Capítulo 2

26 5 0
                                    

Yo sostenía un abanico de papel y él me sostenía a mí. No era como las típicas agarradas de mano de los amantes donde los dedos se entrelazaban, sino que me cubría por completo la mano, reposándola en su regazo.

El abanico de papel se ha arrugado por completo y ya no se puede utilizar. Lo sé, seguro pensó que no había escuchado lo que me dijo, y decidió no dejar que me mueva en absoluto.

"¿Te molesto? ¿Ya no quieres que te abanique?", Dije.

Hizo oídos sordos y no me soltó

Йой! Нажаль, це зображення не відповідає нашим правилам. Щоб продовжити публікацію, будь ласка, видаліть його або завантажте інше.

Hizo oídos sordos y no me soltó.

El cielo empezó a oscurecerse, en el bus se había empezado a transmitir una nueva película.

Los campos de las montañas distantes se han desdibujado por la caída gradual de la noche, y de vez en cuando se ven una o dos casas con luces encendidas en la cima de la montaña. Las luces de la carretera en la parte delantera se unieron para formar un largo dragón de luces naranjas y rojas entrelazadas.

Su palma está húmeda y cálida.

Pensé, tal vez no es que no sienta calor, tal vez no es que lo esté incomodado, quizá solo piensa que estoy cansada. Al igual que cuando mi papá me preguntó: Si me abanicas tanto, ¿no te dolerán las manos?

Entonces, dejé de moverme, dejé de preguntar, dejé de luchar y lo seguí de buena gana.

En este momento, el autobús pasó de estar completamente parado a moverse lentamente.

Cuando el motor se reinició, las luces del compartimiento se encendieron repentinamente.

Mu Chenghe está al lado del pasillo,  al lado contrario hay dos pasajeros masculinos que se han quedado dormidos. La ventana a su lado se ha vuelto un espejo y el perfil de Mu Chenghe y el mío de repente se reflejo en el vidrio.

El hombre reflejado en el espejo fruncía el ceño, sosteniendo obstinadamente la mano de una chica. Pero la superficie aparentemente tranquila de la muchacha era en realidad de vergüenza y timidez.

Durante un tiempo me que mirando este otro yo sin saber que hacer.

No me atreví a seguir mirando, e inmediatamente voltee la cabeza, aun así la ventana seguía reflejándonos y estaba tan cerca, que se podía ver con claridad. Me mordí el labio y me armé de valor para echar otro vistazo.

La mirada cayó en mí y después en Mu Chenghe, tomé el teléfono con mi mano restante y le escribí un mensaje a Liu Qi: Terminemos.

Después de ingresar el número, miré estas palabras en silencio durante mucho tiempo, acariciado el botón de confirmación con el pulgar, finalmente suspiré en voz baja y lo guardé en la bandeja de salida.

El autobús finalmente retomo la velocidad normal, la temperatura bajó y el conductor apagó todas las luces del automóvil.

De repente, nos sumergimos en la oscuridad y la única fuente de luz era la pantalla del televisor frontal. La luz en el interior variaba de brillante a oscura según la escena en la película.

Somewhere only we know/ Recuerdo exclusivo Where stories live. Discover now