Tadashi

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-El... sigue aquí.-Aclaró la pelinegra intentando no llorar.

-Lo sé, solo lo extraño.-Murmuró el chico Hamada.


La pelinegra involuntariamente tomó la mano del chico, a lo que los dos sonrieron.

Todos se tomaron un leve momento antes de ir saliendo uno por uno a sus respectivas áreas de trabajo.


-¿Qué opinan de una fiesta en honor a Tadashi?-Preguntó la chica rubia mientras todos salían de la escuela.

-¿De qué hablas? ¡Son las 8:00 p.m! ¡Tenemos que descansar!-Exclamó el chico No-Ginger.

-¡Será divertido! Además, mañana no hay escuela.-Exclamó el chico Lee.

-¿En honor a qué?-Preguntó GoGo.

-A Tadashi Hamada. El querido hermano, mejor amigo, hijo, sobrino y familia de casi todo este planeta.-Respondió Honey, se podía notar tristeza en su voz.

-Yo no lo sé, Honey. Tengo cosas que hacer.-Intentó razonar el chico Hamada.

-Creo que será divertido, voy.-Anunció la pelinegra reventando una burbuja de chicle.

-Me uno.-Anunció en un tono emocionado el pelinegro.

-Pero creí que habías dicho que... -Honey fue interrumpida.

-Cambie de opinión.-Aclaró el chico antes de que la rubia pudiera seguir hablando.


Wasabi, Fred y Honey soltaron una sonrisa pícara a lo que los pelinegros solo rodaron los ojos, Hiro sonriendo.


-Entonces... ¿Vamos?-Preguntó la rubia con cierto brillo en sus ojos.


Todos asintieron.

Se subieron a la camioneta de Wasabi como GoGo de conductora, Hiro de copiloto y los demás en la parte de atrás.


-¿A donde, Aiko?-Preguntó la pelinegra mientras encendía el motor.

-A la cueva.-Respondió la rubia con los ojos llorosos.

-¿Qué es la cueva?-Preguntó Hiro.

-Espera.-Fue lo último que dijo la pelinegra antes de arrancar el motor y acelerar a máxima velocidad.


Las constantes preguntas de los chicos sumados a los gritos e intentos de Wasabi para que GoGo bajara la velocidad fue lo que lleno el viaje.

Varios minutos después GoGo estacionó el auto fuera a un restaurante de estilo ochentero.

Bajaron del auto y Honey los guió hacia una mesa orientada al lado de una rockola.

Ordenaron su comida y se pusieron a charlar.


-Creo que conozco este lugar.-El chico Hamada aseguró.

-¿De dónde?-Preguntó la chica Tomago mientras le daba un sorbo a su malteada de fresa.

-Ni idea, pero me suena.-Respondió con indiferencia Hiro.


Antes de que la conversación pudiera continuar Baymax interrumpió.


-GoGo, te recomiendo tomar leche caliente en vez de malteada. El nivel de azúcar en tu bebida es demasiado alto, podría causarte daños a la larga si lo tomas muy seguido.


Honey besó en la mejilla al robot, dejando una marca de su pinta labios.


-¡Es tan lindo que quieras ayudar, Baymax! Pero yo me aseguraré de que no lo consuma frecuentemente.-Aseguró la rubia.


Baymax pestañeo.


-En ese caso, debo dejarlos comer a gusto.-Dijo el robot.

-¡Gracias amigo!-Exclamó Fred mientras garabateaba una sonrisa en un Post-It de la bolsa de su prometida y se lo pegaba a Baymax en donde debería estar su boca.


El robot pestañeo mientras que Hiro sacaba su celular.


-¿Foto?-Preguntó agitando el dispositivo en el aire.


Todos asintieron y se colocaron en posición para una selfie.

El clic de la cámara del celular fue lo que indicó que todos se podían volver a sentar.


-¿Cómo conocen este lugar? Digo, esta en los bordes de la ciudad. No es algo que irían a buscar en una noche de chicas. ¿Verdad?-Preguntó el pelinegro dándole una buena mordida a su hamburguesa.


Las dos chicas se tensaron, algunas lágrimas salían por los ojos de Honey mientras que GoGo permanecía mordiéndose el labio con los ojos cerrados.






#Here4you ||HiroGo|| #TheWattys2015Where stories live. Discover now