★REPTILIANA

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La clase de literatura se caracterizaba por una cosa: ser más aburrida que la cresta. Pero, el IV°A también tenía algo en particular, o más bien, a alguien: Bachira Meguru, con él no hay forma de aburrirse, te habla hasta por los codos. Y, bueno, para buena o mala suerte de Isagi Yoichi, él compartía sala, puesto y una muy linda amistad con ese culiao.

Solo que, a veces, de verdad creía que Bachira estaba cagao de la cabeza.

—Isagi, psssssst, Isagi —susurró el caeza e pelela a su lado. Isagi, quien estaba concentrado en terminar el trabajo que les habían dado para la clase, frunció el ceño medio chato porque la tarea culiá estaba más difícil que trabalengua en alemán—. Isaaaaaaaagi.

—¿Qué wea querí ahora? —respondió él, cariñoso como siempre.

—Tshaaa, trátame bonito po.

—¿Qué quieres, Bachira?

—¿No te parece que la profe de literatura es reptiliana? —preguntó bajito apuntando hacia adelante donde estaba sentada la profe piola revisando unas pruebas. Isagi lo miró como si le hubiese salido un cuerno, un tercer ojo y alas de mariposas, sin creer la semenjante estupidez que acababa de decir.

—¿Qué?

—Sí po weón, si la vieja le ha hecho clases a todos los profes, hasta a mi mamá —afirmó.

—¿Y eso qué? —Veamos hasta donde podía llegar este otro weón, pero entre más lo escuchaba, más creía el Isagi que Bachira era de ese tipo de personas que le podían dar un piedrazo en la frente y el muy weta miraría pa' atrás.

—Que la señora tendría que estar bajo tierra po, si te estoy diciendo que ésta está más vieja que las chalas de Jesucristo.

Ambos se quedaron mirando un largo rato en silencio, Isagi haciendo un esfuerzo por procesar las palabras de Bachira.

—A vo se te escaparon los enanitos pal bosque.

—Weón, te lo digo en serio. Parece que le está haciendo competencia a la reina Isabel —insistió él tratando de convencer a su amigo—. Si hasta parece fósil.

—Bachira, no. No seai un pesao culiao.

—Pero weón, si me tienes que creer. Mira —Bachira se giró mirado hacia la fila de al lado, la del medio, ya que él con el Isagi se sentaban juntitos al fondo de la fila de la ventana—. Nagi, psssssst, despierta conchetumare.

El Nagi estaba ya ascendiendo a otra dimensión de la pestañita que se estaba pegando, era un milagro que Bachira no estuviera en las mismas. Bachira al ver que este otro no despertaba, le lanzó su cuaderno de literatura, total, su cuaderno estaba más pelao que la cabeza de Igaguri, lo único que tenía era un Bachillerato todo rasca en la última hoja. Y ni siquiera se lo había comprado él, era de esas weas feas que entregaba la Junaeb.

El proyectil le dio de lleno en la cabeza, sonó rico, literal fue un "bonk".

—¿Quién fue el saco wea que me tiró un cuaderno? —preguntó el Nagi con voz de tuto levantando la cabeza y girándose hacia Bachira e Isagi.

Al weón le corría la baba por un costado y tenía la guía pegada a la mejilla, aun así se veía más rico que comer sopaipilla con pebre afuera del liceo en invierno.

—Buenos días, rey —saludó el Bachira al ojitos de piscina—. ¿Verdad que la vieja de literatura es reptiliana?

—Oh, conchetumare, hasta que alguien lo dice. —Asintió dándole la razón mientras se limpiaba la baba con la manga de su polerón el cochino.

—¿Qué? —musitó el Isagi.

—¿Vei weón? Si yo sabía.

—Weones, no. La vieja culiá sigue viva por pura suerte, dejen de inventar weas —negó el weón firme a no estar de acuerdo con ese par que parecía compartir una neurona.

—Si no es reptiliana, ¿cómo explicas que el otro día la ví comerse una mosca, a ver? —dijo el Bachira como si fuese el argumento más inteligente de la vida.

—Aweonao, era una aceituna.

—No weón, si de verdad se comió una mosca —asintió con la cabeza el Nagi como weón—. ¿Acaso no la has visto parpadear en horizontal?

—Sí weón. Te lo juro, esto es una conspiración, lo vi en un video de Dross.

Isagi, que ya estaba hasta el coco izquierdo de escuchar las weas que decía ese par, estaba a punto de mandarlos a la chucha cuando la profe de literatura habló.

—Isagi Yoichi, venga, tengo que hablar una palabrita con usted.

A Isagi se le apretó el hoyo con eso.

Toda la sala soltó el típico "uuuuhhhhh" y el Nagi con el Bachira lo miraron más asustados que la cresta mientras que el Isagi tenía cara de estar más duro que tapa de tarrito de mentholatum.

La profesora nuevamente parpadeó de forma extraña, lo cual hizo que Bachira temiera aún más por la vida de su amigo.

—Fuiste, de seguro te va a convertir en reptiliano a ti también.

—Si se cambia la piel delante tuyo teni que correr noma.

—Leí que la Paty Maldonado también era reptiliana, si se aparece cagaste porque la weona tiene poderes. —Bachira asintió a las palabras de Nagi.

—El José Antonio Kast también.

—Cállense weones —murmuró el Isagi entero cagao, guardando sus lápices en su estuche de la cato y levantándose de su puesto, siguiendo a la profe afuera de la sala.

—Me voy a cambiar de puesto, luego llega un reptiliano haciendose pasar por el Isagi y me quiere comer. Nooooo. Nagi, háceme un espacio, dale.

El Isagi no volvió ni para la hora del almuerzo. Bachira y Nagi creyeron que de verdad al weón se lo había devorado la profe de literatura y le hicieron un funeral en el patio durante el recreo incluso. Siendo que, en realidad, a Isagi lo habían retirado porque tenía hora médica en la posta.

❝𝗕𝗟𝗨𝗘 𝗟𝗢𝗖𝗞 𝗔𝗦 𝗘𝗦𝗖𝗘𝗡𝗔𝗥𝗜𝗢𝗦 𝗧𝗘𝗥𝗖𝗘𝗥𝗠𝗨𝗡𝗗𝗜𝗦𝗧𝗔𝗦❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora