★[INSERTE VIENTO DE LA ROSA DE GUADALUPE]

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            —Oye, ¿y se te perdió algo por aquí? Pide permiso por lo menos —preguntó el Nagi mirando como su amigo el Bachira entraba a su casa como si fuera la de él.

El lado bueno es que el Nagi tenía la casa sola porque su mamá estaba todavía atendiendo el negocio y él ya había hecho todas las tareas del hogar, porque de no ser así, su mamá de una pura patá en la raja se echaba cascando al Bachira pa' la calle.

El recién nombrado se giró con una sonrisa de oreja a oreja que ni le caía en la cara mientras se sacaba la mochila que traía al hombro.

—Te traía esto po, rucio, un regalito pa' uste' —El Bachira abrió la mochila y la dio vuelta sobre la mesa del comedor, dejando ver una cachá de latas de pinturas en aerosol de distintos colores, el Nagi quedó peinao' pa' atrá'—. ¿Qué te parece? Buenísima po, Nugget. ¿Cómo estamos pa' ir a rayar unas calles? Hace tiempo que no salimos. Quería invitar al Isagi también, pero el loco se me echó pa' atrás porque tenía que ir a cuidar a la prima chica. Pero igual la armamos po.

—Pero si están terrible buenas. ¿No hará frío afuera? Es que igual me da flojera salir.

—Yaaa, pero te poní' tu chalcito como las abuelitas y ese gorro de lana también que teni, no le pongai' color.

—Ya oh, vamos, pero vo me pagai' el pasaje.

Puta que estaba arrepentido el Nagi de seguir al Bachira, era de noche y estaba más oscuro que cueva de lobo, ni siquiera sabía en qué parte de Santiago estaban, pero a juzgar por las casas y las calles, Nagi juraría que estaban en esos barrios cuicos, quizás estaban en las Condes o en la Adehesa, no tenía ni la menor idea, pero lo que sí tenía en claro era que el puro patio de uno de esos castillos podría ser del porte de su casa completa.

Así que ahí estaban los weones, rayando la pared de una casa de algún viejo cuico porque a Bachira se le había dado la gana y en esa maña incluyó al Nagi sin siquiera decirle algo antes.

—Ahí po hermano, hay que chantarle la etiqueta y queda listeiner po cacha —dijo el Bachira más emocionado que perro con dos colas, agitando la lata mientras le daba los últimos retoques al mural que estaban haciendo. El Nagi hizo lo mismo—. Oe no po, yo ya sé que eri' del colo y toda la cosa, pero yo soy de la U y vo' sabí que en esos temas tú y yo nos desconocemos.

—Ya culiao ándate a llorar a otra parte, si era un mono chiquitito nomás —El Nagi se levantó del suelo sacudiéndose las rodillas para quitarse el pasto que se le había pegado a sus jeans. Luego echó un ojo a la pared—. Se ve la raja, ¿cierto?

El Bachira no alcanzó a decir ni pío cuando fueron alumbrados por las luces de un auto (que fijo costaba seis años de sueldo del Nagi), seguido de una voz masculina con un acento terrible zorrón. Era el dueño de la casa. El par de weones solo alcanzaron a taparse la parte de abajo de la cara, porque miraban al muchacho que se había bajado de aquel vehículo con ojos de huevo frito.

❝𝗕𝗟𝗨𝗘 𝗟𝗢𝗖𝗞 𝗔𝗦 𝗘𝗦𝗖𝗘𝗡𝗔𝗥𝗜𝗢𝗦 𝗧𝗘𝗥𝗖𝗘𝗥𝗠𝗨𝗡𝗗𝗜𝗦𝗧𝗔𝗦❞Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin