y cierro el archivo que estoy leyendo. Es evidente, que mi amiga y su insistencia, me daran batalla por unos cuantos minutos.
- Sabes, perfecto puedes acomodar todo. De hecho estuviste los últimos ocho meses en ese plan ¿Qué es lo diferente ahora? Amiga, solo quiero entender, dime que cambio ahora...- me dice, y su preocupación es genuina.
-Quiero estar sola, bien sabes que Loisa merece más... Y yo soy una persona a medias- le digo con cierta resignación
- ¿Por qué a medias?- Rosana pregunta
- Porque tal vez, la Claire de mi historia, no tienes sus cabellos color fuego. Tal vez, en mi historia, son dorados, como el sol...-
- Todavía piensas en ella...- Rosana me pregunta, y extiende su brazo izquierdo hacia mí dirección en el escritorio. De inmediato sé que significa, y me pongo de pie.
- Si amiga, siempre será ella...- respondo y me cobijo en su abrazo.----****----***-----****-----****-----
Hola gente🙋🏻♀️
Les cuento que, comenzamos con el desenlace...
De igual manera, aún existen situación para desarrollar...
Pero...
Iniciamos la última parte de Un amor atemporal...💞
Gracias por sus comentarios ☺🌼
Nos leemos al rato 🤓
Tamm😘💫

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Un amor atemporal ( Elegida Wattys 2022 )
Fiksi PenggemarCuando el amor es verdadero se convierte en algo trascendente e innegable. Creando lazos invisibles , capaces de vencer el pasado, para perpetuar en el presente. Dos vidas unidas por un amor atemporal... ******* Como autor...