| C A P Í T U L O 21 |

11 1 0
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


310 años antes

Es pasada la una de la madrugada. Los mortales están durmiendo, eso significa que él también. Odiaría que él viera las criaturas que se levantan al anochecer. Miro a Einar apoyado en una de las esquinas de mi habitación y mis pensamientos saltan al pasado. Todavía puedo oír los gritos de las personas quemándose vivas y sentir su carne carbonizada. Después de tantos años el olor sigue presente en mis sentidos. Es algo que nunca olvidaré.

El hombre acostado al lado mío sigue durmiendo. Tal vez tomé demasiada sangre de él, pero es algo que no puedo evitar. La sangre es mi sustento de vida desde los inicios de esta nueva vida que me otorgaron. ¿Vida? Más bien una maldición. El tiempo me ha arrebatado seres a los cuales les tuve afecto, pero es inevitable. Es el costo de mi inmortalidad. Salgo de la cama y voy a la mesa en el medio de mi habitación. Agarro mi copa de plata y vierto un poco de sangre de animal en ella. La bebo como si no hubiese tomado en siglos, pero no me satisface del todo. Solo la sangre humana lo hace. Vierto más del líquido carmesí en la copa cuando siento los brazos del humano abrazándome como si fuese suya. Pero no siento lo mismo respecto a él, solo es comida para mí. Nada más. Me giro a su alrededor para verle la cara, pero mi mirada se dirige a su garganta. Puedo sentir su pulso con solo mirarlo, es como una melodía tentadora que te atrae. Siento como su sangre me llama queriendo ser bebida. La saliva empieza a formarse en mi boca, es algo que no puedo evitar. Estoy sedienta y él es la única fuente disponible. Mis brazos se mueven inconscientemente a sus brazos para mantenerlo quieto y mi boca hacia su cuello. Mis colmillos atraviesan su carne como si fuese pan y la sangre empieza a salir. Lo último que sé es que la sangre se vierte en mi garganta sin cesar.

-¿Qué es esto? -al escuchar esa dulce voz me paralizo -¿¡Astrid!? ¿Quién es él? ¿Qué está pasando?

Mi boca deja el cuello del hombre y se cae al piso desmayado. Tomé demasiada sangre. El pánico crece dentro mío descontroladamente. No quiero darme la vuelta. No quiero que me vea de esta forma. Si me ve se asustará y huirá de mí para siempre. Ese simple pensamiento hace que las lágrimas caigan por mis mejillas. Lágrimas carmesí, hechas de mi propia sangre.

-¿Astrid? -sigo sin contestar.

Sus brazos me agarran y tratan de darme la vuelta, pero me resisto. Si me ve será el fin. Pero mis esfuerzos son en vano, no puedo oponerme a él no importa lo que haga. Cierro mis ojos con la esperanza de que no los vea brillar y se asuste aún más. Mis brazos quedan libres de su agarre y temo lo peor. Abro los ojos y me encuentro con los de él. Mi hermoso joven de ojos verdes esmeraldas, mi Will. Su mirada de horror es más que impactante para mí. Sé lo que está viendo en mí. Ojos brillantes derramando sangre por las mejillas y colmillos como los de un león cubiertos de sangre. Se aparta de mí con asco y siento como todos mis temores se han vuelto realidad.

-Will... -intento calmarlo, pero se aleja aún más. Su rechazo me lastima el alma.

-¿Qué eres? -su voz tiembla.

Reina de la Calamidad [COMPLETA ✔]Where stories live. Discover now