| C A P Í T U L O 1 |

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El lugar es asqueroso y huele terrible. Comida podrida y seguramente hay algún cadáver de algún roedor, pero es de esperarse de un callejón de New York a altas horas de la noche. No es que quise venir aquí, todo es por el trabajo. Usualmente consiste en matar o mejor dicho eliminar a las criaturas que salen a matar y que podrían poner en riesgo el mundo de la oscuridad. Para sobrevivir nos escondemos en las sombras. No me gustaría tener a una multitud en la puerta de mi casa con intenciones de matarme sólo porque el miedo lo incita a hacerlo. La definición de mi trabajo sería lo que los humanos llaman mercenarios, pero no siempre aniquilo monstruos, también recupero objetos o personas.

De algo hay que vivir.

Cada raza tiene su jerarquía y sus leyes, o sus normas, pero siempre están los exiliados, los que buscan poder o simplemente los que no quieren ser controlados por alguien con más poder. Los demonios son lo peor, su sangre es espesa y muy difícil de quitar, y ni hablemos del olor, pero los necrófagos y los goblins también son igual de problemáticos. Se supone que existe un consejo donde van los representantes o líderes de cada una de las razas, pero hace milenios que no se juntan, tal vez porque nunca sucedió algo que los afecta a todos.

En mi caso, pertenezco a la raza de los vampiros.

Soy una marginada por así decirlo, no porque me obligaron, sino porque quise. En cada país donde habitan vampiros, hay un registro de ellos, quiénes son, cuál es su trabajo y dónde viven. De mí no hay tal cosa y eso me permite cazar criaturas descontroladas y vivir donde me plazca.

Hoy en día los humanos cuando oyen la palabra "vampiro" piensan automáticamente en seres inmortales chupasangres que se alimentan de personas. Han escrito y producido variedades de novelas, películas y series de televisión, algunas que he visto y otras no. Lo cierto es que no están tan lejos de la verdad, pero se equivocan en algunas otras.

La raza vampírica cuenta con sentidos agudos como el olfato y el oído, la sangre es natural que la necesitemos ya que es necesaria para que nuestros órganos y sistemas funcionen como lo haría el cuerpo humano, y dormimos la mayor parte del día porque necesitamos energía para cazar. Está sumamente prohibido matar o beber sangre sin el consentimiento del sujeto, el castigo por violar esta ley es la muerte. La sociedad se divide en cuatro tipos de vampiros, cada uno controla un elemento natural, la mayoría maneja el agua y el aire, otros el elemento tierra, pero el más raro es el fuego. Hay casos especiales donde tienen otros poderes como telequinesis. También está el tema de la religión, a lo largo de los años surgieron muchas. La mayoría de nosotros tenemos diferentes religiones, dependiendo de la época en la que nacimos. Yo, por ejemplo, fui educada con la religión escandinava y rusa por el vampiro que me salvó.

Según la información que me brindó mi último cliente, el objetivo de esta noche debería pasar por aquí en cualquier momento. Era uno de los más buscados y estaba empezando a llamar mucho la atención de los humanos, y eso no es algo que convenga a los demás.

Reina de la Calamidad [COMPLETA ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora