Capítulo 22

5.7K 605 11
                                    

Días antes 



Corrí por el parque y Yoongi me atrapó, tirándome al pasto y haciéndome rodar.

—No puedes definitivamente hacer declaraciones como esas y salir corriendo. —me dijo.

Me reí, tratando de apartarlo de encima.

—Quítate, nos ven.

Me miró y pasó su mano por mi mejilla.

—Me vuelves loco, ¿es que no te das cuenta?

—Y tú a mí. —contesté en voz baja y le besé en la mejilla.

—¿No que nos estaban viendo? —habló con tono burlón, levantándose y ayudándome a hacerlo también.

Caminamos de regreso a casa; como siempre él me dejaba unas cuadras antes para evitarnos algunos problemas.

Estaba hastiado de mentir a mamá, pero ella no me dejaba otra opción.








●     ●     ●








Regresé solo a casa porque Yoongi se había quedado tres horas en suspensión castigado; puntos malos de salir con un "bad boy", qué se le va a hacer.

Me encontré con la madre de Yoongi comprando verduras y con varias bolsas cargando. Supongo que tenía que ayudarla ¿no?, era mi suegra después de todo.

—Señora Min. —la llamé, y ella me miró con una sonrisa.

—Jimin. ¿Regresas a casa?

Asentí.

—Déjeme ayudarla —tomé algunas bolsas a pesar de su renuencia—. Vamos, no es como que tenga muchas cosas que hacer.

La acompañé hasta su casa; ella miró dentro y me dejó pasar.

—Tengo que revisar que no esté sucio —sonrió planamente—. ¿No quieres un café o algo?

—No es necesario. —dije, rascando mi mejilla sin saber qué hacer.

—Vamos, sin pena, después de todo eres el novio de mi hijo —la miré sorprendido, porque no sabía que él le había contado—. Yoongi me cuenta todo —sonrió—, además habla mucho de ti, mucho antes de que fueran algo, siempre lo hizo, él te adora.

Me sonrojó levemente y me senté en una silla esperando el café que estaba preparándome.

Platicamos un rato de Yoongi, de su infancia; me mostró algunas fotos y reímos.

Al rato Yoongi apareció en la puerta y me miró, su rostro se frunció rápidamente.

—¿Qué haces aquí? —preguntó molesto— ¿por qué está aquí mamá?

—Yo... —ella respondió nerviosa— lo encontré mientras compraba y me ayudó a cargar las cosas; ya se iba, Yoongi.

No, no me iba, pero preferí no decir nada.

Yoongi me tomó del brazo apretándome con fuerza, me quejé por el dolor, pero no me soltó.

—Maldición, tienes que salir de aquí. —siseó.

Me hizo caminar hasta la puerta y abrió, luego vimos a su padre saliendo de su auto, aparentemente algo borracho, él no nos vio y Yoongi me hizo entrar de nuevo.

—Si pregunta di que aún no llego. —le dijo a su madre y me siguió jaloneando hasta una habitación.

Entramos, y parecía que era la suya, no me dio tiempo de observarla aunque quise, porque nos metió a un armario, a ambos.

Su respiración era agitada, la mía también, tenía su mano cubriendo mi boca con fuerza y no podía respirar.

Se oían ruidos en la sala, muchos, los podía oír porque la casa de Yoongi era de un solo piso; la sala y cocina quedaban bastante cerca de la habitación.

Después de un rato, esos ruidos se volvieron fuertes, las pequeñas voces se volvieron lamentos y gritos que me hicieron abrazarme a mí mismo. El cuerpo de Yoongi temblaba detrás de mí, mi espalda estaba pegada a su pecho y podía sentir cómo este subía y bajaba.

Cubrí mis oídos para no oír, no quería hacerlo. 

Tuve mucho miedo.














MALA VIDA. ➸yoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora