MEMORIES ▷ KOL MIKAELSON [1] [Traducción]

𝟎𝟗. 𝐒𝐂𝐀𝐑𝐋𝐄𝐓 𝐋𝐄𝐓𝐓𝐄𝐑

                                                       (CAPÍTULO NUEVE:                                                               LETRA ESCARLATA)

✧࿐ ཾ✧

OH SER TAN ingeniosamente titulada como "distracción rubia número uno" era degradante en una multitud de niveles. Sin embargo, acepté mi papel con poca desgana porque actuó como una excusa perfecta para ver a Kol por última vez. En mi cabeza, lo planeé. Antes de que Alaric golpeara al vampiro, tenía la intención de entregarle una carta burlona que con suerte lo lastimaría como él me lastimó a mí. Algunos lo llamarían venganza, insistí en que lo necesitaba para cerrar. 

Cuidadosamente, el papel de pergamino estaba doblado en mi bolsillo, el peso liviano se hacía más pesado con cada paso que daba hacia la puerta. Caroline, interpretando a la segunda distracción rubia, me levantó una ceja interrogante a la que respondí con un asentimiento firme y tranquilizador. Duda, esperó un momento antes de mover sus caderas y pavonearse por la puerta. Solo podía perseguir su sombra con la mandíbula apretada y lo pensé mejor. 

—La recuerdo de anoche —Kol recordó, también en voz bastante alta —Parece una cosita sabrosa —satisfecho, el hombre se humedeció los labios.

Las emociones burbujearon bajo la superficie. A los que no reconocí. Todo lo que sabía era que sus palabras dolían y me hicieron olvidar cualquier segundo pensamiento —Estoy herida —admití, disfrazando mi honestidad con una gruesa capa de sarcasmo —¿Solo te tomó un siglo seguir adelante? Soy material del milenio, cariño —exhalé acaloradamente, apoyándome en el taburete junto a él y su hermano. Los dos estábamos incómodamente cerca. 

—Desafortunadamente, estarías equivocada. Él no puede seguir adelante y eso es un problema para mí —Klaus gruñó con desaprobación, dando a entender que yo no era lo suficientemente buena para su hermano. Incluso si ese sentimiento estaba enterrado en mis huesos, me negué a mostrarlo.

—Kol tenía razón, eres un bastardo —dije de inmediato, era una respuesta impulsiva, pero noté la forma en que hizo que el hombre se estremeciera —Oh, ¿eso tocó un nervio, Niklaus? Olvidé que tenías problemas con papá ... y problemas con mamá, problemas con hermanos, problemas híbridos —hice una lista, viendo cómo su mano se doblaba sobre la botella de cerveza. 

Enfurecido, el Híbrido pensó que si se aplicaba un poco más de presión a la botella, entonces sería ideal para... —¡Caroline! —gritó, su enfoque dejando lo que podría haber sido un arma asesina e improvisada y desviándola hacia las mujeres que decidieron darse a conocer. 

Ella le dedicó una sonrisa muerta, bonita de todos modos —Oh, eres tú —Caroline notó lentamente, actuando con tanta indiferencia como sus habilidades mínimas de teatro en la escuela secundaria la llevaban a ser.