Incompatibles

XLII

DYLAN

Lexi me miraba atónita, su mirada viajaba de mi al anillo, me empezaba a poner un poco nervioso, no era la reacción que esperaba. Lexi se puso de pie, tomo mi mano y me guío hasta la playa, era obvio que no queria que nadie viera como me rechazaba.

—Dylan...— Ambos estabamos parados sobre la arena, las pequeñas olas golpeaban nuestros pies –¿no crees que es muy pronto?

—no te estoy diciendo que nos casemos mañana, angel... Este anillo es para que sepas que estoy comprometido contigo, solo tu angel.

—¿Y justo despues de todo lo que me dijo Kate? ¿Es cierto que intentaste que Antony le fuera infiel?

—si... pero estoy arrepentido, se que no es justificación pero— baje la mirada avergonzado —Antony es mi unico amigo, sentía que me estaba cambiando por ella.

—¿Estabas celoso?

—si, de lo que tenian y de que ella tenia toda la atención de mi amigo.

—Dylan— mi angel mi abrazo.

—te juro que ahora quiero hacer las cosas bien, ayudame... acepta el anillo y cuando estés lista nos casamos.

—te amo Dylan— me tomo del rostro —y si necesitas seguridad con ese anillo te la daré, porque yo también lo necesito... Acepto casarme contigo.

Me coloque sobre una rodilla, tome la mano de mi angel y le coloque el anillo en su dedo anular de su mano izquierda, ella sonrió ampliamente, me puse de pie y comence a besarla, ya caía la noche, asi que la naturaleza nos regalo la mejor vista al ocultarse el sol.

—Dylan ¿por esto estabas tan nervioso?— miro atenta su anillo.

—si, no sabia como ibas a reaccionar, no queria asustarte.

—no lo hiciste.

—se que todavía tenemos un largo caminó para resolver nuestras mierdas, pero se que juntos lo lograremos.

—mañana que des tu discurso de padrino, intenta decirle a Kate que lamentas lo que hicimos, se que es difícil con tanta gente viendo pero creo que ella lo necesita.

—hare lo posible.

DIA DE LA BODA

En dos horas empezaba la ceremonia civil, Antony se paseaba de un lado a otro, estaba muy nervioso por lo de la dama de honor. De pronto recorde a mi angel ayudándole a Kate y se me ocurrió una idea.

—Antony, pídele a Lexi que sea la dama de honor de Kate.

—¡Hermano! Tienes razon— sonrió ampliamente —ellas se llevan bien, Kate aceptara encantada.

Antony me abrazo y salio de su habitación, de pronto recorde que el  novio no puede ver a la novia con el vestido (una estúpida tradición) y corrí a alcanzar a Antony, antes de que mi amigo tocara la puerta lo tome del brazo.

—hermano, sera mejor que yo le diga, no puedes verla antes de la boda.

—¡Es cierto!— se golpeó la frente con la palma de su mano —dile tu, yo te espero en mi habitación.

—ok, te veo en unos minutos.

Toque suavemente la puerta donde estaba Kate poniéndose su vestido de novia, una de las otras damas abrio la puerta, entre y mi boca se abrió en forma de O. No estaba mirando a Kate para nada, estaba viendo a la mujer a su lado, que le ayudaba a acomodar su velo, el hermoso vestido color rosa pálido resaltaba sus curvas, pero lo que mas me impresionó fue lo dulce que se veia su rostro, su cabello suelto le daba un toque perfecto y ese anillo en sus dedo brillaba con todo el resplandor, mi angel se veia hermosa.

—¡Dylan!— grito Kate riendo —¿Puedes dejar de ver a mi dama de honor?

—¿Tu que?— pregunte confundido.

—mi dama de honor, se lo pedí hace una hora.

—perdoname por no ponerme el vestido que me compraste— mi angel se acerco a mi —pero tengo que ir igual que las demas chicas.

—mi angel, te ves perfecta— bese su mejilla —Antony y yo habíamos pensado que le dijeras a Lexi que fuera tu dama de honor, por eso vine.

—pues les gane— dijo Kate —Dylan— Kate se puso seria —perdon por lo de ayer, ya me disculpé con Lexi, te juro que no queria causarles un problema.

—no te preocupes Kate, todo esta bien— me acerque a ella y besé su mejilla —creo que él que te debe una disculpa soy yo, no me porte bien contigo al principio.

—olvidemos todo eso ¿Si?— Kate miro a Lexi y después a mi —les deseo lo mejor a los dos, ambos merecen ser felices... tratala bien Dylan, ella se lo merece.

—lo hare.

Mas tarde, mi angel y yo estabamos parados uno a cada lado de los novios, la ceremonia civil estaba en marcha, la madre de Kate lloraba mientras el juez decia algunas palabras. Lexi estaba radiante, su rostro dulce me fascinaba y su sonrisa me enloquecía. Mi mente empezo a divagar imaginándo el dia en que Lexi y yo estuvieramos frente al altar, jamas en mi vida habia deseado algo asi, pero con ella era todo diferente, con mi angel me veia casado y con hijos, viviendo en una enorme casa con un hermoso jardín. Se que a lo mejor no merezco ser feliz, he sido misógino, machista y un completo infeliz, pero quiero reparar mis errores y dejar mi pasado atras, quiero una vida con Lexi y solo le suplico a la vida que me deje amarla y cuidarla como ella se merece.

—En virtud de la autoridad
que me conceden las leyes del Estado de la Florida, los declaro marido y mujer— el juez miro al novio —puede besar a la novia.

Todo el mundo aplaudió y silbó, después de felicitar a los novios, los invitados se dirigieron al salón principal que fue modificado para que ahi fuera la recepción. Camine hacia mi angel, la cual estaba atendiendo y acomodando a algunos invitados, la tome por la cintura y bese su nuca.

—¿Ya te dije que esta noche te ves hermosa?— le susurre al oído.

—si, pero me gusta escucharlo varias veces— se volteo para quedar frente a mi —tengo que dejarte, debo ayudar a Kate.

—de haber sabido que no te tendría en toda la fiesta me hubiera opuesto a que fueras dama de honor.

—no lo dices en serio ¿Verdad?

—muy en serio— bese su cabeza.

—te recompensare, lo prometo.

—eso ni lo dudes.

Tome a mi angel de la cintura y la levante para que quedara a mi altura, empece a besarla muy despacio, ella acariciaba mi rostro, no queria soltarla pero tenia que hacerlo, la deje en el piso despacio aun unidos por nuestros labios, una tos fingida hizo que nos separaramos.

—mmm... no quiero interrumpir pero... Lexi, Kate te necesita— dijo otra de las damas de kate.

—si claro— mi angel sonrió avergonzada —ya voy...— se dirigió a mi —enseguida vuelvo.

—no tardes— tome la mano donde tenia puesto su anillo y la bese.

—tratare de no hacerlo.