Hay Una Luz: Capitulo Veintiocho

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Cielo: (Lo mira) Obvio que si, mi amor.
Off de Cielo: ¿Cómo olvidar ese lugar? El lugar donde nos dimos nuestro primer beso. Donde el me dijo que me amaba. Donde me prometió no lastimarme. Donde juro protegerme de lo que fuere. Donde me di cuenta de que él es el amor de mi vida. Y ahora otro recuerdo más para ese lugar. Otro momento. Otro momento NUESTRO. Ese lugar es nuestro, y de nadie más. No encuentro manera de explicarle lo que siento por él. Han pasado dos meses y todavía no he encontrado la manera de explicarle lo que sentí aquella tarde cuando nos besamos por primera vez bajo la lluvia y después nos respaldamos en esa cabaña hasta que pasara. Capaz esta es la manera.
Nico: Bueno, ven. (Se la lleva adentro de la cabaña)
Cielo: (Cuando entra se encuentra con una mesa llena de velas, un vino tinto y en los platos su comida preferida, pasta.) ¿Mi amor, hiciste todo esto para mí?
Nico: Si. Y mira que es poco.
Cielo: No, no lo es.
Nico: Bueno, a comer.
Se sientan a comer. Comen, ríen, charlan, se aman. Cuando terminan, Nico lava los platos mientras Cielo se lava los dientes y luego ambos se paran en el medio de la salita, muy cerca, las manos de él sobre la cintura de ella, y las manos de ella sobre el cuello de él.
Nico: ¿Vos estás segura de esto?
Cielo: Si, completamente.
Nico: Te amo
Cielo: Te amo
Comienzan a besarse dulcemente, hasta que ese beso comienza a agarrar pasión. Ambos caminan hacia la cama y caen sobre ella. Nico sacó la blusa de ella y ella la camisa de Nico. Luego fue el turno de los pantalones y luego la ropa interior. Ese momento fue completamente mágico para los dos. Ambos se amaron como nunca antes habían amado. Cada roce, cada beso era único. Cada vez que Nico la besaba, Cielo sentía una corriente de electricidad correr por todo su cuerpo. Lo mismo Nico. Fue un momento único e inigualable. Cuando terminaron ambos durmieron.
Al otro día, en la cabaña:
Cielo: (Se despierta y ve a Nico mirándola) Buen día.
Nico: Buen día. (Se besan) ¿Cómo dormiste?
Cielo: Bien, ¿y vos?
Nico: Bien. Anoche fue…
Cielo: Mágico.
Nico: Si. Recién anoche me di cuenta de lo mucho que te amo.
Cielo: Yo sentí lo mismo, o que recién anoche te pude demostrar cuánto te amo, aunque en realidad no fue suficiente.
Nico: Creeme que si, Cielo.
Cielo: ¿Si?
Nico: Si. Te amo
Cielo: Yo te amo más. Nico, quiero que sepas que sos el amor de mi vida. No tengo palabras para explicarte todo lo que te amo.
Nico: (La mira por unos segundos y después la re besa. Cielo le sigue el beso, obviamente, y ese beso agarra pasión, mucha pasión, y después, Rock&Roll Nielo♥ otra vez)
Mientras en el Hogar, ya de mediodía. En el cuarto de las chicas.
Mar: Che, les debió de haber ido re bien a los pernos, porque hacer rato que no vuelven.
Jaz: Ay, Mar, dejalos. Están pasando un rato juntos nada más.
Mel: No, Jaz, todo más.
Jaz: Bueno ta. No importa.
Cielo: (Entra sonriendo) Chicas, ¿qué quieren comer?
Mar: Que comida ni que comida perna, veni acá y contanos todo que nosotras te ayudamos.
Cielo: (Con una sonrisa de oreja a oreja) Ay, chicas, ¿qué quieren que les cuente?
Mar/Jaz/Mel/Cari: ¡TODO! (Todas se acuestan en el piso con las cabezas unidas y Mar agarra a Cielo a la acuesta en el piso entre ella y Jaz)
Jaz: YA contanos Cielo, dale.
Cielo: Ay, chicas me da vergüenza.
Mar: Ay por favor Cielo, ¿no era que nos querías como si fuéramos hermanas?
Cielo: Si.
Jaz: Y las hermanas se cuentan todo. Dale.
Cari: Aclaremos que no queremos lujo de detalles. Osea no me interesa saber intimidades de don Nico.
Mel: ¡Cari!
Cari: Y bueno che, vale la pena aclararlo.
Cielo: Bueno chicas, ¿quieren que les cuente o no?
Jaz: Si, si dale.
Cielo: Bueno, fue re romántico.
Mar: ¿Te cuidó no? Si no lo mato.
Cielo: Tranquila, Mar, fue un dulce de leche.
Mar: Más le vale.
Cielo: (Se ríe) ¿Siempre fue tan cuida? (A Jaz)
Jaz: Si. (Todas se ríen)
Nico: (Entra) Ahh, bueno, ¿qué está pasando acá?
Cari: Pasa que la doñita nos está contando lo de…
Cielo: ¡NADA! Cari, nada, les estaba contando cómo se hacen los tallarines con tuco que es la comida preferida de Jaz.
Cari: Pero…
Jaz: ¡CARIDAD! Callate por favor. Si Nico, es mi comida preferida y le estaba preguntando a Cielo si podíamos comer eso hoy.
Nico: Mmm, claro… (No muy convencido) ¿Y por qué acostadas en el piso?
Mel: Porque es ronda de amigas, Nico.
Mar: Y la ronda de amigas se hace en el piso.
Nico: Claro. Cielo, ¿por qué no vamos a cocinarle los tallarines a Jaz?
Mar: Si, claro, porque de seguro van a cocinar.
Cielo: ¡MAR!
Mar: Lo que decía es que les van a quedar deliciosos. Vayan, vayan.
Cielo: (Se para y se va, no sin antes fulminar con la mirada a Mar)
Jaz: Mar, ¿cómo vas a decir eso?
Mar: Bueno, che, fue una bromita.
Jaz: Si, me imagino.
En la cocina, llegan Nico y Cielo abrazados:
Nico: Vos le contaste a las chicas, ¿no?
Cielo: ¿Yo? Noooo. Mira si yo le voy a contar a las chicas que nosotros… (Nico la mira) Bueno si, está bien. Pero se lo conté porque lo quería contar a alguien y ta, ellas son mis amigas. (Haciendo puchero)
Nico: (Se ríe) No pasa nada mi amor. Está bien que se lo hayas contado.
Cielo: ¿Si? ¿No te enojas?
Nico: No, ¿Cómo me voy a enojar? Yo no me puedo enojar con vos.
Cielo: (Sonríe enternecida y lo besa)
Mar: (Llega con Jaz y los ven) Ahh, bueh. ¿Viste? Yo te dije.
Nico: (Se separa de Cielo) Ayy, petiza, te voy a matar. ¿Vos te esforzás para interrumpirnos no?
Cielo: ¡Nico!
Nico: ¡Y si tengo razón!
Jaz: (Se ríe) ¿los ayudamos con los tallarines o los dejamos solos?
Nico: Ahh, ¿lo de los tallarines era posta?
Mar: Obvio que sí. Nos estamos muriendo de hambre.
Cielo: Bueno, bueno, ya nos ponemos a cocinar.
Luz: (Llega con Alelí) Cielo, tenemos hambre.
Mar: Esperen un ratito enanas que cuando Cielo y Nico terminen de comer vamos nosotras.
Cielo: ¡Marianella!
Mar: Upss, ¿me zarpé?
Jaz: Me parece que sí.
Cielo: Chicas, ¿nos quieren ayudar a cocinar?
Alelí/Luz: ¡SIII!
Cielo: Muy bien, ustedes si son unas divinas, no como otras (Mirando a Mar)
Mar: (Le saca la lengua)
Jaz: Bueno, bueno, ¿cocinamos?
Nico: Cocinemos.
Todos se ponen a cocinar tallarines con tuco. Más tarde estaban todos comiendo y Mar y Jaz habían invitado a Vale y Tefi, quienes se quedaron a dormir. A la noche, en el cuarto de las chicas, estaban todas dormidas menos Jaz, quien vio que había alguien en la puerta del cuarto.
Jaz: ¿Quién está ahí?

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