Sacrificio de Mentiras [GtaRp] • Terminada •

55 (No fue el final, jaja saludos). ✻

Uy, ¿qué susto no? 😳
Vengo a avisar que a esta historia le queda aproximadamente dos meses o tres como mucho si es que actualizo diariamente o casi diariamente. Así que ya queda menos, pero bueno, unos 20-30 capítulos más o menos aún quedan bbs. Gracias por el apoyo una vez más 🤍

Y sobre lo del final... Básicamente yo y mi amiga hicimos distintos finales, hasta un total de 6 finales diferentes. De mi depende escoger como definitivo uno bueno o uno malo 👀
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[...]

Segundos antes...

Antes de que el otro apretase el gatillo, Conway apareció detrás rompiendo la puerta del garaje y le dio un fuerte culatazo de la pistola en la nuca al otro.

—¡A dormir, ostia! –frunció el ceño.

De la tensión, Horacio cayó al suelo hiperventilando.

—Súper... –tragó saliva asustado. Este fue a desatar sus muñecas.

—Gracias por venir a salvarme –sonrió Horacio.

—Si no llegas a mandar ese último mensaje ni de coña estoy aquí. Qué coño ha pasado.

—La medicación no...

—Uhm... ¿Con que eso, eh? Seguramente su cuerpo se ha acostumbrado a ella y ya no le hace efecto. Habrá que ponerle una dosis más alta, como el doble o el triple...

—¿Qué haremos con él? –susurró.

—Pff... –empezó a caminar dando vueltas y vueltas– Si lo metemos en prisión no le darán medicina, se volverá loco y los matará a todos, en el hospital también, ya ha matado a una enfermera... Solo queda una opción... Horacio, tendrás que tenerlo esposado en tu casa. Que no se pueda mover, ni hacerse pajas, ni comer. Tendrás que encargarte tú. No podemos fiarnos de si hará algo más. Le pondré en el tobillo una pulsera de restricción para que avise directamente al cuerpo.

—¿Son esas que avisan a la policía si sales de casa? –susurró

—Exacto. Tendrá menos libertad que un perro parapléjico. Es lo único que se me ocurre. Por lo menos antes de que se vuelva a librar del payaso.

—No creo... Que haya nada mejor. –susurró– No quiero que vaya a federal...

Ambos cargaron a Gustabo hasta el salón. Lo tumbaron y Conway le esposo sus manos.

—Iré a por una camisa de fuerza a los departamentos de protección. –gruñó– De momento habrá que mantenerlo así.

—Oh... Okey.

Las muñecas de Gustabo estaban por delante, para que así no se le durmieran los hombros. Conway le arrebató la pistola y lo cacheó, por fortuna no tenía nada más.

—Alejalo de todo, como si fuera un bebé, pon los picos de la mesa blandos, las puertas en las escaleras, todo lo que se pueda clavar alejalo de él, y dale cubiertos de plástico.

Horacio asintió

—Voy a esperar a que este gilipollas se despierte de una vez y me iré.

[...]

Pasó un rato, un buen rato y finalmente Gustabo comenzó a abrir lentamente sus ojos.

Se quejaba bastante dolorido mientras se movía despacio, tratando de asimilar todo lo que había pasado. Tenía recuerdos muy nublosos, recordaba aquella conversación consigo mismo en el sofá de su casa y también parecía acordarse de su propia voz y... La de Horacio. Pero no tenía mucha más idea.