Capítulo 55

52K 4K 570
                                    

Agapios.

-nada de esto fue culpa tuya o de Acacia, cariño- la voz de mi madre se escucha a mi lado, íbamos en mi jeep.

-lo sé, madre- respondo sin despegar mi vista de la carretera.

-no deben sentirse culpables- habla de nuevo mientras puedo sentir su mirada sobre mí- sabemos que el único culpable aquí es él, ese tal Cibran.

Escuchar la sola mención de su nombre hace que mi enojo se encienda de nuevo, mis manos se cierran sobre el manubrio del jeep y mi quijada se aprieta.

El muy hijo de puta había intentado atacar a mi madre y al final Zeus fue quien recibió el golpe final.

Las ganas de encontrarlo y torturarlo solo aumentan a medida que pasan los segundos, el deseo de venganza avanza a cada puto segundo, mi mente no deja de imaginar todo lo que haré una vez que lo tenga en frente.

Zeus afortunadamente está bien, solo necesita recuperarse, mi fiel compañero afortunadamente está bien, solo unos días más y lo tendremos en casa de nuevo.

Había salido con mi madre, Acacia estaba en la mansión y había sido un verdadero milagro que hubiese aceptado quedarse sin cuestionarme al respecto.

Miro de reojo a mi madre quien solo mira por la ventana, no puedo evitar el miedo que se cuela en mi cuerpo de solo imaginar que puedan arrebatármela de mi lado, mi madre es la persona más noble y amorosa que conozco, siempre he intentado darle el jodido mundo porque eso es lo menos que merece, tenerlo todo a sus pies, no merece menos.

Llegamos al destino final, bajamos del jeep y solo caminamos, entrelaza su brazo con el mío mientras que en su mano libre lleva un ramo de rosas moradas, solo caminamos con tranquilidad siendo seguidos por algunos de mis hombres de seguridad, sus tacones resuenan con el concreto, caminamos por algunos minutos hasta que finalmente llegamos a aquel sitio que hace que nos quedemos de pie.

Ares Thalassinos.

Tu recuerdo se mantendrá para siempre.

La tumba de mi padre está frente a nosotros, ambos miramos la lápida, veo como mi madre se arrodilla mientras acomoda aquellas rosas que trae consigo, trago saliva sin poder dejar de ver el nombre de mi padre.

No mentiría, lo extraño, me había hecho falta, había estado siempre para mi y el dejar de tenerlo había sido un golpe duro. Mi familia siempre fue y ha sido unida, siempre hemos sido nuestros propios soportes, mis padres siempre nos criaron con la importancia de que la familia es lo más importante y de que la familia siempre estará primero que nada.

La muerte de mi padre fue un golpe duro para todos, sobretodo para mi madre quien luchó para mantenerse fuerte, quedó viuda cuando Naia solo tenía algunos días de nacida, después de eso Keelan acogió a mi familia aunque, todos sabemos que no fue lo mismo; recuerdo como escuchaba llorando a mi madre por las noches, después de arroparnos ella se encerraba en la oficina de mi padre en donde comenzaba a llorar, ella es y será siempre mi mayor definición de fortaleza, perdió al amor de su vida y aún así se mantuvo de pie por nosotros, siguió luchando por nosotros.

Un nudo enorme se pinta en mi garganta de solo imaginar mi vida sin Acacia, porque yo no creo ser tan fuerte como para soportar vivir sin ella.

Es mi diosa, la cuido con mi vida porque sin ella no respiro; es increíble, la manera en que ella se ha colado en mi, ha arrasado con todo a su paso, logró lo que nadie había logrado y ahora no imagino un futuro en donde ella no esté conmigo, suena cursi y tonto pero es la verdad, la quiero ahora así como la querré más adelante.

Dueño de tiWhere stories live. Discover now