Fly Agaric - Traducción (L.S)

III

N/A: 

TW: Menciones de Jay.

Este capítulo es un poco más lento y tranquilo. Louis se siente algo triste. Necesitaba que este capítulo tocara este tema, que es prácticamente el propósito entero de la fic; lo verán al final. Espero les guste <3.

...

A la mañana siguiente, la luz del sol entra por las ventanas abiertas. Sus rayos se reflejan en las verdísimas plantas en la habitación, alimentándolas y cuidándolas. Los girasoles del exterior de la casa lo encaran y se empapan en su gloria. Harry se gira sobre su espalda y se estira desde su cabeza de hongo hasta los dedos de sus pies, dejando salir un gran bostezo y casi derribando el pequeño macetero de la mesita de centro. La cabeza de hongo roja y blanca de Louis se mueve detrás del sofá cuando Harry lo escucha tontear por la cocina. Este se levanta y se empapa un poco del sol de la planta también antes de dirigirse al balde de barro para lavarse el rostro.

Louis le da los buenos días y Harry los devuelve, con una sonrisa adormilada. Aunque tenga los ojos adormilados y la mente recién activa de la mañana, Harry puede notar que Louis está raro. Él está empacando algunas mantas y tazas en un desgastado bolso de tela, sin parlotear hasta por los codos como normalmente lo hace. Por la manera en la que Harry lo ha visto platicar con plantas, insectos y hasta con la nada, es seguro suponer que Louis no está contento, pero Harry está de muy buen humor como para preguntar. No conoce a Louis lo suficientemente bien como para predecir cómo se comportará cuando está teniendo un mal día.

—Para el viaje —explica Louis en tanto señala el bolso de tela colgando en su hombro—. En el camino tendremos comida y refugio, pero me he acostumbrado a mis mantas tejidas y, bueno, el té no es una bebida que se consuma bien en hojas o flores —agrega el chico, con una sonrisa forzada. Para Harry ahora es claro que su cercana partida lo ha entristecido. Ayudar a alguien hacer algo con lo que no estás de acuerdo debe ser duro, Harry puede verlo. Pero no es como si él pudiera llegar allá por su cuenta y Louis sí se lo debe—. Vamos, pasaremos por algunas fresas en el camino.

El arbusto de fresas es bonito y lleno de jugosas frutas rojas; Harry no puede irse sin comer una en el camino, tiene otra bajo su brazo para después. A pesar del dilema en el que está con Louis (es decir, que no esté hablando hasta dejarlo sordo porque está triste de que él quiera irse), Harry se lo está pasando de lo mejor. Puede que parezca malo estar así de feliz cuando su amigo no lo está, pero ahora que está más familiarizado con el entorno y su compañía, Harry se siente más cómodo y tan en sintonía con el bosque al igual que Louis.

Harry siente que esto puede estar relacionado con su casi epifanía de anoche sobre pertenecer aquí, pero las fresas saben demasiado bien como para arruinarlas con pensamientos profundos y con significado. Arroja el tallo y comienza a masticar la otra fresa mientras su cerebro vuelve a concentrarse en la belleza de sus alrededores y su buen humor.

Caminan junto con los animales del bosque, que pasan por ahí, y las plantas, que parecen trabajar todas en armonía. Los árboles se balancean con el viento, causando que las frutas y nueces caigan donde los animales pueden recogerlas y guardarlas para sus familias más tarde en el invierno. Los insectos van zumbando de un lado a otro o se mueven lentamente junto con las hojas y ramas, consumiendo las hojas recién húmedas por la lluvia.

Mientras que los hombres hongos se divierten a pesar del sombrío humor de Louis. Bajan deslizándose una cuesta lodosa; se asustan uno al otro jugando a las escondidas al tener que pasar a través de arbusto espeso de moras azules; se ayudan para trepar un árbol muy alto cuando no pueden cruzar un gigantesco charco de turbia agua marrón en medio de su camino; saltan de un árbol a otro como monos. No tendrían que haber hecho lo último, simplemente podrían haberlo rodeado, pero Harry se siente aventurero.