Epel Felmier.

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La narrativa está un poco rara, pero es porque aquí la protagonista no sabe muy bien hablar, a.

...

La oveja y el lobo.

Herida, reposé en el suelo cubierto por un verde pasto picoso. Las pequeñas punzadas producidas me generaban incomodidad mientras que algunos picos se introducían en las heridas. Me quedé aún más de dolor, todo mi al rededor daba vueltas y vueltas comenzando a provocarme un dolor continuo en toda mi cabeza. Vomité las gallinas que encontré y luego simplemente me tendí nuevamente para observar el bastó cielo de noche.

Las estrellas formaban constelaciones tratando de decirme algo, no entendía mucho puesto que leer no es mi fuerte. Indagué en la poca conciencia que me quedaba y busqué una solución a mi problema. Nunca quise pensar en un no puedo, buscaba como lograr mis metas. Esta vez no me había ido tan bien que terminé peor que anteriores veces, solo que no creí que llegara a tales extremos. Me lastimaron terriblemente al grado de dejarme moribunda en medio del bosque.

Jadeé, entre abriendo y cerrando lentamente los ojos hasta que al final una fuerte punzada me dejó desmayada en medio de la naturaleza. A merced de cualquier gran depredador aprovechándose de mi debilidad, incluso de mi propia raza.

Por fin podía dormir plácidamente, aún rozando mis heridas con el pastizal manchando este.

...

Unos fuertes rayos de sol me despertaron, en cuanto abrí los ojos los cerré de nuevo por el dolor. En cuanto escuché un sonido cerca espabilé y me levanté de inmediato, un mareo se hizo presente dándome náuseas. Traté de no volver a vomitar. Tosí con la garganta seca y ronca, me llevé la mano a la cara y tallé mis ojos asimilando mi entorno.

Ya no estaba en el bosque, sino en una cabaña hogareña con olor a manzana. Me incorporé entonces, buscando donde pisar y visualicé bien la cama donde estaba antes dormida. En cuanto al sonido, la puerta se abrió y una oveja macho se presentó. Cuando me vio despierta se asustó y volvió a cerrar la puerta casi soltando un gritito.

Intenté en hablarle más fue inútil considerando el terrible ardor en mi garganta, una sensación de incomodidad me invadió en todo el cuerpo haciéndome sentir peor en mi estado actual. Las manos me picaron, todo me picaba pero cuando quise rascarme me topé con vendajes cubriendo mis heridas. Solo portaba mi pantalón y camisa que siempre llevaba debajo de un abrigo roto.

Nuevamente toso y me levanto tambaleandome. Uso de soporte la cama, inclinándome pues y caminando hasta la puerta que se abrió lentamente.

-¡Ah!- -Gritó la oveja y puse mi mano en la puerta para que no la cerrara de nuevo.- ¡N-no me mates!

Niego con la cabeza.

-"Agua" -Con mi mano le hago una seña para que entendiera lo que necesito. Captó al instante y salió corriendo de ahí.

Lo seguí con dificultad hasta llegar a una especie de cocina de roca, sus movimientos fueron torpes y olía su miedo. A pesar de que mi nariz estaba lastimada supe cómo se sentía él en estos momentos y me acerqué más. Era raro. Pero no lo culpo, cualquier oveja huiría de mi en cuanto asomara una oreja.

Él podía oler mi curiosidad como si estuviera por devorarlo, era casi igual. Lo cierto es que expresarme bien no es mi fuerte, tengo dificultad para el habla. No como las ovejas de granja que acostumbraron a hablar bien.

Yandere!Twisted Wonderland x Fem!reader [Horror-shots, escenarios, etc.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora