Si Tú Supieras

Capítulo 29 Parte 1

Especial Pov Annie.

Luthor.

Seis letras que forman uno de los apellidos más respetados del mundo. Muchos matarían para poder tener el privilegio de llevarlo. En mi caso no fue necesario, pues desde el día en que nací ese apellido me perteneció.

Nací en cuna de oro, siendo hija de Lena Luthor, la CEO de L-Corp. Una de las empresas más importantes en investigación científica y desarrollo tecnológico, eh hija de Kara Danvers una de las reporteras más influyentes de Nacional City, quien más adelante se convertiría en la CEO de Catco.

Mi nacimiento fue un acontecimiento mundial por dos razones, la primera; la continuidad del apellido. Pues después de la muerte de Lex Luthor, muchos consideraban que con mi madre, el apellido y legado Luthor moriría, pero mi nacimiento aseguró la continuidad del legado Luthor.

La segunda razón fue; por el método que mi madre uso para mí concepción. Pues gracias al descubrimiento de mi madre, muchas parejas, incluso del mismo sexo, ahora podrían tener la oportunidad de tener hijos biológicos. Cosa que además hizo que las acciones de la empresa se fueran al cielo.

Para el mundo siempre he sido la Heredera Luthor, la hija mayor, en la cual todos tienen puestos sus ojos y expectativas. La chica con la vida perfecta.

Pero... bien sabemos que la perfección no existe.

No me malentiendan, soy una joven muy feliz, he tenido a las mejores madres, a la mejor familia, aún así no todo puede ser perfecto.

Cuando tenía tres años, el auto en el que iba al colegio, fue atacado. Mi accidente fue tan grave, que muchos pensaban que moriría, pero gracias a mi tía Alex eso no paso, pues ella salvo mi vida.

Desde ese día, las cosas cambiaron.

Mi madre Lena, se volvió muy sobre protectora conmigo. Llegó al grado de sacarme del colegio, no tenía permitido ir a ningún lado sin su autorización.

La primera persona en molestarse por esas nuevas normas, fue mi abuela Lillian.

-Debes superar tu miedo Lena. No pienso permitir que la vuelvas una miedosa que tenga que correr siempre a las faldas de su madre para protegerse- dijo mi abuela Lillian en una de sus tantas peleas con mi madre- ¡Ella es una Luthor!-

Pero las pelas no terminaron ahí.

-Lena, solo deja que la lleve... a Annie le servirá convivir con más niños, además la mansión Queen es muy segura y yo le prometí a...- escuche en otra ocasión decir a mi madre Kara.

-No Kara, no irá- contestó tajante mi madre Lena.

Dicen que los niños cuando ven que hay problemas en casa, en automático piensan que es por su culpa. Eso fue precisamente lo que yo pensé.

Ver a mis madres pelear no era algo que me gustara, por ello comencé a concentrarme en ser una chica buena y obediente, que hacía siempre caso a las órdenes de su madre.

Obviamente eso también generó problemas, pues solo hizo que las restricciones de mi madre se volvieran más grandes.

-¿Ellas pelean po mi culpa?- recuerdo preguntarle una vez a mí abuela Eliza, cuando escuché a mis dos madres pelear.

- No mi amor, ellas... solo están teniendo un mal día, pero no tiene nada que ver contigo- contestó mi abuela.

Durante dos años, todas mis clases y cursos fueron en casa, mi comunicación con el mundo era muy limitada.

Pero las cosas volverían a cambiar para mí, cuando cumplí cinco años.

Al siguiente día de mi cumpleaños, mi abuela Lillian, se presentó en el departamento, con cuatro sujetos, cuatro hombres que cambiarían mi vida de una manera en la jamás un niño podría imaginar.